Los bomberos de Madrid protestan contra el nuevo convenio horas antes de llegar a un preacuerdo.

Los bomberos de Madrid protestan contra el nuevo convenio horas antes de llegar a un preacuerdo. Instagram CSIT - Sindicato de Bomberos.

Madrid Comunidad

Los bomberos incendian 22 torretas y consiguen su acuerdo: 10.000 euros más al año y una extra por nocturnidad

El preacuerdo ha sido recibido con satisfacción por los sindicatos y pasará por los técnicos correspondientes antes de su aprobación en el Consejo de Gobierno.

Más información: El primer gran incendio del verano en Madrid obliga a desalojar dos urbanizaciones y confinar otra en Villa del Prado

Publicada
Actualizada

El Gobierno y los bomberos de la Comunidad de Madrid han logrado alcanzar un preacuerdo laboral este lunes tras semanas de negociación que han terminado con 22 torretas de maniobras humeando en señal de protestas.

La solución, cerrada tras una larga reunión el pasado lunes, incluye una mejora salarial de hasta 10.000 euros anuales, el incremento del plus por nocturnidad y ajustes en las jornadas laborales.

El pacto se ha acordado con las organizaciones CSIT Unión Profesional, CSIF Madrid, CC.OO. y UGT, y llega después de semanas de creciente malestar entre los bomberos madrileños después de que, según los sindicatos profesionales, la Consejería de Hacienda rompiera la baraja en la negociación.

Como forma de protesta, horas antes, los efectivos habían llegado a quemar 22 torretas de maniobras repartidas por la región. Una señal clara del deterioro de la relación entre el colectivo y el Gobierno autonómico, que finalmente ha conseguido reconducirse.

Desde CSIF han celebrado el preacuerdo, aunque recuerdan que el proceso no ha sido sencillo y culpan a la consejera de Economía, Rocío Albert, que es la encargada de dar el 'ok' final al incremento del gasto en las arcas públicas.

"El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ya había dado el visto bueno, pero fue la Consejería de Economía quien bloqueó el pacto", lamentaban días atrás.

El hecho no era nuevo. En la mayoría de las huelgas de funcionarios dependientes de las Administraciones es la consejería de Hacienda y Función Pública la que da el "ok" definitivo, aunque las consejerías de las respectivas ramas sean las que hacen las negociaciones.

Horas antes de la firma, los sindicatos denunciaban en un comunicado que la Consejería de Hacienda había intentado "reventar" el acuerdo laboral refrendado tanto por la plantilla como por el propio viceconsejero de la Agencia 112.

Según explicaban, la consejera del ramo, Rocío Albert, introdujo hasta 17 modificaciones de calado, una de ellas especialmente controvertida: abrir la puerta a una rebaja salarial para aquellos efectivos que no participen directamente en las emergencias.

Finalmente, y tras esa larga y tediosa negociación, todo parece indicar que el Ejecutivo de Ayuso ha cerrado filas y ha logrado firmar un preacuerdo que, en palabras de Juan Carlos Martínez, responsable de Bomberos en CSIF Madrid, "supone un avance importante en el reconocimiento de la labor del cuerpo".

Ahora el texto deberá ser validado por los técnicos competentes y posteriormente aprobado por el Consejo de Gobierno.

Las condiciones pactadas incluyen una subida salarial que podría llegar hasta los 10.000 euros anuales en función de la categoría profesional, la mejora del coeficiente de nocturnidad —un plus que compensa las horas trabajadas por la noche— y un ajuste en el cómputo anual de jornadas laborales.

Todas ellas son reivindicaciones históricas del colectivo, pero no cumplen el 100% de las demandas de los sindicatos.

Con este acuerdo, el equipo de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso consigue evitar (de momento) un conflicto laboral que amenazaba con estallar en pleno verano y que habría supuesto un fuerte impacto en la operativa de emergencias de la región.

De hecho, este mismo lunes 25 operativos del cuerpo de bomberos se tuvieron que desplazar hasta Villa del Prado para atender el primer gran incendio de la temporada que terminó confinando una urbanización y desalojando dos.