“Evitar impuestos es el único esfuerzo intelectual que tiene recompensa". (Keynes).

La semana pasada, Biden amenazó a España y otras naciones europeas con una subida de aranceles a sectores claves como represalia a las tasas digitales, pero las dejó en suspenso hasta que la OCDE pactara un impuesto de sociedades mínimo global. Biden está en contra de la 'tasa Google', pero sí comparte la necesidad de que las multinacionales tributen, entre otras cosas, para que EEUU pille su parte del pastel.

Esta semana, el G7 anunció que ese impuesto mínimo mundial sería del 15%. Una de las novedades del acuerdo es que las empresas no pagarán por sus beneficios donde quieran localizarlos como hacen hasta ahora. A partir de ahora, cambia el statu quo por el que las multinacionales pagan impuestos principalmente donde tienen la sede y pasarán a hacerlo donde se produzcan las ventas.

Lo que está claro es que España, que es un país de pymes, no se verá afectada: es lo único "bueno" de que no hayamos destacado nunca en el plano de la tecnología y de las multinacionales.

En cualquier caso, falta llevarlo al G20 y no será fácil bajar al terreno el detalle del acuerdo, ya que a veces se habla de margen, a veces se habla de beneficio; además, se habla de "donde se produzcan las ventas", pero si los márgenes son distintos en cada mercado, cómo saber cuál es el beneficio... En definitiva: será compleja la redacción final.

Mientras tanto, veamos estos tres gráficos de la CNBC que nos dan una visión muy clara del impuesto de sociedades en el planeta:

España, con su 25%, se sitúa en una zona intermedia. En esta tabla, aparecen los países con el impuesto más caro del mundo (Francia figura en dicho ranking):

Y en esta otra tabla, se ven las naciones que tienen el impuesto de sociedades más bajo. Irlanda, con su 12,5%, se cuela en el listado y será una de las afectadas, ya que la utilizan mucho los gigantes tecnológicos para localizar sus beneficios y acumular caja.

Y es que una práctica común en muchas multinacionales es declarar ingresos de fuentes intangibles, como software y patentes, en jurisdicciones de impuestos bajos, independientemente de dónde se realicen las ventas. Eso permite evitar pagar impuestos más altos en sus países de origen (y esto no le gusta a Estados Unidos tampoco):

¿Dónde están las multinacionales que se verán más afectadas? En este gráfico de The Economist, vemos que, a principios del siglo XXI, 41 de las 100 empresas más valiosas del mundo tenían su sede en Europa. Hoy en día, son sólo 15:

En el año 2000, casi un tercio del valor conjunto de las 1.000 empresas cotizadas más grandes del mundo estaba en Europa (y una cuarta parte de los beneficios). En sólo 20 años, esas cifras se han reducido casi a la mitad.

¿Por qué se quedaron atrás las empresas europeas? La primera razón es que sus empresas han sido superadas. Hay excepciones: Siemens ha eclipsado a General Electric y Airbus ha tenido menos problemas que Boeing. Pero, en general, ha sido mejor apostar por Nike que por Adidas, por JPMorgan que por Credit Suisse o por Walmart antes que por Carrefour.

Una segunda razón es que las empresas más importantes de Europa pertenecen a industrias equivocadas. Los sectores que dominaban las empresas europeas hace 20 años, como los seguros o las telecomunicaciones, han crecido a un ritmo vertiginoso. Pero Estados Unidos y China ya habían hecho avances significativos en el software y el comercio electrónico, industrias que redefinirían la economía global y generarían valoraciones bursátiles billonarias.

La tercera y más sorprendente razón es la falta de empresas europeas de nueva creación en sus índices de primera línea. Muchas de las empresas más grandes de EEUU, como Amazon, Netflix, Tesla o Facebook, son lo suficientemente jóvenes como para ser dirigidas por sus fundadores. En Europa, prevalecen los nombres antiguos:

Quiero concluir la columna de hoy con una famosa reflexión de Ronald Reagan: "La visión gubernamental de la economía puede resumirse en estas breves frases: si se mueve, póngale un impuesto, si se sigue moviendo, regúlelo, y si no se mueve más, otórguele un subsidio".