El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se ha entrevistado con el Secretario de Estado estadounidense, Blessent. Sobre la mesa, intereses divergentes. España defendía sus intereses comerciales. Estados Unidos (EEUU) buscaba subir aranceles para equilibrar las balanzas comerciales con cada país.

La reunión no era fácil. Menos aún después del fracaso de la entrevista del comisario europeo de comercio y el secretario de Estado de Comercio en Washington; o del inoportuno viaje de Sánchez a China.

Además, EEUU y España tienen posturas distintas. Entre ellas:

A) Trump se inclina hacia los postulados conservadores en materia de comercio exterior y liberales en el mercado interno. Sánchez predica el libre comercio en las transacciones internacionales y busca el intervencionismo estatal en la regulación interna.

B) La composición del gobierno Sánchez es variopinta. Parte de sus ministros pertenecen a Sumar (Izquierda Unida o el Partido Comunista) con postulados ecologistas y feministas radicales contrarios a las posiciones ideológicas de Trump.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se reunió este martes en Washington con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se reunió este martes en Washington con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent.

C) España está en la UE. Bruselas tiene las competencias en materia de comercio exterior. España no puede firmar ningún acuerdo comercial fuera de las normas comunitarias. Trump está interesado en negociar con cada uno de los países por separado.

D) España tiene un déficit comercial con EEUU de unos 10.000 millones de euros anuales (18.000 de exportaciones frente a 28.000 de importaciones). Por tanto, no solo no debería tener un aumento de aranceles, sino que debería ponerse a negociar a la baja. Pero Estados Unidos quiere subirlos.

E) España tiene bases del ejército de EEUU en su territorio. Sin embargo, en los últimos años ha disminuido su calidad como “aliado”. Su aportación económica a la defensa de “occidente” está muy por debajo de lo que Trump quiere. El presidente de EEUU considera que lo gastado por España en Defensa es ridículo. Sánchez quiere aumentarlo, pero tanto en su gobierno, como en sus aliados parlamentarios, hay voces contrarias.

F) China es el competidor comercial de Estados Unidos. Sánchez considera necesario para Europa negociar con el imperio comunista.

El presidente de EEUU considera que lo gastado por España en Defensa es ridículo

Como se ve, la misión del ministro Cuerpo no era nada fácil. Se diría que imposible.

Sin embargo, hay algo en lo que pueden confluir ambas administraciones. ¿Seguro?

Pues sí. Hay un tema en el que ambos gobiernos coinciden.

¡Quien lo iba a decir! Resulta que los gobiernos de España y EEUU están de acuerdo en un tema: 'les encanta gobernar al margen del Parlamento'.

Ante cualquier nueva o antigua regulación, el gobierno español, si es posible, intentará colar un decreto. En los trámites parlamentarios, el ejecutivo se puede encontrar con que sus aliados le dan la espalda.

Por eso a este gobierno español le va más el decreto. No lo tiene que consensuar con nadie. En todo caso le va a ser difícil colar todo lo que quiere, porque algunas de sus aspiraciones exigen rango de ley.

En eso se parecen también el gobierno de EEUU y el de España. Al presidente Trump le gusta lo que se conoce como la teoría de “las órdenes ejecutivas”.

Una costumbre de los presidentes estadounidenses basada en el artículo 2 de su Constitución. En virtud de ello, el mandatario estadounidense puede eludir el control parlamentario para determinadas decisiones.

La realidad es que, por ahora, a Trump no le harían mucha falta las “órdenes ejecutivas”, porque en el Senado y la Cámara de Representantes los republicanos tienen mayoría. Pero las utiliza.

Es otra diferencia entre los dos gobiernos: Trump usa las órdenes ejecutivas por vocación; Sánchez no se sabe si su afición al decreto es por vocación, por necesidad o por las dos razones.

Al presidente Trump le gusta lo que se conoce como la teoría de “las ordenes ejecutivas”

Lo que pasa es que esa única coincidencia no ayuda, más bien separa a la hora de negociar. A los dos gobiernos les gustaría decidir sin contar con nadie. Lo contrario a un acuerdo negociado.

Por todo ello, parece que la reunión del ministro Cuerpo con Blessent ha sido de las más cortas de esta ronda con diferentes países. ¿Para qué gastar tiempo del Secretario de Estado de Estados Unidos inútilmente?

Así que el encargo a Cuerpo era muy complicado. En todo caso, su responsabilidad es haber aceptado el ministerio. Sufrir va en el sueldo.

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.