Ibex 35
Durante meses, la economía ha estado enviando señales. Aunque se mostraba una gran ansiedad en las cifras de las encuestas, los datos económicos eran generalmente sólidos, pero la semana pasada todo cambió.
El mercado laboral de Estados Unidos acaba de hacer sonar la campana de alarma. No solo se está desacelerando notablemente el crecimiento del empleo y aumentando el desempleo, sino que a los estadounidenses desempleados les resulta más difícil encontrar trabajo y las subidas salariales se han estancado en gran medida.
La debilidad de las cifras de empleo no presagia una recesión. Más bien, señala el inicio de la estanflación, resultado no de los tipos de interés de la Reserva Federal, sino de las políticas arancelarias de la administración Trump.
EEUU sufrió el viernes [1 de agosto] su peor semana desde mayo. Las acciones mundiales cayeron por sexto día consecutivo, la racha más larga desde septiembre de 2023 debido a la combinación de acontecimientos comerciales, datos económicos débiles y preocupaciones sobre la independencia de las organizaciones federales por parte del presidente estadounidense Donald Trump.
Agosto no ha empezado bien y además no suele ser un mes positivo para los presidentes que cumplen un segundo mandato, en el año posterior a las elecciones. De hecho, el S&P 500 corrige una media del 3,4% las seis veces que ha ocurrido este tipo de eventos.
Las acciones tecnológicas lideraron las subidas en Wall Street en julio
Históricamente, agosto ha sido un mes difícil para las acciones estadounidenses, especialmente para las de crecimiento.
La historia muestra que, desde 1971, agosto ha sido el segundo peor mes del año para el índice tecnológico, el Nasdaq 100, con una subida mensual de tan solo el 0,3%, en comparación con el avance del 0,9% de julio en el mismo período, aunque por otro lado es mejor que el mes de septiembre que cotiza con una caída media del 0,9% desde 1971.
Este año además venimos de un fuerte repunte.
Las acciones tecnológicas lideraron las subidas en Wall Street en julio, con el Nasdaq avanzando un 3,7%, mientras que el S&P 500 subió un 2,2% y el Dow registró un modesto aumento del 0,1%.
Ahora la pregunta es si las acciones pueden sostener este repunte récord, una vez que existen dudas sobre la situación económica. Una de las grandes preguntas de la actualidad es si los mercados empiezarán a descontar los futuros recortes de tipos por parte de la FED.
No descartamos que Jerome Powell alimente la esperanza de recortes de tipos en las próximas semanas, especialmente en Jackson Hole, en lo que sería una situación similar a lo ocurrido el año pasado.
Septiembre es un mes que consideramos como seguro para un recorte de tipos e incluso podría haber una rebaja de 50 puntos básicos para recuperar el tiempo perdido. La Fed
probablemente hizo bien en esperar, pero el crecimiento del empleo y la economía se están desacelerando a un ritmo vertiginoso.
El mercado ya ha registrado fuertes subidas en lo que va del año sin ningún recorte de tipos, por lo que su impacto puede no ser tan elevado
En cualquier caso está en una situación difícil. El crecimiento se está debilitando claramente, pero la inflación no. Si esto persiste, sospechamos que el desempleo será el factor decisivo. Una mayor debilidad en este ámbito podría contrarrestar la preocupación por la inflación.
Sin embargo, el impacto en las bolsas puede ser limitado. El mercado ya ha registrado fuertes subidas en lo que va del año sin ningún recorte de tipos, por lo que su impacto puede no ser tan elevado.
El dominio fiscal está predominando sobre el resto de variables económicas, y aunque en las próximas semanas la política monetaria pueda tener más efecto, a largo plazo el crecimiento de la masa monetaria y la emisión de la deuda seguirán apoyando a los mercados financieros, los activos reales, y aquellos con una oferta rígida.
Esto no significa que los recortes de tipos no sean importantes para la economía, pero los mercados se están adaptando a la idea de que los tipos podrían mantenerse altos durante más tiempo y que la Fed seguirá dependiendo de los datos hasta tener una visión más clara de cómo los aranceles podrían afectar la inflación.
Como resultado, los inversores están volviendo a centrarse en los fundamentos del mercado, en concreto, en la salud de las empresas estadounidenses, y este será otro punto de debate, porque hasta ahora los márgenes se han ido estrechando, pero según las perspectivas de las compañías, a partir del próximo trimestre empezarán a subir, lo cual deja una pregunta en el aire ¿Quién absorberá la subida de los precios provocados por los aranceles?
***Manuel Pinto es analista de mercados.