
Imagen de archivo de la discoteca madrileña Shôko.
La historia de la diversión en Madrid que empezó con el rey "noctámbulo": los cabarets clandestinos y la fiebre del after
De Madrid a la luna. El libro Historia del ocio nocturno en España de Juan Carlos Usó Arnal (El Desvelo Ediciones) cuenta curiosidades de la vida nocturna.
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De Madrid a la luna. La capital ha sido, desde hace más de un siglo, el epicentro del ocio nocturno en España. Desde los cafés literarios del siglo XIX hasta la explosión cultural de la Movida Madrileña en los años 80, ha evolucionado constantemente en su manera de vivir la noche.
Esta transformación es analizada en profundidad en el libro Historia del ocio nocturno en España de Juan Carlos Usó Arnal (El Desvelo Ediciones). El autor cuenta curiosidades sobre la diversión madrileña y examina cómo la vida nocturna ha sido un reflejo de los cambios sociales, económicos y culturales del país.
"El ocio nocturno, que tan integrado tenemos en la sociedad de hoy en día, es una faceta de la actividad humana de aparición relativamente reciente en la historia, al menos como actividad mercantilizada", escribe a modo de introducción el escritor.
En el siglo XIX, los cafés y teatros eran los principales espacios de encuentro, donde intelectuales y artistas debatían sobre política y literatura. Lugares emblemáticos como el Café de Pombo y el Café de Madrid fueron fundamentales en la construcción de una identidad nocturna propia.
Pero Madrid empezó a llamarse "la ciudad más trasnochadora del mundo", por algunos medios, a finales del siglo XIX, por un rey apodado como el "madrileño noctámbulo". El hábito de trasnochar en la capital del Reino estaba tan arraigado, que hasta el rey Alfonso XII salía de fiesta, según recoge Usó en su libro.
Con la llegada del siglo XX, la modernización de la ciudad trajo consigo una diversificación del ocio nocturno. La aparición de cabarets, algunos clandestinos, y salas de baile permitió una mayor interacción social, mientras que la industrialización y el desarrollo del transporte facilitaron el acceso a nuevos espacios de entretenimiento. La vida nocturna dejó de ser exclusiva de las élites y se convirtió en un fenómeno más accesible para la clase trabajadora.
Uno de los momentos clave en la historia del ocio nocturno madrileño fue la Movida Madrileña, un movimiento cultural que revolucionó la ciudad en los años 80. La música, el arte y la contracultura se convirtieron en los protagonistas de la noche, con bares y discotecas como Rock-Ola y El Sol marcaron una época de creatividad y libertad.
El escritor Usó analiza cómo este fenómeno no solo transformó la vida nocturna, sino que también influyó en la identidad cultural de toda una generación. Algo que también vino acompañado de la "crisis de las drogas" desatada en España desde finales de los 70 hasta principios de los 90.
En las décadas siguientes, Madrid consolidó su reputación como una de las capitales europeas del ocio nocturno. Discotecas como BarCo, que ha cerrado este 2025, y Joy Eslava se hicieron populares, ofreciendo una variedad musical que abarcaba desde pop hasta electrónica.
Además, tuvieron que convivir con la fiebre de los afters, que resurgía en aquella época. La ciudad atrajo a jóvenes de toda Europa, convirtiéndose en un destino turístico destacado para quienes buscaban diversión nocturna.
En la actualidad, la ciudad sigue siendo un referente en el ocio nocturno, con una oferta diversa que va desde bares tradicionales hasta clubes modernos y eventos culturales nocturnos. Zonas como Malasaña, Chueca, Lavapiés y La Latina han sabido adaptarse a los cambios, manteniendo su esencia vibrante y acogedora.