Acto de descubrimiento de la placa homenaje a María Moliner en su casa de Tetuán, con la concejala del distrito, Paula Gómez-Angulo; la nieta de la autora, Olivo Ramón García; la delegada de Cultura del Ayuntamiento, Marta Rivera de la Cruz, y el escritor Andrés Neuman.

Acto de descubrimiento de la placa homenaje a María Moliner en su casa de Tetuán, con la concejala del distrito, Paula Gómez-Angulo; la nieta de la autora, Olivo Ramón García; la delegada de Cultura del Ayuntamiento, Marta Rivera de la Cruz, y el escritor Andrés Neuman. Ayuntamiento de Madrid

Madrid Capital

La casa de Madrid donde se escribió durante 15 años el gran diccionario del español: el nuevo homenaje a su autora

El Ayuntamiento de Madrid ha colocado una placa en el barrio madrileño donde residió María Moliner en su memoria.

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En la fachada del número 1 de la calle Quijote, en el distrito madrileño de Tetuán, una placa recuerda la memoria de María Moliner, la bibliotecaria y filóloga aragonesa del siglo XX, autora del Diccionario de uso del español, obra que redactó en solitario durante más de quince años.

Lo hace desde este miércoles, ya que la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, acompañada de la concejala del distrito, Paula Gómez-Angulo, la ha descubierto para recordar -en el 125º aniversario de su nacimiento- a la mujer que escribió la que es considerada una de las mayores aportaciones a la lexicografía del siglo pasado.

Y es que la ubicación elegida en el barrio de Cuatro Caminos es precisamente el lugar donde Moliner residió durante décadas. Esta vivienda fue testigo, a comienzos de los años cincuenta, de la acumulación de miles de fichas con definiciones y ejemplos que daría lugar al mencionado diccionario.

Desde esa esquina, con vistas a la calle de Raimundo Fernández Villaverde, dio forma a lo que la delegada ha calificado como "una de las obras más monumentales de nuestra lengua".

Durante el acto, Rivera de la Cruz ha destacado que "Madrid reconoce no solo a la lexicógrafa incansable, sino también a la mujer que iluminó con su diccionario el camino de generaciones enteras".

Placa homenaje a María Moliner en Tetuán.

Placa homenaje a María Moliner en Tetuán. Ayuntamiento de Madrid

En la ceremonia, además, han participado familiares de Moliner, entre ellos su nieta, Olivo Ramón García, y el escritor Andrés Neuman (que acaba de publicar Hasta que empiece a brillar, libro en el que recupera la hazaña vital de la autora).

Ramón García, de hecho, ha recordado la vida de su abuela en dicha casa, donde llegó en 1946 junto a su familia. "Fue aquí donde, con los hijos ya mayores y en un entorno cambiante, retomó una vocación intelectual tantas veces postergada. Tardó más de quince años en culminar el diccionario, pero nunca restó atención a su familia: el Moliner convivió como un hermano más", ha relatado en declaraciones recogidas por Europa Press.

80.000 palabras

Archivera y bibliotecaria, María Moliner nació en un pueblo de Zaragoza en marzo del 1900. Pocos años después, tras pasar por Soria, su familia se instaló en Madrid, donde acabó sus días en 1981.

En 1922 ingresó en el Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios y colaboró con las Misiones Pedagógicas de la II República, impulsando bibliotecas rurales y redactando en 1937 las Instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas.

En 1946 volvió a Madrid para instalarse, tras pasar por ciudades como Valencia, Murcia y su provincia natal. Empezó a dirigir la biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (UPM), donde trabajó hasta su jubilación en 1970.

En 1950 será cuando encuentre el tiempo -debido a una etapa de su vida en la que sus hijos ya eran mayores y su marido vivía en otra ciudad- para dedicarse a su principal interés: las palabras.

En concreto, 80.000 palabras son las que escribió en su Diccionario de uso del español que comenzó ese mismo año. Lo publicó la Editorial Gredos entre los años 1966 y 1967 en dos volúmenes. Una obra que ha conocido, en esa primera edición, 20 reimpresiones. Además, ha sido reeditada, en una segunda edición, revisada y aumentada en 1998.