"El gran motor del cambio es la tecnología" (Alvin Toffler)

La inflación y las consecuentes subidas de tipos de interés han masacrado a las empresas tecnológicas en bolsa. Sobre todo, a las que aún no obtienen beneficios empresariales (aunque los puedan obtener dentro de pocos años). Es cierto que muchas estaban infladas, pero se ha pasado al extremo radicalmente opuesto, sólo se pone el foco ahora en empresas con beneficios recurrentes predecibles y poder de fijación de precios. Algunas caídas de hasta el 90% parecen incluso absurdas. Este enfoque se suavizará posiblemente en algún momento de 2023.

No obstante, las tecnologías transversales nuevas y emergentes están atrayendo cientos de miles de millones de dólares de inversión anual.

Hoy daremos un breve repaso a las tecnologías del futuro con gráficos elaborados por McKinsey. En este primero, podemos ver el importante avance inversor experimentado en ámbitos como la transición energética, la movilidad, la conectividad avanzada, la nube o la Web3:

Tendencias de inversión.

Tendencias de inversión.

Las turbulencias económicas y políticas actuales podrían presagiar el comienzo de una nueva era estructuralmente muy diferente con una nueva narrativa de progreso.

En todas las plataformas tecnológicas, los impulsores clave de la digitalización y la conectividad de la era más reciente parecen estar acercándose a la saturación. Sin embargo, un conjunto de tecnologías transversales ya potentes, en particular la inteligencia artificial (IA) y la bioingeniería, pueden combinarse para crear otra gran oleada de progreso en la próxima era.

Al mismo tiempo, la tecnología puede pasar al frente de la competencia geopolítica y cuestionar el significado mismo del ser humano:

El mundo transiciona hacia una nueva era.

El mundo transiciona hacia una nueva era.

La consultora estratégica identifica cinco tendencias clave en la actualidad en el campo de la inteligencia artificial:

Estado de la IA en 2022.

Estado de la IA en 2022.

La adopción de IA se ha más que duplicado: en 2017, el 20% de los encuestados informó haber adoptado la IA en al menos un área comercial, mientras que hoy en día esa cifra es del 50%, aunque alcanzó su punto máximo en 2019 con un 58%.

La cantidad media de capacidades de IA que utilizan las corporaciones también se ha duplicado: de 1,9 en 2018 a 3,8 en 2022. Entre estas capacidades, la automatización de procesos robóticos y la visión por computadora siguen siendo las más implementadas cada año, mientras que la comprensión de texto en lenguaje natural ha avanzado desde la mitad de la tabla en 2018 hasta el tercer puesto:

Porcentaje de IA aplicada a productos.

Porcentaje de IA aplicada a productos.

Sin embargo, los principales casos de uso se han mantenido relativamente estables: la optimización de las operaciones de servicio ha ocupado el primer lugar en cada uno de los últimos cuatro años.

Los mayores efectos en los ingresos gracias a la adopción de IA se encuentran en marketing y ventas, desarrollo de productos y servicios, y estrategia y finanzas corporativas, y los encuestados informan de grandes ventajas en la reducción de costes en la gestión de la cadena de suministro.

IA aplicada en los distintos modelos tecnológicos.

IA aplicada en los distintos modelos tecnológicos.

Hay que tener cuidado con la brecha: los líderes de la IA avanzan y no se ha visto una expansión en el tamaño del grupo de cabeza (aquellas compañías que están experimentando el mayor impacto en resultados por la adopción de la IA, es decir, 20% o más del EBIT).

Es más factible que estas empresas de alto rendimiento sigan prácticas básicas que generen valor, como vincular su estrategia de IA con los resultados comerciales. También es importante que se involucren más en prácticas “fronterizas” que permitan el desarrollo y la implementación de la IA a escala, o lo que algunos llaman “la industrialización de la IA”.

Marvin Minsky fue un científico estadounidense cofundador del laboratorio de inteligencia artificial del MIT que dijo: “Algún día seremos capaces de alcanzar la inmortalidad. Haremos copias de nuestros cerebros. Puede que los creemos en un laboratorio o que, simplemente, descarguemos su contenido en un ordenador”.