Pío Baroja (1872-1956) será hijo adoptivo de Madrid. El nombramiento se hará efectivo en el próximo pleno del Ayuntamiento de la capital. Allí, previo debate, todos los partidos con representación en el Consistorio votarán a favor de la propuesta. A tenor de lo contrastado por este periódico, PP, Más Madrid, PSOE, Vox y Ciudadanos brindarán sus votos al escritor donostiarra.

La idea nació de la sociedad civil, a través de una plataforma de escritores y personalidades del mundo de la cultura. El editor Joaquín Ciáurriz y Mariano Zabía enviaron un documento y un listado de firmas al alcalde de la ciudad (incluidas la del Nobel Mario Vargas Llosa o el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado).

Acto seguido, José Luis Martínez-Almeida dio el visto bueno y lo compartió con Begoña Villacís, su socia de gobierno y vicealcaldesa de la capital. Asegurados los votos de PP y Ciudadanos, faltaba por conocerse el parecer de las demás organizaciones. En conversación con EL ESPAÑOL, fuentes autorizadas de Más Madrid, Vox y PSOE confirman que dirán "sí" en la votación.

La unanimidad aunada por el nombre de Baroja resulta casi inédita, más y cuando se trata de una figura poliédrica, construida por un sinfín de matices. En este tiempo donde el afán de cancelación cultural encuentra apoyos a uno y otro lado del arco parlamentario, es muy poco frecuente que un escritor coseche un apoyo tan transversal.

No obstante, conviene apuntar que el pleno del Ayuntamiento de Madrid, a diferencia del Congreso, sí arrojó unanimidad, por ejemplo, en el peor momento de la pandemia, cuando todos los partidos sellaron los llamados "pactos de la Villa".

[Pío Baroja, un escritor contra el rebaño]

Pío Baroja nació en San Sebastián y creció en Pamplona, pero su vinculación con Madrid resulta difícilmente cuestionable. Fue la ciudad en la que más tiempo vivió. La Cuesta de Moyano, el Parque del Oeste, las librerías de viejo del barrio de Las Letras, la calle Alcalá o El Retiro están restrechamente ligados a su figura.

Como si fuera de una manera orquestada (Luis Antonio de Villena suele hablar del "cuidadoso descuido barojiano"), el escritor dedicó ciclos de novelas al Madrid del arrabal, el Madrid isabelino, el Madrid estudiantil o el Madrid bohemio. "Hoy es generalmente aceptada la existencia de un Madrid barojiano, hecho sólo comparable con la existencia de un Madrid galdosiano", reza el manifiesto que se entregó al alcalde.

Igual que ha ocurrido tras la muerte de Javier Marías (muchos de sus admiradores y amigos han lamentado que no se le diera el Nobel), lo mismo sucedió con Pío Baroja. Ernest Hemingway o Camilo José Cela, que sí recibieron el galardón sueco, siempre dijeron que el autor de La busca lo mereció más.

El nombramiento de Pío Baroja y Nessi como hijo adoptivo de Madrid llegará cuando se cumplen 150 años de su nacimiento: 28 de diciembre de 1872.

Los partidos políticos

Con motivo de esta misma efeméride, se produjo un debate parecido en el Ayuntamiento de San Sebastián. El PP propuso que se le concediera a Baroja la medalla de oro de la ciudad, pero sólo hubo tres votos favorables: los de los concejales proponentes.

Podemos, PSOE, Bildu y PNV se posicionaron en contra, dijeron alabar la obra de Baroja, pero pusieron sobre la mesa algunos escritos del autor contra San Sebastián y el nacionalismo. El escritor era repudiado así por el pleno de su localidad natal.

El mérito de lo que está a punto de suceder en Madrid anida precisamente en los textos de Baroja. Todos los partidos, de derechas y de izquierdas, podrían encontrar en la prolífica producción barojiana textos con los que justificar (utilizando el sistema de medición típico de los días de la cancelación) una abstención o un voto en contra. Pero no lo han hecho.

El PP, por ejemplo, podría haberse agarrado a las críticas de Baroja al conservadurismo. Vox podría haber esgrimido sus ataques a los curas. El PSOE, la enmienda al socialismo del autor. Ciudadanos, sus críticas a la democracia liberal en un momento determinado de su vida.

Rita Maestre, líder de la oposición, responde a EL ESPAÑOL: "Por supuesto que vamos a apoyar el reconocimiento". Acto seguido, añade: "Volveremos a señalar el enorme desequilibrio de género en relación a estos honores. Cero mujeres y 22 hombres. No puede ser. Hay que corregirlo".

La portavoz de Más Madrid propondrá en el pleno conceder el mismo distintivo a Maruja Mallo, pintora de cuyo nacimiento se cumplen ahora 120 años y que lideró el movimiento de las "Sinsombreros": "Mujeres brillantes que se quitaron ese corsé intelectual que les relegaba al papel de esposas y madres y participaron sin complejos en la vida intelectual española de los años veinte y treinta". Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín, Marga Gil Roësset, María Zambrano o María Teresa León son otros de los nombres mencionados por Maestre.

En Vox, responden así a la consulta de este diario: "Estamos a favor, por supuesto. Acudimos al homenaje que se le brindó a Baroja en la Cuesta de Moyano. No vimos a nadie más de la oposición. Esperamos que el voto sea unánime".