
Bolsa de Madrid
El pasado mes de abril ha sido bastante volátil en los mercados financieros, tanto en renta fija como en renta variable. A pesar de ello, los índices bursátiles han acabado el mes sin grandes movimientos. El S&P 500 ha acabado bajando un escaso -0,76% (llegando a caer en abril un -11%), mientras que el europeo Euro Stoxx 50 recortó en el mismo periodo un -1,68%. El Ibex 35 subió en abril un +1,16%.
Las caídas se deben al anuncio de Trump el miércoles 2 de abril de 2025 de la imposición de unos aranceles del entorno al 24% para casi la totalidad de los países (anteriormente eran alrededor del 2,5%). Por ejemplo, a China se le aplicaría una tarifa del 34%, a la Unión Europea del 20% y a Japón del 24%.
Posteriormente al 2 de abril, el presidente Trump decidió pausar los aranceles a todos los países por noventa días, excepto a China. Tanto el gigante asiático como Estados Unidos han ido incrementando los aranceles progresivamente desde el 2 de abril, aunque luego Trump dejó fuera de la imposición de aranceles a ciertos productos tecnológicos chinos y a ciertos componentes de automoción.
Lo más destacable de la pausa de noventa días de los aranceles es la constatación de que Estados Unidos entrará en un proceso de negociación con todo el mundo, que muy probablemente incluya también a China. El mercado ha tomado muy positivamente la citada pausa de aranceles, ya que lo interpreta como el inicio del citado proceso de negociación.
Es cierto que de fracasar completamente las negociaciones y llevarse a cabo finalmente este incremento de tarifas, lo esperable es un impacto negativo en el crecimiento y un aumento de la inflación. Cuantificar ahora mismo el impacto es complicado, pero, por ejemplo, Estados Unidos, podría pasar de crecer en 2025 un +1,8% (estimado por el FMI en sus “Perspectivas para la economía mundial” en abril de 2025) a estar con crecimiento en torno al +1% (incluso algunos analistas apuntan a que hay posibilidades de recesión). La OCDE recientemente estimó que un incremento de aranceles del 10% mermaría el crecimiento de los países que forman la OCDE en un -0,5%.
La OCDE recientemente estimó que un incremento de aranceles del 10% mermaría el crecimiento de los países que forman la OCDE en un -0,5%
Es complicado saber finalmente el perjuicio en la economía por varios motivos. El primero, porque como se ha comentado anteriormente, se abre un proceso de negociación donde los aranceles podrían ser rebajados. En segundo lugar, porque tanto la Reserva Federal (rebajando tipos de interés) como la Administración americana (bajando impuestos o aumentando gasto público) pueden contrarrestar parte del efecto negativo de los aranceles.
En este sentido, el BCE rebajó tasas de interés el 17 de abril en 25 puntos básicos, mostrándose dispuesto a apoyar a la economía en momentos de incertidumbre. El proceso desinflacionista en Europa parece estar bien encarrilado (un dólar débil y un petróleo a la baja ayudan a ello) y el banco central parece listo para actuar.
Aunque los aranceles anunciados el 2 de abril son muy perjudiciales, creemos que en la mayoría de los eventos políticos y geopolíticos no se suele acabar materializando el escenario de cola. Así fue, por ejemplo, en el Brexit. En una “guerra comercial” a gran escala todos pierden, incluido Estados Unidos (iniciador de dicha guerra). Es cierto que, en esta ocasión, la decisión final sobre las negociaciones y posibilidad de rebaja de aranceles depende en gran medida de una persona, esto es, del presidente Trump, lo que hace más complejo el análisis de escenarios.
En cualquier caso, es casi seguro que la volatilidad va a continuar. No obstante, la historia nos demuestra en situaciones similares, e incluso de mayor gravedad, que los mercados, tras importantes caídas, también ofrecen importantes oportunidades.
La economía, ni en Estados Unidos ni en Europa, presentan grandes desequilibrios como en 2008. El sector privado está saneado y no existe ni burbuja inmobiliaria ni bursátil. Adicionalmente, los resultados empresariales, por ahora, son sólidos, y las expectativas del mercado son más reducidas que a principio de año, con lo que cualquier noticia positiva (como un proceso de negociación entre Estados Unidos y la Unión Europea, una reducción de impuestos en Estados Unidos o rebajas de tasas de interés) puede ser un catalizador positivo para los mercados.
Son momentos de cierta volatilidad, de cierta incertidumbre, es necesario ser prudentes, pero también es imprescindible no guiarse por el ruido a corto plazo de la geopolítica. Es necesario mantener la calma, y sobre todo mantener una visión largoplacista.
*** Rafael Hurtado Coll es director de inversiones y de estrategia de Allianz Soluciones de Inversión AV.