La Gran Vía en 1954.

La Gran Vía en 1954. Horacio Novais. Cedida por Madrid Coloreado

Madrid Total

Xabier, el guía turístico que 'colorea' el Madrid clásico y enseña su lado más tétrico, mágico y enigmático

Este madrileño de adopción relata en 'Madrid Coloreado' la historia de la ciudad gracias a fotos antiguas que rescata y pinta.

7 abril, 2023 02:27

En la primera película de 'Regreso al Futuro', Marty McFly viaja 30 años atrás en el tiempo. En su rostro se aprecia cómo le impacta ver lo mucho que su propia ciudad, Hill Valley, ha cambiado en ese tiempo. Un efecto similar consigue gracias a sus publicaciones Madrid Coloreado.

La Puerta de Alcalá, el Palacio de Cibeles, la Plaza Mayor, el Parque del Retiro, la Gran Vía... algunas de las localizaciones más importantes de Madrid viajan al pasado gracias a unas fotografías que Xabier Unibaso resucita para acercar el ayer al ojo de hoy.

Él les otorga color para visualizarlas tal y como eran en aquel momento, logrando ofrecer una nueva mirada a esos viejos emplazamientos que, en aquella época, sólo podían ser retratados en blanco y negro.

Y lo mismo sucede con escenas de distintas épocas que son relevantes por emblemáticas, representativas o llamativas. Con una ojeada por su perfil es fácil hacerse una idea de cómo han evolucionado la arquitectura, la moda, los transportes e incluso los momentos más cotidianos.

Incluso sin su capa de color, esas imágenes son impactantes y su trabajo de documentación es también esencial y sugestivo. Las fotos de Madrid Coloreado cuentan relatos, muestran el patrimonio cultural e histórico de la ciudad y son una forma de descubrirla desde un ángulo original.  

Más que una afición

Para Unibaso, de 42 años, todo "empezó como una afición", según cuenta en una entrevista con Madrid Total. Poco antes del confinamiento de 2020, como no podía trabajar como el guía turístico que es, decidió colorear su primera foto.

Su estreno llegó con una imagen una muy particular. En ella, Joaquín Sorolla aparece con su familia en su casa de Madrid, o eso pensó Unibaso. Más tarde descubrió que la instantánea fue tomada en el hogar del suegro del pintor en Valencia. Vio que no era el primero que recreaba esa foto y se animó a seguir con esta labor.

La familia del pintor Joaquín Sorolla en la casa de su suegro, Antonio García Peris, la Nochevieja de 1907.

La familia del pintor Joaquín Sorolla en la casa de su suegro, Antonio García Peris, la Nochevieja de 1907. Antonio García Peris Cedida por Madrid Coloreado

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"¿Y cómo se hace esto?", se preguntó. Empezó a probar y para él fue "como una epifanía". Sentía que estaba haciendo "magia". Él había estudiado diseño, pero el dibujo realista no era lo suyo. Ahora, ese inconveniente estaba salvado: sólo tenía que colorearlo para devolver Madrid a su antigua gloria.

Inició una cuenta de Twitter para compartir esa frescura que aportaba a las imágenes. Y fue todo un éxito, ya que actualmente le siguen más de 30.000 personas. Debido a su pasión por Madrid y sus crónicas, decidió focalizar su nuevo quehacer en la capital. El resto, nunca mejor dicho, es historia.

Selección de fotografías

Había fotos que él considera "míticas" y que quería ver sí o sí en color. Y como no las encontró, se puso manos a la obra. Investigando fue descubriendo más y más fotografías y su singular biblioteca creció. La mayoría pertenecen originalmente a autores fallecidos hace más de 80 años, con lo que son de dominio público.

A él, esto le sirvió para reencontrarse con la creatividad, que estaba "latente". Había apartado su lado musical y dejado a un lado el bajo, con el que tocaba rumba flamenca y rumba fusión tras estudiar jazz en Chichester (Inglaterra). Y lo mismo había sucedido con su inquietud por el diseño gráfico.

La calle Montera y los desaparecidos Almacenes Arias en 1969.

La calle Montera y los desaparecidos Almacenes Arias en 1969. Cedida por Madrid Coloreado

Para editar las imágenes, usa un programa "rústico" y más básico que Photoshop. Un amigo suyo realizó una adaptación de otro software que le "funciona bastante bien" para convertir esas imágenes a la nueva realidad.

La cantidad de tiempo que dedica varía mucho de una foto a otra. Cuantos más elementos tiene, más se complica. A veces tarda horas y otras le cuesta días.

Verbena en Cuatro Caminos a comienzos del siglo XX.

Verbena en Cuatro Caminos a comienzos del siglo XX. José Regueira Cedida por Madrid Coloreado

Como sucede en otros ámbitos, muchas veces la fotografía a la que dedica más esfuerzo y tiempo no es la que mejor recibe el público. Pone como ejemplo una que le costó mucha dedicación y tuvo un éxito moderado. Se trata de una panorámica de Cuatro Caminos durante una verbena con unos cabezudos a un lado y una caseta con un espectáculo al otro. Y entremedias, un tiovivo y una terraza.

En el lado contrario, se refiere a una fotografía del Metro de Madrid, en la que sólo aparecen los coches que empezaron a funcionar en 1965. Tuvo muchísimas interacciones con gente diciendo que no era de ese año o que los vagones no correspondían. Su tuit con ese trabajo alcanzó los 17.000 'me gusta' en Twitter.

El 'lado oscuro' de Madrid

El amor de Unibaso por Madrid había comenzado mucho antes, en 2009, cuando se mudó a la ciudad tras su paso por Inglaterra. Fue a parar al centro histórico de la capital, la Plaza Mayor.

Allí, desde su balcón, pudo escuchar las visitas guiadas que en la zona tenían lugar y le impactó la riqueza de las historias y las leyendas que había en cada esquina. 

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Eso le llevó a la biblioteca de su tía abuela, donde se sumergió entre libros sobre Madrid. En Inglaterra, con casos como el de Jack el Destripador, las leyendas y crímenes históricos eran algo popular y en Madrid ese era un mercado por explorar en el que él quiso aventurarse. A su alrededor había relatos truculentos y misteriosos que estudiar.

Se propuso enseñar la cara oculta de Madrid, lo que no es tan conocido. Quería "una vuelta de tuerca" más allá de los clásicos y de lo que típicamente se cuenta en la Puerta del Sol.

Xabier Urbaso

Xabier Urbaso

Unibaso, que cuenta con un grado superior de Turismo, empezó a ejercer de guía y fundó Madrid Tour Misterio. Bajo ese abanico, actualmente ofrece visitas por Madrid englobadas en tres categorías: Madrid mágico, Madrid enigmático y Madrid tétrico.

En el primero cuenta con visitas a palacios y casas encantadas. Sobre ellas rondan historias similares a las clásicas sobre fantasmas. Él ameniza ese tour con psicofonías, porque le gusta incorporar una parte audiovisual. Ya sean vídeos, audios o las imágenes que él mismo colorea, todo ello actúa como "un aliciente". También hay juegos de pistas en forma de yincana para lograr una mayor participación.

La parte enigmática se refiere a la ufología y casos al respecto que acaecieron en Madrid en los años 60. Los usa como hilo conductor de un tour que también tiene elementos interesantes tanto para los creyentes de los habitantes inteligentes en otros planetas como para los que que tienen más curiosidad sobre sectas. En este rango hay también una visita en el que el eje es la masonería.

En Madrid tétrico incluye la visita sobre los crímenes de la calle de Fuencarral, que es "crónica negra en estado puro", y la de la Inquisición en Madrid. Detrás "hay mucha leyenda negra" pero lo que está claro es que cuenta con un lado "oscuro y poco ético".

El secreto de la capital

Pese a haber pasado por varias ciudades, ninguna otra le provocó esa fascinación como Madrid, ni ese afán por profundizar en sus anécdotas y su arquitectura. Ni siquiera Bilbao, de donde él es originalmente. "He tenido que irme fuera para interesarme por la historia y por el lugar donde vivo", comenta.

Él se considera "madridado" y cree que en Madrid tiene "algo" que no ha "encontrado en otras ciudades": "En Madrid puedes encontrar diferentes ciudades". Es algo que pasa en más lugares, pero que en la capital él ve "muy marcado". "De una calle a otra puedes cambiar de un Toledo a una maqueta de Nueva York", afirma, destacando el "contraste" que existe en la ciudad. "Eso es algo que me atrae", añade.

"Nunca me saco fotos, soy más de hacerlas que de aparecer yo en ellas", cuenta Unibaso cuando se le pide una imagen para ilustrar este artículo. Tanto con su labor coloreando obras de otros fotógrafos, como en sus funciones de guía, este madrileño de adopción acerca el pasado de Madrid a su presente, rescatando del olvido y dando una nueva vida a lo añejo. La Historia ya no queda tan lejos.