Las peluquerías y barberías son algunos de los negocios de barrio con los que uno más se vincula. Ahí se reúne la gente una vez al mes no simplemente para arreglar su cabello, sino también para charlar mientras tanto. Hasta se podría decir, que ir a cortarse el pelo es algún tipo de acto social.

La manera en la que una persona se liga a una peluquería para en muchos casos no cambiar de local años es algo cuando menos curioso y difícil de explicar. Puede ser por la destreza de los trabajadores, la conversación o la confianza que da el local, pero es un fenómeno que afecta a cualquiera que entra por las puertas de uno de estos locales.

Quizá alguno de estos factores sean los que han hecho que El Kinze de Cuchilleros haya permanecido con sus puertas abiertas de manera ininterrumpida durante 123 años en una misma ubicación, el número 15 de la calle de Cuchilleros. No obstante, el comienzo de la barbería se remonta a 1867.

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Su fundador, Eladio Gurumeta, comenzó como Barbero y Peluquero en el número 1 de la calle Gómez de Mora. En ese local tuvo un gran éxito, sobre todo gracias a una curiosa oferta de la época, las llamadas 'igualas familiares'. Este servicio, que valía unas 30 pesetas al mes, ofrecía a todos los hombres de una misma familia un corte de pelo o afeitado una o dos veces al mes.

No obstante, el edificio donde trabajaba poco a poco fue convirtiéndose en un prostíbulo, lo que hacía que Gurumeta perdiese clientes, ya que según cuentan los barberos a Madrid Total, "las mujeres de la casa ya no querían que sus maridos se cortasen el pelo ahí".

Con la reputación de su humilde local viéndose afectada negativamente, Gurumeta optó por mudarse en 1884. Entonces, estableció su Barbería y Peluquería, aun sin nombre comercial como la mayoría de negocios de entonces, encima de la Papelería Zamora, en una vivienda de la plaza Mayor.

Con el paso del tiempo, el barbero llegó a la conclusión de que su negocio necesitaba estar a pie de calle para facilitar la entrada de nuevos clientes a su Barbería y Peluquería. De esta forma, ya en 1900, decide establecerse definitivamente no muy lejos de su antigua ubicación, en el número 15 de la calle de Cuchilleros, que hoy da nombre a la antigua barbería.

Antigua fachada del establecimiento en el número 15 de la calle de Cuhcilleros Kinze de Cuchilleros

Y desde ahí hasta el presente lleva abierta al público la peluquería barbería, arreglando tanto a clientes de toda la vida como a figuras muy conocidas del mundo de la actuación o el periodismo. 

Alfonso Sanchidrián, que lleva trabajando en EL Kinze de Cuchilleros desde los 19 años, habla con Madrid Total acerca del local y su clientela. "Aproximadamente el 90% de nuestros clientes son gente del barrio, incluso tenemos gente de 80 años que llevan viniendo desde niños", explica el barbero. 

La antigüedad del local y la destreza de sus trabajadores han hecho que muchas figuras conocidas pasen por el local e incluso sean clientes habituales de la barbería. Pruebas de esto se pueden ver en las paredes del establecimiento, repleta de recuerdos, recortes de periódico y fotografías de personajes que frecuentan el local.

Entre marcos con imágenes de Fernando Tejero y Javier Gutiérrez, Sanchidrían cuenta sus anécdotas con famosos mientras le corta el pelo a este periodista. "Durante cinco o seis años le cortaba el pelo Jorge Javier Vázquez, cuando tenía barba, de hecho, alguna vez fui a arreglarle al plató de Sálvame", comenta con una fina risa. 

Marcos con fotografías de clientes habituales de la barbería. Kinze de Cuchilleros

Otras personalidades prefieren pasarse de manera regular por El Kinze de Cuchilleros, como Arturo Pérez-Reverte, que según cuentan los trabajadores del local, "viene a cortarse el pelo un par de veces al mes"."Algunos clientes incluso dejan sus libros en el local con una nota con sus datos, para ver si cuando viene los puede firmar", asegura Sanchidrían.  

Como en una buena barbería tradicional, quien acude a por sus servicios puede elegir con quién de los 7 miembros de la plantilla quiere cortarse el pelo. Juanma, que lleva 12 años ejerciendo su profesión de barbero en este local, cuenta cómo cada peluquero tiene sus propios clientes fijos. "Yo suelo arreglar habitualmente a Pepón Nieto" cuenta a este periodista mientras le perfila la barba.

Interior de la barbería El Kinze de Cuchilleros. Kinze de Cuchilleros

Sin embargo, la larga trayectoria del local ha hecho que pase a ser un pedacito de la historia de Madrid, y eso hace que enormes cantidades de turistas pasen frente a su escaparate cada día. "Cada día pueden pasar hasta 3.000 turistas frente al local, de estos, igual entran uno o dos a cortarse el pelo", explica Sanchidrián.

La concurrencia de la calle no tiene que ver únicamente con la barbería. A unos pocos metros de su portal, se ubica el Restaurante Botín, el más antiguo del mundo, fundando en 1745 y donde el propio Francisco de Goya trabajó como friegaplatos. 

Por ello, Sanchidrián confiesa que a veces sí que desearían tener un poco menos de turismo en la zona. "Nuestro servicio es un servicio de barrio, los turistas no se cortan el pelo cuando viajan, sino que buscan qué visitar… dónde comer...", detalla a Madrid Total. 

No obstante, el ya veterano barbero se toma con humor esta afluencia de turistas cámara en mano. "De todas formas, terminas sintiéndote un poco parte de la historia de Madrid, ya que me van a levar a en su móvil de recuerdo", termina comentando con sorna.