Sede del BCE en Fráncfort.

Sede del BCE en Fráncfort. Reuters.

Opinión

Efecto de la guerra arancelaria en la banca europea: moderado y manejable

Jaime Zurita
Publicada

Las guerras arancelarias y los shocks en el comercio internacional pueden tener un impacto significativo en la actividad y en los resultados de los sistemas bancarios. El efecto principal se produce de forma indirecta, a través de una potencial desaceleración económica que reduce la capacidad de los bancos para generar negocio y la capacidad de sus clientes para devolver sus deudas, afectando la calidad crediticia y la rentabilidad por esta vía.

Es importante recordar, en cualquier caso, que este impacto será gradual, lo que permitirá a las entidades adaptarse al nuevo entorno.

Entre los efectos en la actividad bancaria destaca la reducción del crédito, tanto por la disminución de la demanda como por la contracción de la oferta ante la incertidumbre económica. Las entidades también podrían endurecer las condiciones para la concesión de nuevos préstamos, dado el aumento del riesgo de crédito de los clientes.

Es probable que la morosidad repunte, lo que incrementaría los Activos Ponderados por Riesgo y, de esta forma, podría llegar a deteriorar la solvencia de las entidades.

Además, se podría producir un movimiento hacia activos seguros (flight to quality) debido a la mayor incertidumbre, y habrá cambios en las condiciones de financiación de los bancos, dependiendo de si la política monetaria sube los tipos de interés (para combatir la inflación) o los baja (por la desaceleración económica).

Italia es considerada la más expuesta por el Banco de Italia debido a sus exportaciones a Estados Unidos y la composición de su cartera de crédito

Estos cambios en el balance de las entidades afectarían a sus ingresos y resultados. La reducción del volumen de crédito podría dificultar la generación de ingresos financieros, aunque los tipos de interés de los nuevos créditos podrían ser más altos.

El aumento de activos seguros (safe assets), al ser menos rentables, reduciría el tipo promedio de las carteras de renta fija. El impacto en el Margen de Intereses (NIM) dependerá de la política monetaria; si los tipos suben, el NIM aumentará, pero si bajan, como está sucediendo en Europa, se reducirá. Adicionalmente, se prevé un aumento de las provisiones por el deterioro económico y el incremento del riesgo de crédito.

Los ingresos por comisiones y los resultados por operaciones financieras (ROF) disminuirán por el retraso de las operaciones de fusiones y adquisiciones y la menor actividad en los mercados de capitales, aunque la mayor volatilidad de los precios de los activos financieros podría incrementar los ingresos por trading, especialmente en los grandes bancos internacionales.

Estudios recientes identifican los sistemas bancarios europeos más y menos expuestos a la guerra comercial. Italia es considerada la más expuesta por el Banco de Italia debido a sus exportaciones a Estados Unidos y la composición de su cartera de crédito, más concentrada en sectores afectados por los aranceles.

Alemania, Irlanda y Eslovenia también se señalan como vulnerables. Moody’s coincide en identificar a Irlanda, Alemania e Italia como los más expuestos, y sugiere que los sistemas bancarios de España, Italia y Reino Unido podrían ver su NIM más reducido por el alto peso de las hipotecas a tipo variable.

El Banco de Italia estima que solo un 5% del crédito total a empresas en Europa está concedido a los sectores más afectados por los aranceles

La EBA (European Banking Authority) señala que Francia y Países Bajos concentran gran parte de la exposición al sector agrícola en la UE, uno de los más afectados, y que Alemania ha registrado un fuerte crecimiento del crédito en Stage 2 recientemente.

La Encuesta de Préstamos Bancarios del BCE indica que el sistema bancario alemán ha endurecido las condiciones de concesión de préstamos.

Como se puede ver, las conclusiones son múltiples y variadas, pero a pesar de estos posibles impactos, los trabajos mencionados limitan la intensidad de los efectos de las tensiones arancelarias en los sistemas bancarios europeos.

Así, el Banco de Italia estima que solo un 5% del crédito total a empresas en Europa está concedido a los sectores más afectados por los aranceles. Moody’s considera que el efecto en los bancos europeos será moderado por la diversificación de sus negocios y la reducida exposición a Estados Unidos.

El BCE señala que la exposición total de los sistemas bancarios de la UE a sectores afectados por las tarifas es limitada, un 9,6% del total de exposiciones a empresas no financieras, o un 1,5% de los activos totales.

Los sistemas bancarios de los países europeos entran en este periodo de mayor incertidumbre con una posición de fortaleza

El resultado neto de estos impactos es difícil de estimar y dependerá de las condiciones específicas de cada sistema bancario, requiriendo un tiempo prolongado para que los efectos se manifiesten plenamente.

Actualmente, se anticipa que los sistemas bancarios enfrentarán un entorno de tipos de interés más bajos y desaceleración económica, lo que presionará el NIM, los ingresos financieros y los resultados.

Es importante señalar que estos impactos no serán homogéneos, sino que variarán en función de los fundamentales de los bancos de cada país y de la exposición directa de cada uno a los negocios y sectores más afectados por las distorsiones en el comercio internacional.

En cualquier caso, los sistemas bancarios de los países europeos entran en este periodo de mayor incertidumbre con una posición de fortaleza. Su rentabilidad probablemente alcanzó su punto máximo en 2024 y es razonable esperar que se deteriore ligeramente, pero aun así seguirá siendo suficiente para generar capital internamente y para cubrir holgadamente el coste del capital.

En todos los sistemas bancarios europeos los niveles de capital están sustancialmente por encima de los requisitos regulatorios, lo que proporciona un colchón significativo frente a pérdidas inesperadas.

La calidad del crédito está deteriorándose ligeramente debido al aumento de los costes de servicio de la deuda para las empresas más vulnerables, aunque parte de niveles manejables, mientras que la financiación y la liquidez de las entidades no presentan problemas en el momento actual, especialmente en Europa. 

En suma, los ingresos y beneficios de los bancos no dependen directamente de las ventas de bienes sujetos a aranceles en el mercado estadounidense, pero sí están expuestos a efectos indirectos derivados de la desaceleración del crecimiento global.

En este sentido, esperamos que los efectos causados por el entorno actual en la banca europea sean graduales y moderados.

*** Jaime Zurita, BBVA Research.