El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante una intervención en el Congreso de Estados Unidos.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante una intervención en el Congreso de Estados Unidos. Jonathan Ernst Reuters

Opinión

¿Para qué sirven los bancos centrales y por qué son independientes?

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Cada país con su propia moneda también cuenta con un banco central, que se encarga de controlar cuánto dinero hay en circulación y a qué precio. Lo hace de acuerdo con uno o varios mandatos.

En el caso de la Fed de EEUU, por ejemplo, se trata de mantener la estabilidad de los precios y promover el pleno empleo.

Así, si la inflación se acerca al objetivo del 2%, pero el mercado laboral comienza a debilitarse, la Reserva Federal bajaría los tipos de interés para impulsar la economía.

En principio, esto abarataría los préstamos, lo que animaría a las empresas y a los particulares a gastar e invertir más.

Por el contrario, si la inflación se dispara y la economía crece más rápido de lo previsto, la Fed podría endurecer la política monetaria subiendo los tipos de interés. Esto enfriaría la demanda, evitando que los precios subieran aún más. Aunque hay que tener en cuenta que el efecto de estas medidas no es inmediato.

Los bancos centrales ayudan a “calmar las aguas” cuando la economía lo necesita

De tal manera que los bancos centrales ayudan a “calmar las aguas” cuando la economía lo necesita, y si no existieran, un país estaría prácticamente a la deriva ante cualquier crisis.

Por eso el Reino Unido, aunque forma parte de la Unión Europea, no se unió a la zona euro. Lo mismo ocurre con Suecia, Dinamarca, etc.

Pero también es esencial que el banco central sea independiente. Si pierde esa autonomía y comienza a depender de decisiones políticas, es probable que la inflación se dispare.

Ya hemos visto lo que ocurrió en Turquía, donde esta falta de independencia provocó una inflación de +80%.

No por nada los mercados se ponen nerviosos cuando Trump intenta decirle a la Fed qué hacer. Por ejemplo, en abril, cuando Trump atacó a Powell para que bajara los tipos de interés, el mercado reaccionó con una caída del S&P 500, así como del dólar y la subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro.

Lo mismo ocurrió con su tuit sobre el despido de Lisa Cook, una de las voces dentro de la Fed. Al principio, los futuros del S&P 500 se tiñeron de rojo, pero luego se calmaron.

Sin embargo, si continúa con sus ataques, podría acabar minando la confianza del mercado, incluida la de los inversores internacionales.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.