La presidenta de la Comisión Europea, la alemana y democristiana Von der Leyen, propone gastar 800.000 millones de euros para reforzar la defensa europea. 150.000 en préstamo emitido por la propia UE; el resto lo pondrían los Estados miembros, la cooperación público-privada o algunas partidas del actual presupuesto comunitario que se cambiarían a gastos de defensa.

Para animar a los Estados se eximirá del cálculo del déficit público lo que los gobiernos gasten en defensa rebajando las reglas fiscales. Unas reglas que parecían volver después de la pandemia, pero que nunca lo hacen de verdad.

En mi libro “El Trébol de Cuatro Hojas. Manual para la buena Gobernanza Pública” (2017) hablo de las paradojas de la gestión política. Una de ellas es: “la ineficiencia puede conducir al crecimiento presupuestario sin eficacia”. Un ejemplo de ello es la seguridad pública. Cuando los ciudadanos se quejan de la falta de seguridad ciudadana los gobernantes responden aumentando la dotación de policías. Lo cual puede ser una parte de la solución o, al contrario, la agrava. Si la policía es corrupta o ineficaz, como en algunos países, esa medida no resuelve el problema y, a veces lo aumenta.

En la defensa europea ocurre algo similar. Europa se ha despertado del sueño de la protección de la OTAN y su aliado EEUU. La alarma corre por las venas de las cancillerías de Inglaterra, Alemania, Francia … Los ingenuos políticos del continente y las islas británicas han descubierto que tienen que asumir responsabilidades en materia de defensa.

La respuesta es: ¡vamos a gastar más dinero! ¿Es esa la solución?

Puede que sea parte de la solución, pero como diríamos en matemáticas es “condición necesaria, pero no suficiente”. Gastar por gastar no resuelve el problema. Hay que gastar bien y con sentido estratégico.

Los ingenuos políticos del continente y las islas británicas han descubierto que tienen que asumir responsabilidades en materia de defensa

27 países más Inglaterra gastando cada uno por su cuenta ¿es una estrategia razonable? ¿27 ejércitos pequeños (salvo a lo mejor el francés o el inglés) sirven para algo? Como fuerza de paz dispersa, bajo los auspicios de la ONU hemos visto la falta de eficacia de ese concepto. En el Líbano el ejército israelí ha campado por sus respetos a pesar de los “cascos azules”. En África las guerras no paran …

Porque no es lo mismo una fuerza militar conjunta que varias conjugadas.

Sin una estrategia coordinada, lo que llevaría a un verdadero ejército europeo, el gasto en defensa puede ser tirar el dinero.

¿Varios tipos de misiles, tanques, aviones …? ¿Varios tipos de unidades con personas con armas diferentes y mentalidades distintas? ¿Instrucciones en veintitantos idiomas? ¿Entrenamientos dispersos? ¿Mandos …?

Ese es el verdadero debate. No lo que nos gastemos, que sería la consecuencia a una estrategia definida. EEUU empezó de verdad a funcionar como unidad después de una guerra de Secesión en la que se formó un ejército nacional. Las unidades nacionales empiezan por la defensa o, mejor dicho, por el ejército.

Pero de ese debate no se habla en la UE. Los actuales dirigentes europeos le tienen miedo. Aunque algunos de los grupos políticos que están en el gobierno europeo querrían, nadie pone sobre la mesa el tema que entra en la esencia de la soberanía. 

Tampoco los grupos parlamentarios europeos alternativos a los populares y socialdemócratas por la derecha o por la izquierda lo quieren. La derecha radical porque defiende las soberanías actuales con sus sistemas de defensa particulares. La izquierda por su pacifismo ingenuo.

Europa debe resolver antes su estrategia antes de pensar en gastar sin ton ni son. Lo demás sería dilapidar y, en parte, arruinar a cada uno de los países y a la UE en su conjunto.

Francia tiene cobertura nuclear, ¿la ofrecerá generosamente a toda la UE? ¿Quién debería tomar el mando de las bombas de su territorio? 

La OTAN tiene un mando único ¿Cuál debería ser el peso de la UE dentro de ella? ¿Los misiles en sus fronteras a quién deben obedecer?

Sin contar que los vendedores de armamento, como EEUU, pueden hacer el negocio a costa de la UE ¿No estará Trump pensando en ello? 

Sin definir estas y otras preguntas, lo demás es palabrería. En todo caso despilfarro.

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.