El puesto de mercado de Materia Prima.

El puesto de mercado de Materia Prima. Materia Prima

Ocio

El restaurante junto al Bernabéu que esconde un puesto de mercado con el mejor marisco: siempre está lleno

A Materia Prima se va a 'comer por los ojos'. En su mostrador puedes pedir lo que quieras para que te lo preparen al momento y te lo sirvan a la mesa.

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Entre la gente que coge número para comprar pescado fresco para llevarse a su casa y la que se amontona en el mostrador para escoger qué prefiere pedir ese día para que se lo preparen y sirvan al momento, la entrada de Materia Prima parece un auténtico mercado de abastos.

Este restaurante de Chamartín tiene claro que aquí se viene a 'comer por los ojos'. Por eso, la comanda no se toma en la mesa, sino en lo que simula un puesto de mercado en el que se exhiben los pescados y mariscos recién traídos de las lonjas de Isla Cristina y Ayamonte; mientras que, en el escaparate contiguo, están las carnes de La Finca para el público más carnívoro.

Detrás de esta tentadora iniciativa está Ricardo Garrastazu, un emprendedor que, cansado de que su mujer encontrara excesivas las raciones en los restaurantes convencionales, decidió crear uno a su medida.

Ricardo Garrastazu, dueño de Materia Prima.

Ricardo Garrastazu, dueño de Materia Prima. Materia Prima

De esta manera, Materia Prima abrió sus puertas en la calle Doctor Fleming, 7 en 2012 con una innovadora propuesta que seduce con unas vistosas vitrinas donde se exhiben las mejores materias primas.

Desde entonces, Ricardo dio con la tecla para enamorar a los madrileños. Prueba de ello es que Materia Prima siempre está lleno.

El restaurante hace gala del producto al alcance de todos al permitir elegir lo que desea al comensal consumir y su cantidad. Por tanto, es posible pedir tres gambas cocidas o tres docenas de cigalas a la plancha. El límite lo pone el comensal.

Una manera de poder satisfacer los antojos de sus clientes a un precio razonable tanto en su espacio como en casa, ya que cuenta con una fiel clientela del barrio que realiza su compra allí. El ticket medio por comer allí es de 50 euros por comensal.

Tanto a Ricardo, como a su hijo Alejandro Garrastazu, le puedes pedir que te hagan al momento algunos de los pescados de su pequeña pescadería, como los boquerones (a 10,50 euros/150 gramos), la dorada, la lubina o el sargo (a 21,00 euros/350 gramos), entre otros.

Pero también hay cococha de merluza, rape, bacalao, langostinos frescos, lenguado, gambas peladas y más pescados y mariscos de temporada, que te sirven en las mesas del restaurante o en su verde y amplia terraza.

A su vez, en su carta, encuentras recetas sencillas que no requieren de florituras innecesarias. En su cocina de temporada destacan las verduras y hortalizas ideales para abrir boca. Espárragos, alcachofas, tomates... O carnes como el steak tartar, la carrillera o el lomo de vaca.

Para terminar, no pueden faltar sus postres caseros, entre los que destacan, la tarta fina de manzana, la maceta de tiramisú o el coulant de chocolate con helado.

Materia Prima ofrece la mejor calidad de mercado para disfrutar acompañada de una cuidada bodega en un bonito local que hace gala de un espléndido servicio. Un novedoso concepto que seduce, conquista y engancha logrando que sus clientes deseen volver.