Estado de la Bolsa de Madrid
El verano de 2025 ha sido positivo para los mercados financieros. El S&P 500 subió un +2,17% en julio y un +1,91% en agosto. Ya acumula cuatro meses consecutivos en terreno positivo y, durante agosto, llegó a superar el nivel psicológico de los 6.500 puntos, máximos históricos. En Europa el comportamiento también ha sido positivo, aunque con una revalorización menor.
El Euro Stoxx 50 avanzó un +0,31% en julio y un +0,60% en agosto, mientras que el Ibex 35 destacó por su buen desempeño entre los índices del Viejo Continente, con un +2,90% en julio y un +3,74% en agosto, superando en este último mes los 15.000 puntos (máximo de los últimos dieciocho años).
Las razones de este buen comportamiento son varias. En primer lugar, una menor prima de riesgo geopolítica ha permitido que las valoraciones aumenten. Durante el verano, Estados Unidos alcanzó acuerdos comerciales con diferentes países y regiones (entre otros, con la Unión Europea).
Aunque, a priori, el aumento de aranceles es negativo para el crecimiento y la inflación, al menos con un acuerdo se elimina incertidumbre y se ofrece un marco de estabilidad a los agentes económicos.
Respecto al conflicto en Ucrania, aunque no se ha llegado a un acuerdo definitivo, la reunión entre Trump y Putin en Alaska ha abierto la esperanza de una resolución en un futuro cercano.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza sus previsiones: ahora proyecta un crecimiento económico global del +3,0% en 2025
A pesar de la menor prima de riesgo geopolítica, hay que recordar que aún existen muchos frentes abiertos. La guerra comercial podría resurgir, y las tensiones entre Rusia y Estados Unidos siguen siendo elevadas (en agosto, Estados Unidos envió dos submarinos nucleares cerca de territorio ruso).
Además, la situación en Oriente Medio es compleja, con un conflicto en Gaza sin resolver y con Irán, donde en junio se produjeron ataques cruzados con Estados Unidos. También Francia atraviesa momentos políticos complicados: el 8 de septiembre el primer ministro Bayrou se enfrentará a una moción de confianza. Además, se han incrementado las tensiones entre EEUU y Venezuela, tras el despliegue de buques de guerra americanos frente Venezuela, para combatir el narcoterrorismo.
En segundo lugar, los mercados se han visto impulsados por los buenos resultados empresariales. En el S&P 500, más del 80% de las compañías publicaron resultados mejores de lo estimado en el segundo trimestre de 2025, con un crecimiento en beneficios superior al +12%.
En tercer lugar, la economía, a pesar del ruido geopolítico y de la guerra comercial iniciada en abril de 2025, cuando Trump anunció un incremento de aranceles, sigue creciendo a un ritmo aceptable y está lejos de la recesión que algunos analistas pronosticaban.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza sus previsiones: ahora proyecta un crecimiento económico global del +3,0% en 2025 y del +3,1% en 2026, frente a las estimaciones de abril. Esta mejora se produce pese al impacto potencial de los nuevos aranceles anunciados por el presidente Trump.
Un entorno de beneficios al alza y tipos a la baja ha sido históricamente favorable para los mercados financieros
En cuarto lugar, existen expectativas de bajadas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Tanto el BCE en su reunión del 23–24 de julio, como la Fed el 30 de julio, decidieron mantener los tipos de interés oficiales (2% en el caso del BCE y 4,25%–4,50% en Estados Unidos).
En el caso de la Fed, donde hay más margen de reducción, Powell insinuó en agosto, durante la reunión anual de Jackson Hole, un posible recorte de tipos con mucha cautela, siempre que los datos lo permitan.
El mercado laboral se está debilitando (lo que favorecería reducciones de tasas de interés), pero la inflación (+2,7% en julio) se mantiene por encima del objetivo, y el incremento de aranceles añade riesgos al alza. No obstante, es muy probable que la Fed recorte tipos en su próxima reunión de septiembre.
Un entorno de beneficios al alza y tipos a la baja ha sido históricamente favorable para los mercados financieros. A pesar de ello, las valoraciones, especialmente en Estados Unidos, no son bajas.
Considero que los mercados, en estos niveles, necesitan nuevos catalizadores para seguir avanzando. No es bueno “perseguir precios” y, en caso de querer incrementar exposición a renta variable, probablemente sea más sensato esperar a que se produzca una corrección de precios.
Es muy probable que volvamos a escenarios de volatilidad. La geopolítica, las valoraciones más exigentes o el elevado peso de la tecnología en los índices pueden provocar que los mercados sufran oscilaciones.
*** Rafael Hurtado Coll es director de inversiones y de estrategia de Allianz Soluciones de Inversión AV.