
Varias personas en Gran Vía, Madrid.
El impacto del impuesto del 100% en el mercado inmobiliario de lujo en Madrid: un error estratégico
El anuncio del Gobierno español de imponer un impuesto del 100% a la compra de viviendas por parte de ciudadanos extracomunitarios no residentes ha desatado una ola de preocupación en el sector inmobiliario, especialmente en el segmento de lujo. Esta medida no solo parece un error estratégico, sino que también podría tener consecuencias profundamente negativas para la economía madrileña y la reputación de España como destino residencial.
En los últimos años, Madrid se ha consolidado como uno de los destinos predilectos para compradores de alto poder adquisitivo de América Latina. Familias y empresarios de países como México, Colombia, Venezuela o Argentina encuentran en la capital española una combinación única de seguridad, calidad de vida y oportunidades de inversión que difícilmente encuentran en sus países de origen.
Este flujo de inversión no solo ha dinamizado el mercado de lujo, sino que también ha beneficiado otros sectores clave como la hostelería, el comercio y los servicios. Sin embargo, si esta medida entra en vigor, estos compradores podrían trasladar su interés a ciudades competidoras como Miami, Lisboa o Dubái, lo que representaría una pérdida significativa para Madrid.
La vivienda de lujo en Madrid no solo constituye un activo de gran valor para los propietarios, sino que también genera importantes ingresos fiscales y empleo, especialmente en construcción, reformas y mantenimiento. Los compradores internacionales no realizan simples transacciones inmobiliarias; su presencia actúa como un motor económico que impulsa una red de negocios y empleos para miles de personas.
El impuesto del 100%, lejos de cumplir con su objetivo de aumentar la recaudación, podría reducirla drásticamente al desincentivar este tipo de compras. Esto no solo limitaría el flujo de ingresos para las arcas públicas, sino que también dañaría el tejido económico que depende de este mercado.
La vivienda de lujo en Madrid no solo constituye un activo de gran valor para los propietarios, sino que también genera importantes ingresos fiscales y empleo
Uno de los principales argumentos de esta medida es facilitar el acceso a la vivienda para los residentes. Sin embargo, el mercado de lujo y el de vivienda asequible son universos completamente distintos. Las propiedades adquiridas por los compradores internacionales no compiten con las que necesita la clase media trabajadora.
Por tanto, esta política no aborda el verdadero desafío: la escasez de viviendas asequibles y la necesidad de aumentar la oferta de alquiler social. En lugar de penalizar a los compradores internacionales, las soluciones deberían enfocarse en incentivar la construcción y rehabilitación de viviendas que respondan a las necesidades de la población local.
España ha trabajado durante décadas para posicionarse como un destino atractivo para la inversión extranjera. Medidas como esta envían un mensaje contradictorio y pueden deteriorar la percepción de nuestro país como un lugar abierto y estable para invertir. En un contexto global donde la competencia por atraer capital extranjero es intensa, no podemos permitirnos retroceder.
Aunque la vivienda debe ser una prioridad, las soluciones no pueden perjudicar a un sector que aporta valor económico y prestigio internacional. Es posible compatibilizar el mercado de lujo y la inversión internacional con políticas inclusivas que beneficien a la población general. El éxito de una política de vivienda radica en su capacidad para generar oportunidades, no en cerrarlas. El camino correcto debe ser equilibrado: impulsar la construcción de viviendas asequibles sin penalizar al mercado de lujo ni al flujo de capital extranjero, especialmente en ciudades clave como Madrid.
*** Daniel Hermoso es presidente de Home Select.