Las medidas de choque contra la inflación del presidente Sánchez son su cornucopia electoral.

La cornucopia o cuerno de la abundancia es una figura mitológica griega. Las distintas leyendas desde Zeus a Hércules hablan de un cuerno de la cabra Amaltea del que salían todo tipo de riquezas.

Este martes Sánchez ha ofrecido su cornucopia a lo que cree su electorado.

Para intentar reducir los agobios de la inflación en la cesta de la compra, suprime seis meses el IVA de determinados artículos y lo reduce en otros. ¿Por qué no tomo esa medida antes?

Durante meses las cuentas del Estado se han lucrado de un IVA aplicado a precios en constante crecimiento. Ahora va a devolver a los ciudadanos lo que antes les ha cobrado de más.

"Las cuentas del Estado se han lucrado de un IVA aplicado a precios en constante crecimiento"

Un ejemplo, la media de precio de un litro de leche ha subido el 31% en este año. Lo cual quiere decir que sobre las previsiones del Gobierno el IVA recaudado ha ido subiendo esa cantidad a lo largo del año. Así, si a principio de año 1 litro valía 0,7 euros, 2,8 céntimos eran del IVA. Si ahora vale 1 euro, más o menos, el Estado recauda 4,0 céntimos de IVA por litro, 1,2 céntimos más.

Suponiendo que la subida se ha ido realizando a lo largo del año la media recaudada de más a lo largo del año sería de 0,6 a 0,8 céntimos por litro. Si en España se consumen 4.000 millones de litros de leche al año, el exceso de recaudación de IVA en 2022 solo en la leche es de unos 30 millones de euros.

Una parte de lo que el Gobierno ahora no cobrará por IVA de leche se lo embolsó antes.

Sumando otros productos como carne y pescado, cuyo IVA no se reduce, en realidad el Gobierno está devolviendo al consumidor lo que antes cobró con el IVA por exceso de inflación.

La cornucopia de Sánchez con el IVA tiene truco. Devuelve con la mano izquierda, lo que antes cobró con la derecha ¿o al revés?

"Sánchez devuelve con la mano izquierda, lo que antes cobró con la derecha ¿o al revés?"

En todo caso, mejor que ese dinero esté en manos de los contribuyentes, que en las de Sánchez. Aunque mejor hubiera sido no haberlo cobrado antes.

[Opinión: La UE dopará fiscalmente a Sánchez en su año electoral. Por José Ramón Pin.]

Por otra parte, el Gobierno ha vuelto a topar la subida de los alquileres. Una medida que, aun siendo temporal, sienta un precedente de inseguridad jurídica peligroso.

La única manera de abaratar alquileres es aumentando la oferta de viviendas. Ya se experimentó en el siglo XX. Con el tope a los "alquileres de renta antigua" el mercado de alquiler se fue empequeñeciendo. Es una de las razones de que España es un país de propietarios de vivienda.

Pero ahora los jóvenes no tienen ingresos suficientes para comprar su casa y con la subida de intereses de las hipotecas menos.

¿Quién va a invertir en vivienda si no tiene seguridad jurídica? Como Unidas Podemos no entiende de economía está creando un problema para el futuro difícil de resolver. Una vez parada la construcción de vivienda para alquiler, volverla a dinamizar es complicado. Los jóvenes lo van a tener muy difícil para comprar y los alquileres nuevos serán más caros.

El cheque de 200 euros a las familias con menos de 27.000 euros de renta es una medida limosnera. 16,66 euros al mes, siempre que no seas jubilado, ni tengas otras ayudas. ¿Saca de la miseria? Además, según el procedimiento anunciado, se entregarán a partir de marzo, es decir, mes y medio antes que las elecciones autonómicas y municipales. Esa sí que es una cornucopia con tufo electoral.

Lo que sí parece racional es limitar la bonificación de los combustibles a los profesionales y el transporte en cercanías a los ciudadanos. Lo pedían muchos expertos.

Dentro de la lógica económica y electoral del actual Gobierno las medidas son coherentes. Lo dijo el propio Sánchez: "tendrán efecto en los votos".

Cuando el emperador Cómodo heredó el Imperio romano que empezaba a tener problemas económicos que amenazaban su popularidad recurrió primero al pan. Ahora falta el circo (bueno hemos tenido el Mundial). Pero al romper con la racionalidad y la austeridad de su padre, Marco Aurelio, inició la destrucción del legado que recibió. 

*** J. R. Pin es profesor del IESE.