Este es el caso de Más Madrid que, de forma bastante directa, ha dejado bien claro que no quiere que se confunda la marca Sumar con su trabajo de todos estos años en la Comunidad de Madrid.

Así lo han manifestado después de que Sumar haya convocado para la próxima semana varias asambleas en territorio madrileño sin habérselo notificado previamente a la directiva de Más Madrid. El objetivo, según el mensaje difundido a los inscritos en Sumar, es debatir sobre el futuro de la formación de Yolanda Díaz.

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¿El problema? Lo hacen sin avisar a Más Madrid y en un territorio donde a Sumar sólo se le 'permite' presentarse en las elecciones generales y nunca a las municipales y autonómicas. Desde el partido de Mónica García y Rita Maestre, el gesto de los de Yolanda Díaz se interpreta como una forma de marcar perfil propio y de realizar un "despliegue orgánico" de Sumar en paralelo a Más Madrid. Cosa que no gusta.

Aunque fuentes consultadas por Madrid Total insisten en que el proyecto de Sumar "a nivel nacional" es lo que defienden desde Más Madrid, "chocan" en las formas que está usando la coalición de partidos.

Y es que, en el email que han recibido los simpatizantes de Sumar, se engloban estas asambleas locales en la "primera asamblea de Sumar" que se celebrará en tres semanas. Es decir, que parece una especie de 'preparatoria' para el gran encuentro en el que Díaz debe sentar las bases formales de Sumar.

Pero los coordinadores de Sumar niegan la mayor y aseguran que "al igual que ha habido reuniones para organizar la campaña electoral nacional o los apoderados del 23-J" han convocado estas citas. Consideran que es una manera de "mantener a la gente activa". Pero lo que está claro es que lo han hecho a espaldas de Más Madrid y en su propio territorio. "Dicen que no hay ningún interés, pero los actos son otros".

La portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, en la manifestación sobre el Sáhara Occidental, junto a Yolanda Díaz. EP

Es importante dónde se han citado a los afiliados: Carabanchel y Moratalaz (en Madrid capital), San Sebastián de los Reyes, Rivas-Vaciamadrid y Torrejón. La elección no parece casual, puesto que Rivas es el único gran municipio en el que Podemos e Izquierda Unida tienen un poder significativo y la propia Díaz hizo campaña en las elecciones municipales.

Hay que recordar que Más Madrid se ha consolidado como segunda fuerza en Comunidad y Ayuntamiento, y a nivel regional gobiernan para casi 700.000 madrileños (en municipios como Alcorcón, Getafe, Parla o Rivas) y solo en la capital tienen 126 vocales vecinos en los 21 distritos.

"El centro de nuestra actividad política es y seguirá siendo Madrid, donde nuestro objetivo más claro es gobernar en 2027, y, por tanto, no vamos a perder ni nuestro rumbo, ni nuestra autonomía, ni nuestra marca política, ni nuestras señas de identidad", señalan ante esta situación.

Malestar general

Rita Maestre, Manuela Bergerot o Emilio Delgado han sido algunos de los que han manifestado su malestar con la actuación de los de Yolanda Díaz. Igual que el correo de Sumar se distribuyó por mails y de forma silenciosa, la estrategia de Más Madrid ha consistido reprochar con indirectas y a golpe de tuit el movimiento de Díaz.

La portavoz de Más Madrid en la Asamblea regional, Manuela Bergerot, era la primera en mostrar su descontento. "Nuestro compromiso con Sumar para cambiar España es inequívoco. Pero está muy claro que en Madrid hay un único proyecto consolidado, en crecimiento y que funciona: se llama Más Madrid", escribía. 

Argumento muy similar al lanzado por Emilio Delgado, portavoz adjunto y uno de los perfiles más en auge dentro del partido. En su caso, denunciaba que desde Más Madrid habían contribuido a la formación de gobierno progresista en España "con más de medio millón de votos y nuestros mejores cuadros". "Si alguien confunde la generosidad con la candidez, se equivoca. Aquí hay una fuerza arraigada, sin tutelas y con futuro: Más Madrid".

Por su parte, Rita Maestre, ha defendido, en declaraciones a este medio, que Más Madrid es un socio leal, "sin levantar una voz discordante en ningún momento". "Pero la confianza se construye con reciprocidad, si no es un acto de fe", puntualiza.

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Por ello, considera que convocar asambleas territoriales en Madrid sin contar con Más Madrid genera "confusión" y "va en la dirección contraria a la de aglutinar a los progresistas madrileños y configurar un espacio útil, reconocible y atractivo para cambiar el país".

Aun así, reconoce que todo "puede y debe ser compatible con el fortalecimiento a nivel estatal de Sumar", pero siempre reconociendo "dónde hay un arraigo, un espacio consolidado, y una alternativa clara". "Y eso en Madrid es Más Madrid. Queremos seguir aportando al espacio, sabemos que hay que ensancharlo y desde ahí queremos aportar, pero respetando lo que funciona", finaliza.

El poso gallego

Los resultados de las elecciones gallegas, desde el punto de vista madrileño, refuerzan la teoría de que el poder de Sumar está principalmente en Cataluña, Madrid o Valencia, lugares donde ya había partido regionales implantados y con buenos resultados. "Los proyectos que funcionan son los que tienen base y arraigo en el territorio", destacan.

Entienden que el BNG fue quien focalizó todos los votos, dejando a Sumar sin un sólo escaño en las elecciones gallegas. Fueron los comunes, Más Madrid y Compromís los partidos en los que Yolanda Díaz se apoyó para conseguir votos en las elecciones generales del 23-J y, sin ellos, su fuerza queda claramente debilitada.

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Es en ese contexto en el que los de Yolanda Díaz deben liderar la formulación del partido que, por el adelanto electoral, se dejó en el aire. Los movimientos de Sumar no ponen fáciles las negociaciones. Paradas en estos momentos, según Más Madrid.

Lleno en el acto de precampaña de Más Madrid en Lavapies. Más Madrid

El trabajo que tiene Yolanda Díaz por delante no es nada fácil. Debe de acordar en qué va a consistir el encaje de todos estos partidos con marcada identidad local en un Sumar que se ha visto debilitado por los resultados gallegos. Con esta debilidad, algunas voces discordantes de Más Madrid ven en el gesto de convocar pequeñas asambleas el interés de construir una "estructura orgánica paralela" a ellos y eso hace saltar las alarmas.

Los de Manuela Bergerot quieren que, tanto a nivel autonómico como local, se les reconozca el espacio que tienen en Madrid. "En el ámbito estatal somos fiables y leales, sin voces discordantes, pero entendemos que la confianza es algo recíproco", reprochan.

Contexto nacional

Todo esto ocurre unas semanas antes de que se celebre su primera asamblea fundacional de Sumar, que no tiene ubicación decidida. En un primer momento, se había hablado de Madrid aunque, por el momento, no hay nada seguro más que la fecha: el 23 de marzo.

De hecho, desde el partido de Mónica García habían manifestado su malestar con esta hipótesis porque quieren "independencia de las marcas" respecto a Sumar. De hecho, Compromis (un partido con una implantación similar en Comunidad Valenciana) ya anunció que no acudiría a dicha Asamblea nacional.

El objetivo de esa gran asamblea nacional es marcar las bases de Sumar y ver de qué manera encajan los partidos regionalistas en su organigrama. Desde Más Madrid insisten en que, para ellos, Sumar es la mejor de las opciones a nivel nacional, pero no quieren que esa opción les 'difumine' entre su electorado.

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Entre los objetivos que se ha puesto Díaz para la cita del 23 de marzo está nombrar a la ejecutiva y decidir la estructura del partido que, previsiblemente, será "confederal". Además, habrá que llegar a un pacto de representación y, sobre todo, de elección de candidatos.

Las decisiones que se tomen ahora afectarán a cómo se presente Sumar en las elecciones europeas (en las que se trabaja por circunscripción única) y en cómo se configura en la coalición de partidos en el que espera ser su gran congreso en otoño. El que ya se ha presentado como el último paso para configurar la coalición estatal.