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Opinión

Perspectivas de los mercados bursátiles

Rafael Hurtado Coll
Publicada

El mes de noviembre ha vuelto a ser positivo en los mercados bursátiles. El S&P 500 se revalorizó un +0,13% en el mes, encadenando así siete meses de subidas consecutivas. El Euro Stoxx 50 avanzó un +0,11% en el mismo periodo, mientras que el Ibex 35 registró un incremento del +2,11%.

Noviembre ha sido, de nuevo, un buen mes, aunque no exento de cierta volatilidad y ligeras correcciones. A pesar de que los beneficios empresariales se mantienen sólidos —incluso muy sólidos en el caso del S&P 500—, que las perspectivas económicas para los próximos meses son positivas y que las políticas monetarias comienzan a tornarse más acomodaticias, las bolsas muestran síntomas de “mal de altura”.

Los tres factores principales que provocaron las pequeñas caídas a mitad de mes fueron: en primer lugar, las dudas sobre la sostenibilidad de la elevada inversión empresarial en inteligencia artificial. En segundo lugar, la posibilidad de que la Reserva Federal no reduzca los tipos en su reunión del 10 de diciembre. Y, en tercer lugar, tras meses consecutivos de subidas y con muchos índices cerca de máximos, algunos inversores optaron por realizar tomas de beneficios.

En relación con la inteligencia artificial, aumenta la preocupación sobre que los retornos esperados por las compañías no alcancen las previsiones iniciales, lo que podría derivar en una moderación del CAPEX destinado a esta área. A pesar de los excelentes resultados de Nvidia, el mercado mantiene sus dudas, especialmente ante el creciente debate sobre una posible sobrevaloración —o incluso burbuja— en empresas ligadas a esta temática.

Es cierto que los múltiplos del sector tecnológico no son bajos, pero en este año realmente no se han incrementado, ya que las cotizaciones han subido al mismo ritmo que los beneficios.

Hay que ser conscientes de que los mercados acumulan tres años de alzas y que la economía se encuentra en una fase prolongada de expansión desde 2021

Por ejemplo, el índice Nasdaq cerró 2024 con un PER de 35,8 veces, el mismo que presentaba a finales de noviembre. Nvidia, la mayor empresa del mundo, tenía un PER de 52,9 veces a cierre de 2024, mientras que en noviembre era de 44,8 veces.

Respecto a una posible reducción del CAPEX en inteligencia artificial, es difícil anticipar si sucederá y, en caso afirmativo, cuándo. Creo que la inversión podría ralentizarse por diversos motivos —entre ellos, algunos poco mencionados como el enorme consumo energético que requiere la IA—. No obstante, considero que esta desaceleración no se producirá en los próximos meses.

En relación con las tasas de interés, es complejo prever con certeza su evolución, ya que la inflación puede mantenerse volátil. Sin embargo, todo indica, con la información actual, que las políticas monetarias en 2026 serán más laxas que en años previos. Independientemente del ritmo al que bajen los tipos en Estados Unidos, el balance de la Reserva Federal ha dejado de reducirse, lo que garantiza un nivel de liquidez elevado, clave para sostener los mercados.

En el plano geopolítico, el entorno parece más calmado, con una situación comercial más estable y la posibilidad de avances hacia un plan de paz en Ucrania. Además, en noviembre finalizó el cierre gubernamental más largo de la historia en EEUU (43 días), cuyo impacto económico anticipamos que será limitado. En el lado negativo, se han incrementado las tensiones geopolíticas entre EEUU y Venezuela.

Hay que ser conscientes de que los mercados acumulan tres años de alzas y que la economía se encuentra en una fase prolongada de expansión desde 2021. Aun así, creo que el ciclo económico y bursátil aún puede prolongarse. Los buenos beneficios empresariales, unidos a una política monetaria más acomodaticia y a un soporte estructural del mercado, refuerzan esta visión.

La situación actual está lejos de la vivida hace 25 años: ni las valoraciones están tan elevadas ni el apalancamiento es tan generalizado

No obstante, hay que recordar que el mercado no estará exento de volatilidad y de correcciones. Los múltiplos, aunque exigentes, no alcanzan niveles irracionales como los de finales de los 90 y comienzos de 2000, durante la burbuja “.com.”

Pero sí es cierto que, ante cualquier duda o mala noticia, muchos inversores optan por la prudencia y la toma de beneficios. La situación actual está lejos de la vivida hace 25 años: ni las valoraciones están tan elevadas ni el apalancamiento es tan generalizado.

Mi visión continúa siendo constructiva para los mercados bursátiles, al igual que la de muchas gestoras internacionales, cuya principal apuesta para 2026 es la renta variable global. No obstante, es preferible no perseguir precios y entrar en el mercado de manera escalonada, aprovechando las correcciones cuando sea posible.

En este contexto, creo que los productos de inversión con alta diversificación y flexibilidad siguen siendo herramientas idóneas para una gestión patrimonial sólida y equilibrada. Permiten adaptarse a distintos escenarios de mercado y ajustarse al perfil de riesgo de cada inversor, aprovechando oportunidades a medida que aparecen.

*** Rafael Hurtado Coll es director de inversiones y de estrategia de Allianz Soluciones de Inversión AV.