Un sector muy complicado en verano.

Un sector muy complicado en verano. Cedida

Sociedad

Alfonso Delgado, hostelero de Madrid: “Son meses complicados, baja la demanda pero está la misma plantilla”

El dueño de Casa Alberto se sincera sobre la situación tan difícil a la que este sector se enfrenta en la capital con la llegada de las altas temperaturas.

Más información: Chalito, las milanesas de Barcelona que conquistan los centros comerciales de Madrid y ahora te las envían a casa

Publicada

Pasar el verano en Madrid no es tarea fácil. Hace mucho calor, las calles se vacían y mucha gente se va a la playa o al pueblo en cuanto puede. Y, para los bares y restaurantes de la ciudad, estos meses no son precisamente buenos. El trabajo sigue, pero hay menos clientes y más gastos, y eso se nota.

Alfonso Delgado es hostelero en Madrid y lo vive cada año: "Las altas temperaturas en la ciudad no acompañan al consumo, nuestras especialidades y el calor no son muy compatibles".

Y es que aunque el propietario de Casa Alberto ha intentado adaptar su carta con platos más frescos para esta temporada, sus clientes siguen pidiendo los platos de siempre. Y claro, con 40 grados, no apetece mucho comerse un buen guiso.

Un bar tradicional de la capital.

Un bar tradicional de la capital. Cedida

"El verano en Madrid es complicado para nuestro sector", comenta Alfonso. Y es que tal y como explica a Madrid Total este hostelero, "se nota la salida de madrileños a la sierra, pueblos y playas", así como "los visitantes nacionales e internacionales, ya que son menores en los meses de julio y agosto".

Con menos gente en la ciudad, los ingresos bajan, pero los gastos parecen que no. "Son meses complicados, ya que baja la demanda pero mantenemos la misma plantilla", explica con sinceridad el empresario.

A pesar de todo, Alfonso se adapta. Sabe que estos meses son más flojos y hay que prepararse. “Siempre te tienes que adaptar y tener en cuenta que hay meses al año con menos facturación”, dice con tranquilidad.

Afortunadamente, su local está bien preparado para el calor y eso hace que el día a día no sea tan duro como años atrás.

Los clientes buscan estar cómodos.

Los clientes buscan estar cómodos. Cedida

No obstante, reconoce que durante esta época, "es cierto que los empleados, así como los clientes, que no han estado todavía de vacaciones, pueden estar más cansados". Aun así, intentan que el trato siga siendo bueno y que la experiencia del cliente no cambie.

Una situación que, en general, todos los bares y restaurantes de Madrid viven en verano. Y es que las vacaciones, el calor, el teletrabajo y las jornadas intensivas hacen que haya menos movimiento en la ciudad.

"En general, todos los negocios de hostelería en Madrid se ven afectados en los meses de julio y agosto", resume Alfonso.

Sin embargo, a pesar de las dificultades, muchos hosteleros como Delgado siguen al pie del cañón. Saben que estos meses son duros, pero confían en que el ritmo volverá en septiembre.

Mientras tanto, siguen atendiendo con una sonrisa, esperando que algún valiente se anime a sentarse en sus mesas para saborear la tradición, aunque el termómetro no les dé tregua.