Los vecinos han protestado frente al centro de menores acogidos.

Los vecinos han protestado frente al centro de menores acogidos. Europa Press

Sociedad

Una vecina de Madrid confiesa entre lágrimas la situación que viven en Hortaleza: "Unos moros estaban increpándolas"

Los residentes de este conocido barrio han protestado ante el centro de menores de acogida tras la presunta agresión sexual, denunciando inseguridad.

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En Hortaleza la preocupación y el enfado no paran de crecer tras la detención de un joven de origen marroquí acusado de agredir sexualmente a una chica de 14 años en el parque Clara Eugenia.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado sábado y, gracias a la llamada de un testigo, los agentes pudieron arrestarlo poco después. La menor fue trasladada al hospital y el juez ordenaba el ingreso del detenido en un centro cerrado para menores mientras continúa la investigación.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría en el barrio. Muchos vecinos aseguran que no es la primera vez que pasa algo grave y dicen que llevan tiempo advirtiendo de problemas de inseguridad.

La concentración ha sido polémica.

La concentración ha sido polémica. Europa Press

Ahora, ante esto, los residentes confiesan que no pueden más y han estallado saliendo a la calle para protestar por la situación que vive el barrio.

Aunque la Delegación del Gobierno había prohibido cualquier protesta para evitar líos, un grupo de residentes decidió concentrarse igualmente frente al centro de menores de la zona a pesar de las prohibiciones.

Allí, una vecina, con lágrimas en los ojos, ha confesado cuál es su miedo como madre ante esta situación: "Yo tengo una niña de 14 años… la niña que violaron el otro día era de la edad de mi hija, y me pongo en la piel de esa niña y de esos padres".

Con la voz temblando, explicó que la gente está cansada y que lo único que piden es tranquilidad. "Venimos a protestar porque esto no puede seguir así, no podemos vivir así", dijo entre lágrimas.

Además, denunció que muchos de los chicos que viven en el centro no parecen ser menores tal y como hasta ahora habían informado: "Muchos son mayores de edad, pero están esperando a que les hagan las pruebas… tú los ves y no tienen 16 años".

La mujer se sinceró contando que este tipo de altercados son algo habitual en la zona y que incluso su propia hija había sido víctima de la situación al pasar miedo en un centro comercial cercano.

Los vecinos estallan ante la situación.

Los vecinos estallan ante la situación. Europa Press

"Estando en el Carrefour con las amigas, los de seguridad tuvieron que echar a unos moros que estaban increpándolas y grabándolas con el móvil", relató, asegurando que no se puede permitir que los jóvenes del barrio vivan situaciones así.

La vecina insiste en que no están en contra de ayudar a menores que de verdad lo necesiten, pero sí pide más control. "Si hay gente necesitada, que se les acoja y se les ayude, pero de verdad. No que vengan a utilizarnos, a robarnos o a violar a nuestras niñas", explicaba con indignación.

Y es que el malestar es evidente. Muchos padres dicen que ya no se atreven a dejar que sus hijas vayan solos por la calle. "No queremos que nuestras niñas no puedan ir de esta calle abajo al supermercado porque tienen miedo, pero qué infancia es esa", confesaba con enfado la misma mujer.

La indignación de los asistentes se centró también en las instituciones. Muchos vecinos aseguraban sentirse abandonados y sin voz: "Hoy el Gobierno nos quiere callar. Venimos a protestar porque esto no puede seguir así, no podemos vivir así, queremos tranquilidad".

Asimismo, esta vecina recordó que la prohibición de la concentración era por riesgo de delitos de odio, algo que interpretaron como un intento de silenciar sus reclamos. "Hoy se jacta el presidente del Gobierno de que no se podía convocar porque esto sería un delito de odio, y ni un mutis siquiera para esa criatura, no se lo merece", dijo, insistiendo en que la menor agredida debería estar en el centro del debate y no en un segundo plano.

Mientras tanto, el joven detenido sigue bajo custodia en un centro cerrado y el caso continúa en investigación.

Sin embargo, en las calles de Hortaleza la preocupación sigue creciendo, mientras los vecinos piden más presencia policial y medidas firmes que devuelvan la seguridad y la calma a un barrio que, aseguran, ya no es el mismo.