La única casa de Madrid que no sufrió el apagón: "Tenían electricidad para aguantar muchas más horas sin luz"

Aunque parezca imposible, no toda España fue víctima del apagón general del pasado 28 de abril. El recuerdo general es el de la oscuridad total, pero la luz seguía brillando en una vivienda de Madrid. Sus inquilinos vivieron completamente ajenos a todo lo que estaba pasando fuera de sus muros, para ellos fue un día más.

Los ordenadores, la nevera, todas las luces e incluso la conexión a la red. Todo seguía funcionando a la perfección, lo que hizo que los habitantes de esta casa "no se dieran cuenta de lo que había ocurrido hasta casi una hora después", relata Teresa Serrano, portavoz de la promotora Index y de la familia.

Fue a través de noticias y personas ajenas como se enteraron de que todo el país se había quedado sin electricidad, mientras ellos vivían en un pequeño reducto. La propietaria había seguido teletrabajando con total normalidad sin imaginarse que estaba siendo la única que podía hacerlo.

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El milagro sucedió, concretamente, en la localidad de Arroyomolinos, donde la familia reside desde hace aproximadamente un año. ¿Cómo fue esto posible? No fue gracias a la magia o a un golpe de suerte, sino que fue "gracias a tener una casa desenchufada", según asegura Serrano.

Este tipo de construcciones son "completamente autosuficientes debido al sol y ahorran por la geotermia". Son casas activas que producen su propia energía a través de sus placas fotovoltaicas, incluso más de las que son capaces de consumir.

Al enterarse de lo que estaba sucediendo, la familia llamó a la promotora para preguntar "si tenían que hacer algo" o si a ellos "también se les iba a ir", pero realmente estaban utilizando la energía que ellos mismos estaban generando. "Podrían haber tenido autonomía para un apagón mucho más largo", asegura la portavoz.

Además de crear electricidad, también son capaces de ahorrar toda la que no consumen. Por lo tanto, en el momento en el que desapareció el sol, comenzaron a utilizar la energía acumulada y todo siguió su curso con normalidad. "Todo funcionó como estaba previsto en la teoría", cuenta Serrano. La familia nunca se había enfrentado a una situación así, pero gracias a su previsión la casa respondió a la perfección a una situación inesperada para todos.

Una casa desenchufada

Una casa desenchufada no solo protege de un apagón, sino que también lo hace de los precios de la energía. Estas viviendas, al generar su propia electricidad, no reciben facturas, lo que supone un fuerte reclamo a sus posibles compradores.

"Tienen capacidad para cargar lo que consumen dos coches eléctricos en dos años", afirma Serrano. Pues este sistema puede generar energía para recorrer unos 40.000 km. Esto lleva a la posibilidad de descarbonizar por completo a las familias que vivan en ellas.

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Los precios para este tipo de viviendas, dependerá de la zona y las características de la propia construcción. El coste siempre estará vinculado a los valores de mercado. Por ejemplo, una promoción en Las Rozas puede oscilar entre 1.720.000 euros y 1.200.000. En cambio, en Cubas de la Sagra se encuentran entre los 365.000 euros y los 485.000. 

La demanda de 'casas desenchufadas' se encuentra en auge por varios motivos: el COVID, la inflación en los recibos, la guerra y, ahora, se sumará uno nuevo: el apagón. Por eso, cada vez más personas se interesan por este modelo habitacional.

Este nuevo modelo constructivo ya se está extendiendo a otros puntos de la Comunidad de Madrid, como Las Rozas, Puerta de Hierro y Cubas de la Sagra.