Querido jubilado activo que llevas trabajando años, desde antes de abril de este año: ¡La Seguridad Social te ha ninguneado e, incluso, se podría decir que te ha engañado!
Un jubilado activo mantiene su actividad profesional después de pensionarse. Sigue aportando trabajo al desarrollo del país y pagando IRPF por esa actividad profesional; con sus impuestos se autopaga parte o, incluso, toda la pensión.
Por ello se permitía al jubilado activo cobrar el 50% de la pensión a cambio de ¡dejarle ejercer una profesión remunerada! (como si el trabajo no fuera un derecho natural). Solo en caso de que tuviera un empleado a su cargo, el jubilado activo cobraba el 100%; entonces los números eran aún más favorables para el Estado y desfavorables para el jubilado.
A principios de 2025 había sólo unas 65.000 personas en esta situación. El éxito del programa era cuestionable cuando la cifra de jubilados sobrepasa los 10 millones de personas.
Por eso, con objeto de ayudar a retrasar la entrada voluntaria en la jubilación, la Seguridad Social modificó las condiciones de jubilación activa en abril de este año para animar a esa jubilación activa.
La Seguridad Social ha dado la callada por respuesta. Los ha ninguneado (que diría un castizo)
Ahora, desde abril de este año, los nuevos pensionistas que optan por la jubilación activa pueden percibir porcentajes de su pensión, hasta el 100%, según los años en que retrasen su jubilación respecto a la edad legal de la misma; luego, si no llegan al total, según casos, la van aumentando un 5% anual hasta el 100%. De manera que se han mejorado las condiciones de la jubilación activa. Algo loable.
En consecuencia, la Seguridad Social, debería haber modificado la situación de aquellos jubilados activos, que en su tiempo accedieron a esa condición en situaciones similares a las que pide la nueva regulación aprobada este abril pasado.
Pero no, de momento siguen cobrando el 50% de la pensión sin aplicar el derecho a la “cláusula más favorecida” por una regulación posterior a la de su jubilación. La Seguridad Social ha dado la callada por respuesta. Los ha ninguneado (que diría un castizo).
Además, cuando algún jubilado activo ha ido a reclamar, la respuesta ha sido: “lo estudiaremos, aunque puede que tarde meses, sino años, en resolverse, si se resuelve”. La célebre frase de Larra sobre España: “vuelva usted mañana” que al día siguiente se repetirá.
Porque hicieron una norma sin efectos retroactivos, tendrían que modificarla o interpretarla para aplicar la cláusula de mejor derecho por aplicación de una norma posterior para regularizar la situación de muchos jubilados antiguos.
No se entiende por qué no pueden cobrar el 100% de la pensión, dado que han cotizado religiosamente
Además, de los 65.000 jubilados activos antes de la norma, no todos tendría derecho a modificar su pensión, ¡por tanto, son pocos a efectos electorales!
Encima, dado que los beneficiarios pueden haber estado trabajando muchos años, algunos volverán pronto a la jubilación total, porque dejarán de trabajar profesionalmente y otros pasarán a la otra vida y entonces ¡ya no necesitarán la pensión!
Se debería tener más consideración con estos ciudadanos que, habiendo abonado mes tras mes sus cotizaciones durante años, quieren seguir aportando su trabajo a la sociedad.
Un trabajo que, a su vez, genera trabajo a otros, impuestos a través de más consumo con IVA e IRPF, y salud (según los estudios médicos) lo que conlleva menos gastos de sanidad al Estado.
No se entiende por qué no pueden cobrar el 100% de la pensión, dado que han cotizado religiosamente. Pero todavía se entiende menos la cicatería de esta administración, que después de abril de este año no los tiene en cuenta para revalorizar las pensiones a los que corresponda.
Todos los jubilados pueden recibir rentas de alquileres, inversiones … e, incluso, como miembros de Consejos de Administración compatibles con la pensión ¿Por qué estos ingresos son compatibles con la pensión y los de trabajo profesional, salvo el salario mínimo interprofesional, no lo son?
Si algún responsable de la Seguridad Social lee este artículo, supongo que se le caerá la cara de vergüenza, como se les debió caer a los que hicieron la norma.
En todo caso, podría hacerse un esfuerzo para resolver este problema, pequeño para el Estado, pero grande para el jubilado activo en particular. La justicia con muchos empieza aplicándosela a algunos, aunque sean pocos sus votos.
** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.