Bandera de China

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Opinión

China podría anexionarse Siberia usando la estrategia de Rusia en Ucrania

Julián Pérez
Publicada

La alianza entre Rusia y China es algo que, durante los últimos años, se ha dado por hecho  y no se suele cuestionar, pero la realidad es que esa alianza podría ser más frágil de lo que  parece.

El auge sin precedentes de la economía china desde su entrada en la Organización  Mundial del Comercio (OMC), que le llevó a competir de tú a tú con la economía americana,  a la vez que la OTAN se iba expandiendo hacia el este, incorporando a casi la totalidad de  los antiguos integrantes del Pacto de Varsovia, es lo que llevó a Rusia y a China a aliarse como forma de oposición a EEUU y al bloque occidental.

Pero esta situación podría cambiar con el nuevo gobierno americano, cuya rivalidad con China, ya no solo económica,  si no también militar, le puede hacer acercarse a Rusia. Y hay que recordar que las  relaciones entre China y Rusia no siempre han sido buenas, durante la mayor parte del siglo XX han estado enfrentadas por tensiones territoriales.

Tensiones, que, aunque  solucionadas oficialmente, siguen muy presentes en la sociedad China, que las perciben  como una gran humillación nacional.  

Rusia y China comparten actualmente una frontera de 4.209 kilómetros, heredada de La  Convención de Pekín de 1860. La derrota china en las guerras del Opio permitió a Rusia  anexionarse un territorio al noreste de China de en torno a 3 veces la extensión de España,  denominado como Manchuria exterior o Manchuria rusa.

China, con el 20% de la población  mundial, solo posee el 7% de las tierras cultivables

En ese acuerdo también se cedió Hong Kong en favor de Reino Unido, pero este fue devuelto a China en 1997, mientras que las cesiones que se realizaron a Rusia nunca fueron devueltas.

Esto causó enfrentamientos  entre la URSS y China durante todo el siglo XX, siendo el más intenso en 1969, a punto de  escalar en una guerra total. Pero tras varios años de negociaciones, en 2004 se llegó a un  acuerdo definitivo sobre la frontera y Rusia cedió algunos territorios anecdóticos a cambio  de que China reconociese la Manchuria como territorio ruso.

Y aunque oficialmente esa  disputa se ha solucionado, la realidad es muy distinta, ya que los chinos siguen sin olvidar  el siglo de la humillación y siguen pensando que esos territorios se cedieron mediante  tratados desiguales. 

Y es que esa región es rica en muchos recursos naturales de los que China tiene escasez  debido a su gran demanda. Además, su proximidad geográfica les permitiría importarlos,  evitando posibles cuellos de botella y bloqueos por parte de EEUU, cuya independencia  energética le da una gran ventaja sobre el país asiático.

China, con el 20% de la población  mundial, solo posee el 7% de las tierras cultivables y la región del Lejano Oriente Ruso posee 220 millones de hectáreas de tierra cultivable sin explotar.

La influencia China en la parte rusa es ya muy relevante y crece cada año

Esa región también posee  minerales importantes como níquel, hierro, zinc o uranio; Tierras raras pesadas, esenciales  para las energías renovables; Importantes reservas de Petróleo y gas natural, de los que  china tiene que importar actualmente el 70% y el 45% respectivamente; Madera de los  enormes bosques de taiga siberianos y grandes reservas de agua dulce, concentradas  sobre todo en el lago Baikal, que contiene cerca del 20% del agua dulce no congelada del  planeta.  

Es decir, la Manchuria rusa, donde viven 6 millones de personas, cuenta con mayor  extensión territorial y mayor cantidad de recursos naturales que la Manchuria China, donde viven 97 millones. Parece que la presión poblacional de una hacia la otra es algo inevitable  y eso es algo que preocupa a Moscú.

De hecho, la influencia China en la parte rusa es ya  muy relevante y crece cada año. Además, el interés de China podría ir más allá de la región de Manchuria, ya que los chinos van a querer jugar un papel protagonista en el Ártico,  escenario clave de la geopolítica del futuro.

China sabe que Rusia no tiene capacidad defender esos territorios y que la población de la zona rusa, llegado el momento, se daría cuenta rápido de que Pekín está más cerca que Moscú.

Y aunque ahora no parece muy probable un enfrentamiento entre las dos  potencias, no sería raro que algún día a China le dé por usar la estrategia que Rusia ha  estado usando en Europa, entregando pasaportes a simpatizantes en zonas en disputa y  luego intervenir militarmente para “proteger a sus ciudadanos”.

A Rusia se lo hemos visto hacer en Moldavia, Georgia y Ucrania. Llegado ese momento, la única forma que tendría  Moscú de detenerles, ya que la superioridad militar China es evidente, sería usando armas nucleares, o, algo que hoy parece poco probable, aliándose con EEUU.

*** Julián Pérez, analistas de Intermoney Valores.