Carlos Marín, el jefe de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.
Carlos Marín, el nuevo jefe de Bomberos de Madrid con tan solo 44 años: "Nos esperan veranos cada vez más difíciles"
El actual jefe de Bomberos fue nombrado el pasado 1 de abril tras la salida de Rafael Ferrándiz que prestó más de cuatro décadas de servicio.
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Con 44 años, ingeniero de Caminos especializado en hidráulica y padre de dos hijos, Carlos Marín es desde el pasado 1 de abril el jefe de Bomberos más joven del Ayuntamiento de Madrid.
Ese día tomó el relevo del veterano Rafael Ferrándiz, que se despidió del Cuerpo tras más de cuatro décadas de servicio.
Ahora, en la séptima planta del parque Segundo de Bomberos, frente al skyline de la capital, Marín recibe a Madrid Total para hablar de un cargo que asume como "un reto, una responsabilidad" y, por encima de todo, "un orgullo".
A lo largo de la entrevista, Carlos Marín reflexiona sobre el cambio climático, "que ha venido para quedarse", la coordinación durante una emergencia, la especialización de los bomberos de Madrid o el papel fundamental de los vecinos cuando se produce una emergencia.
PREGUNTA: En primer lugar, me gustaría saber un poco más de usted. ¿Por qué se hizo bombero? ¿Era un sueño de la infancia?
RESPUESTA: Mis inicios como bombero empiezan en 2006. Yo soy ingeniero de Caminos y mi especialidad es la hidráulica, aunque es cierto que siempre había pensado en este mundo. Empecé a trabajar en una empresa constructora viajando por el extranjero, pero hacia el año 2008 comencé a prepararme para ser bombero. Las oposiciones son complejas y largas por lo que fue una apuesta personal y profesional. Al final quedé el primero de mi promoción e ingresé como oficial en el año 2019. Desde entonces, hemos vivido años muy intensos: una pandemia, una DANA, Filomena, un apagón e incluso sucesos como explosiones de gas. Esa fue mi trayectoria hasta que mi nombre comenzó a sonar como sustituto de Rafael Ferrándiz.
P: ¿Por qué comenzó a sonar su nombre como sustituto de Rafael Ferrándiz?
R: Eso lo debería contestar la vicealcaldesa de Madrid. Por mi parte, recibí la noticia con un poco de vértigo, ya que compatibilizar este trabajo con la familia es difícil. Tras hablarlo en casa, llegamos a la conclusión de que es un orgullo, un reconocimiento y un reto. Siempre tuve el apoyo de mi familia. Después, comencé a hablar con los compañeros de bomberos y también sentí un gran apoyo de los directivos del servicio.
Carlos Marín, el jefe de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.
P: ¿Cómo fue el día del nombramiento?
R: El día que me reuní con el alcalde y la vicealcaldesa fue de muchas emociones. Se me transmitió toda la inversión y toda la apuesta que hay en este Cuerpo de Bomberos que se está enfrentando a catástrofes naturales y situaciones muy delicadas. Por eso, los gobiernos y los ayuntamientos están viendo que los servicios de emergencia son muy importantes y es fácil hablar con un político que ha estado implicado en estos siniestros. El nombramiento oficial fue el 1 de abril.
P: De hecho, es usted uno de los jefes de Bomberos más jóvenes de la historia.
R: Pues creo que sí. El primer reglamento de matafuegos de la ciudad es de 1577 y durante todos esos años han pasado por el cargo muchos jefes. Pero si te digo la verdad, prefiero tener la cabeza en el trabajo del día a día.
P: ¿Cómo fue el recibimiento de los compañeros una vez que fue oficial el nombramiento?
R: Hablo a menudo con Rafael Ferrándiz que es un perfil muy diferente al mío. Prestó servicio durante 40 años y se jubiló como jefe del Cuerpo y para mí escuchar a los veteranos es fundamental. Pero la verdad es que no he podido guardar todos los mensajes que he recibido por dar el paso de convertirme en jefe. Lo cierto es que siento un gran apoyo por parte de la Corporación y por parte del Operativo. También de mi familia, mi mujer y mis dos hijos de 3 y 6 años.
P: Salimos de un verano complicado de incendios en España y en Madrid. ¿Cómo ha sido la campaña de incendios?
R: Los que creemos que el cambio climático existe y ha venido para quedarse, vemos desde hace años un cambio de tendencia en la época estival. Hablamos de veranos muy calurosos, con temperaturas muy altas en periodos nocturnos. Ese era tradicionalmente el momento en que los incendios se quedaban latentes y había una ventana de oportunidad para poder atajarlos. Hay también mucha sequedad, mucho viento y mucho combustible disponible. El campo no está cuidado para poder prevenir estas situaciones. Este verano, tuvimos que apoyar a la Comunidad de Madrid en un incendio que venía de Méntrida en dirección a Móstoles y defender la urbanización Calypo-Fado, ya que las viviendas son uno de los puntos más críticos en estos casos. También apoyamos en el incendio de Tres Cantos, que también fue complicado.
Carlos Marín, el jefe de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.
P:¿Nos esperan veranos cada vez más complicados? ¿Haría falta más manos?
R: Sí, pero lo que necesitamos es coordinación. Hay que conseguir que, en una primera respuesta a un incendio forestal, los servicios potentes ayuden a los servicios pequeños. La labor de la Unidad Militar de Emergencias (UME) es fundamental, pero tienen una capacidad de despliegue y respuesta inferior a la que ofrecemos los bomberos, que estamos de guardia todos los días y equipados para actuar. Los incendios en los que la UME participa se convierten en operaciones militares, ya que tienen maquinaria pesada. Pero es importante que nos coordinemos mejor y para eso hacen falta recursos bien distribuidos.
P: ¿Hablamos de incendios provocados o surgidos de las altas temperaturas?
R: El 60 y 70 por ciento de los incendios forestales son provocados, según publica el Ministerio. Para nosotros eso da igual. Por suerte, en Madrid hay muchísimos ojos y cuando pasa algo recibimos muchísimas llamadas. Cuando nos llaman, tenemos que responder de forma potente y conseguir que un incendio no progrese.
P: Hace poco se ha producido una explosión en la calle Manuel Maroto de Vallecas. ¿Cómo fue esta intervención?
R: Yo viví hace años la explosión de la calle Toledo y estos sucesos no ocurren con frecuencia. Son muy caóticos en una fase inicial y la coordinación con la Policía Nacional es importante. En un primer momento hay incertidumbre sobre las personas desaparecidas o sepultadas. Nosotros apostamos por el salvamento de las personas en situaciones de riesgo, pero también debemos velar por la seguridad de nuestros compañeros. Por eso, en una fase inicial, hay que ponderar el riesgo de meterte dentro de una infraestructura inestable con riesgo de colapso contra los rastreos y la labor de Policía de la filiación de los desaparecidos.
P: De hecho, la segunda víctima mortal de esta explosión apareció 48 horas después de que se produjera el suceso.
R: Nosotros trabajamos con tres objetivos: estabilizar la estructura para que fuera segura, hacer un rastreo de personas desaparecidas y trabajar coordinadamente con la Policía para tener información de personas atrapadas. Esa labor se hizo desde el primer momento en Vallecas. Por mucho que se hagan labores de búsqueda en un derrumbe, se pueden dilatar en el tiempo.
Carlos Marín, el jefe de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.
P: ¿Ha habido algún aprendizaje de este último suceso?
R: El aprendizaje o las conclusiones son siempre entrenar y practicar más. La coordinación con Samur y Policía es fundamental y debemos incidir en las maniobras y en las prácticas conjuntas. En definitiva, debemos practicar y entrenar el gran siniestro.
P: En varios parques de bomberos hay pancartas que dicen que faltan manos y los forestales de la Comunidad están en huelga. ¿Ha hablado con los compañeros y con el Ayuntamiento sobre esto?
R: El punto más importante de nuestro Plan Estratégico es el ingreso de personal. Ahora tenemos una oposición de 60 bomberos conductores que entran. También hubo 127 compañeros que se iban a incorporar antes del verano que no pudieron hacerlo. Habrían sido fundamentales. El retraso de la oposición ha dado lugar a que este verano hayamos estado en una posición delicada a nivel de personal. Respeto las reivindicaciones de la parte social y espero que entren bomberos lo antes posible. Este verano ha habido situaciones difíciles y nos hubieran venido bien esas manos.
P: ¿Cuáles son los pilares a reforzar ahora mismo?
R: El Plan Estratégico está basado en el ingreso de bomberos y en otros proyectos cuya finalidad es salvar vidas. Hablo de la publicación de una nueva ordenanza de prevención de incendios, ya que la que tenemos es del año 93 y hay que sumar nuevos riesgos como la evolución del terrorismo o los actos multitudinarios con la explosión del ocio. Otro proyecto importante es terminar nuestro complejo logístico. Y por supuesto, todo lo derivado del análisis de riesgos de la ciudad y de sus puntos críticos, por ejemplo, las zonas con mucha afluencia como Atocha, Chamartín y los hospitales. Los atentados terroristas también son otro de los riesgos actuales de nuestro Plan Estratégico.
P: ¿La ciudadanía es consciente de ese tipo de riesgos?
R: El año pasado hicimos 192 acciones divulgativas en centros educativos. Una vez más, la prevención es clave y el ciudadano tiene que ser consciente de los riesgos que le rodean. Rafael Ferrándiz decía que debemos preocuparnos unos vecinos de otros, ya que en una emergencia, quien te salva la vida en un primer momento es tu hermano, tu vecino o el que tiene las llaves de tu casa. Ese es el minuto 0. A los 6 minutos ya aparecen los servicios de emergencia, pero en estos casos el tiempo es oro. La solidaridad entre vecinos es clave. Por ejemplo, en la explosión de Vallecas, los primeros en correr al edificio fueron los propios vecinos. Por suerte, Madrid es una ciudad solidaria. Cuando hay una emergencia, los vecinos se vuelcan y en lugares como Vallecas, más aún, ya que se conoce todo el mundo.
Carlos Marín, el jefe de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.
P: ¿Se tiene que dar una situación de emergencia para que se manifieste esa solidaridad entre vecinos?
R: Cuando tuvimos la explosión de la calle Toledo, el sargento que vino conmigo me dijo que en esos sucesos, los bomberos toman conciencia de que estas situaciones son poco frecuentes pero suceden. De ahí la importancia de prepararse. A mí me gustaría que a raíz de los grandes siniestros, los ciudadanos tomen conciencia de qué pueden hacer si les toca ese escenario y, sobre todo, prevenir para que no sucedan.
P: En Madrid pasan cosas constantemente, ¿Se pueden atender todos los focos con los medios actuales?
R: El día a día lo atendemos sin problema. En una emergencia grande, desplegamos una respuesta potente y rápida, por ejemplo, en Vallecas desplegamos entre 50 y 60 bomberos nada más enterarnos.
P: ¿Hay algún plan para implementar nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial?
R: A un bombero se le exige que sepa manejar unas 3.000 herramientas que evolucionan. Los proveedores con los que trabajamos nos traen nuevas tendencias y trabajamos con ellos para probarlas. Ahora estamos incorporando nuevas tecnologías y mejorando la flota de vehículos que se adaptan a los espacios estrechos de algunas calles.
P: ¿Cómo ve la profesión en el futuro teniendo en cuenta los veranos cada vez más calurosos que vienen?
R: Debemos tender a la especialización. Las emergencias son cada vez más cambiantes y aparecen riesgos que no contemplábamos. Debemos ser capaces de dar una primera respuesta potente y después poner a trabajar a especialistas en baterías de litio, incendios forestales, movimientos de masas, etc. Ese segundo paso es una asignatura pendiente para todos los bomberos de España. Un ejemplo de esto es el Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) que son especialistas en la montaña, además de que saben atender siniestros comunes.