La Policía Nacional en la operación Pool.

La Policía Nacional en la operación Pool. Policía Nacional

Sociedad Sucesos

Instrucciones desde Soto del Real y MDMA en cajas de bombones: la caída de la banda que enviaba droga en paquetes

La investigación arrancó en agosto de 2024, cuando un paquete destinado a Venezuela levantó sospechas.

Más información: Cae una banda que utilizaba empresas de paquetería para traficar con tusi y MDMA: la enviaban a Chile y a Australia

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Una empresa de paquetería como pasarela perfecta para mandar droga a países tan lejanos como Australia o Chile. Esa era la metodología de una banda desarticulada por la Policía Nacional, una operación que ha terminado con nada menos que 14 detenidos.

Se trataba de una red cuyos movimientos, según descubrieron los agentes, no solo se coordinaban desde pisos en la Comunidad de Madrid, sino también desde la propia prisión de Soto del Real, donde uno de sus cabecillas, recluido por otro asunto de narcotráfico y pendiente de extradición, marcaba los tiempos y ordenaba qué envíos preparar.

Al otro lado del muelle logístico, la mercancía viajaba cuidadosamente oculta en cajas de bombones cerradas de fábrica, juguetes para gatos, amortiguadores trucados o piscinas hinchables cargadas de MDMA.

La investigación arrancó en agosto de 2024, cuando un paquete destinado a Venezuela levantó sospechas.

A simple vista, la caja contenía una piscina hinchable; dentro, sin embargo, los agentes encontraron 460 pastillas de MDMA y MDMA en roca, primera pista de una red más amplia que operaba, según comprobaron después, desde al menos 2023.

Ese hallazgo dio paso a una labor casi quirúrgica: identificar a quienes estaban detrás y comprender cómo la droga atravesaba continentes sin llamar la atención.

Las pesquisas confirmaron que el envío a Venezuela no era un caso aislado. En los meses siguientes fueron intervenidos otros dos paquetes: uno rumbo a Chile, donde se incautaron de 5.000 pastillas de MDMA, y otro cuyo destino final era Australia, cargado con 257 gramos de cocaína. Ese último paquete, según fuentes de la investigación, era una especie de test para comprobar si el método resistía un trayecto tan largo.

La banda actuaba desde varios municipios madrileños, Parla, Coslada y Madrid, y también desde Peñíscola (Castellón), aunque su principal centro de operaciones era un almacén en Collado Mediano, donde se preparaba la mercancía antes de viajar al extranjero.

Los detenidos, de entre 18 y 30 años, integraban una estructura con perfiles venezolanos, colombianos y españoles. Manipulaban y adulteraban tanto drogas sintéticas, procedentes de Centroeuropa, como cocaína lista para el consumo, todo ello camuflado en objetos cotidianos.

Los métodos que utilizaban daban una idea del nivel de profesionalización. Cajas de bombones perfectamente cerradas, juguetes para animales que parecían recién comprados, gatos hidráulicos huecos y amortiguadores modificados en cuyo interior cabían decenas de pastillas.

Durante uno de los registros, los agentes hallaron incluso un envío ya preparado: otra piscina hinchable lista para 'viajar' cargada de droga.

El pasado 7 de octubre, y tras confirmar la identidad de todos los implicados, la Policía ejecutó nueve entradas y registros.

El balance fue contundente: más de 14 kilogramos de droga, entre tusi, MDMA y cocaína; más de 11.000 euros en efectivo; 18 teléfonos móviles; siete armas de fuego, cuatro armas blancas y dos vehículos. También se intervino una máquina entabletadora, diez amortiguadores adaptados, cuadernos manuscritos de contabilidad de ventas y relojes y joyas de alto valor, prueba de los beneficios que generaba la actividad.

En total, 14 personas fueron detenidas por pertenencia a una organización criminal y delito contra la salud pública. Cuatro de ellas ingresaron en prisión, al considerarse que tenían un papel central en la trama y acumulaban más droga en sus domicilios. La operación, sin embargo, continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.