Así fue la visita a Madrid en 2010 del nuevo Papa, León XIV: en el colegio San Agustín junto al Santiago Bernabéu

Robert Francis Prevost, elegido este jueves como sucesor de Francisco y nuevo Papa con el nombre de León XIV, tiene un vínculo documentado con Madrid. En 2010, durante su etapa en la Orden de San Agustín, visitó el colegio de dicha comunidad en Madrid, ubicado en la calle Padre Damián, junto al estadio Santiago Bernabéu. En una fotografía tomada en aquella ocasión a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL se le ve acompañado por el entonces director del centro y varios profesores.

La imagen corresponde a una visita institucional realizada durante el tiempo en que Prevost lideraba la orden agustiniana a nivel mundial, cargo que ocupó entre 2001 y 2013. La parada en el centro educativo madrileño muestra su contacto con las instituciones agustinianas en distintos países, incluida España.

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La misiva, fechada en 2010, recoge su aprecio por la comunidad educativa madrileña y su deseo de que “el Señor bendiga" su "importante tarea, esfuerzos y proyectos de futuro".

El colegio San Agustín de Madrid, bilingüe, fue inaugurado en 1959 y desde entonces ha desarrollado una intensa labor educativa en la capital. Según su página web, el centro “es una comunidad educativa que ofrece una educación integral en colaboración con las familias, en la que cada alumno es protagonista de su proceso educativo”. Los valores cristianos y agustinianos, destacan, son la guía para que el alumnado crezca “desde el esfuerzo y la exigencia”, con el objetivo de convertirse en personas capaces de “contribuir con lo mejor de sí mismas a la sociedad”.

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Además de su trabajo pastoral y formativo, el centro se define como un espacio que aspira a ser “reconocido por su excelencia humana y académica, que en un clima de convivencia y amistad genere el mejor recuerdo en familias y alumnos”.

El colegio se define por una sólida base de valores que guían su proyecto educativo. Uno de sus principios fundamentales es la apertura a Dios, entendida como la promoción de un ambiente de reflexión, oración y celebración. Con ello, se busca que cada alumno construya su personalidad y espiritualidad desde su interioridad, en sintonía con la tradición agustiniana.

Otro de sus pilares es el sentido de comunidad, que se vive como una colaboración fraterna entre todos los miembros del centro. Esta dimensión impulsa el trabajo en equipo, la comunicación, el respeto mutuo y la responsabilidad compartida en la tarea educativa. La comunidad educativa se concibe como un solo corazón y una sola alma orientados hacia Dios.

La calidad humana es también un valor central en la propuesta del centro, según destacan en su página web. Se refleja en un clima de acogida, alegría y respeto, donde se prioriza la construcción de relaciones positivas entre alumnos, profesores y familias. A través de la empatía, la justicia, la solidaridad y la sinceridad, el colegio busca formar personas comprometidas con su entorno y con los demás.

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En cuanto a la calidad profesional, el profesorado se compromete con una actualización continua en contenidos y métodos de enseñanza. Se promueve una actitud de mejora permanente, de apertura a la crítica constructiva y de libertad responsable en el ejercicio de las competencias propias de cada educador.

Por último, el colegio impulsa una fuerte proyección social. Desde el aula y a través de campañas solidarias, se anima a los estudiantes a descubrir sus talentos y ponerlos al servicio de los demás. Esta dimensión fomenta el compromiso con el bien común, el respeto a la diversidad y la participación activa en la mejora de la sociedad.

León XIV, de 69 años y nacionalidad estadounidense, ha sido elegido este jueves por los 133 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina como sucesor de Jorge Mario Bergoglio. La fumata blanca, que anunció el resultado del Cónclave tras el segundo día de deliberaciones, marca el inicio de un nuevo pontificado en la Iglesia Católica. Hasta ahora, Prevost era prefecto del Dicasterio para los Obispos y acumulaba una extensa trayectoria pastoral, que incluye 18 años como misionero en Perú y ocho como obispo de Chiclayo.

Con su elección, se convierte en el Papa número 267 de la historia de la Iglesia.