Será interesante ver este lunes cuántos grandes empresarios del turismo acuden a respaldar a Pedro Sánchez. El sector (15% del PIB en 2019, incluido su efecto indirecto) se siente peor que desatendido por su Gobierno. Las grandes hoteleras, agencias de viajes y aerolíneas llegaron a la desescalada en estado grave y cierran la temporada en estado crítico con poca esperanza de que alguna de sus reivindicaciones se cuele en el discurso del presidente.

Así que su foco no está en lo que ocurra hoy en la Casa de América (lugar elegido por Sánchez para el speach que pronunciará en la conferencia España puede. Recuperación, Transformación, Resiliencia), sino en un despacho situado al norte del Paseo de Recoletos, en el Ministerio de Trabajo.

Septiembre arranca con una cita clave y discreta para los hoteleros que no ha trascendido hasta el momento a los medios de comunicación. Los representantes del sector se reunirán con Yolanda Díaz antes del viernes con un objetivo: convencer a la ministra de Trabajo y Economía social de que prorrogue los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) hasta la Semana Santa de 2021.

La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

Después del impacto de los rebrotes en las pernoctaciones del mes de agosto, aumenta la preocupación por la posibilidad de que Canarias tampoco logre una buena temporada alta este otoño. La situación es desesperada, sobre todo en Baleares. 

La consecuencia es que el paro se disparará en las próximas semanas si el acuerdo que el Gobierno y los agentes sociales firmarán el viernes en Palma de Mallorca no es ambicioso.

Antonio Garamendi acude a esa cita algo cansado de hablar de los ERTE porque la CEOE lleva meses pidiendo al Gobierno extender esos mecanismos hasta el 31 de diciembre para dar seguridad a las empresas y centrar los esfuerzos del diálogo social en los otros muchos asuntos que son acuciantes en este momento de emergencia económica. 

El presidente de la CEOE se presentará en Baleares cargado de argumentos tras el parón económico que se ha producido en el mes de agosto.

Y antes de que Garamendi, Gerardo Cuerva (Cepyme), Unai Sordo (CCOO) y Pepe Álvarez (UGT) se sienten con Díaz, el gremio que representa Gabriel Escarrer -a través de Exceltur- habrá expuesto sus argumentos a la ministra de Unidas Podemos.

Su reivindicación es lógica, pues es evidente que hasta la próxima Semana Santa sus ingresos serán casi inexistentes. Tiene un problema: el poco fuelle del Estado español para sostener las ayudas. Pero también tiene muchas cosas a su favor: si no se subvencionan esos ERTE -manteniendo las bonificaciones actuales-, esos puestos de trabajo serán destruidos, con lo que habrá que asumir otro coste pagando el paro y, además, asistiremos a un drama social.

Es importante tener en mente que de los cerca de 800.000 trabajadores que hay en este momento bajo ERTE por fuerza mayor, cerca de 600.000 son empleados de empresas relacionadas con el turismo. Y la cifra de 'empleo en el limbo' aumentará cuando cierren los establecimientos que han abierto este verano.

Gabriel Escarrer, Antonio Garamendi, Unai Sordo, Simón Barceló, Angela Merkel, Yolanda Díaz, Nadia Calviño y Pedro Sánchez.

Gabriel Escarrer, Antonio Garamendi, Unai Sordo, Simón Barceló, Angela Merkel, Yolanda Díaz, Nadia Calviño y Pedro Sánchez.

Alemania acaba de prorrogar sus Kurzarbeit (su mecanismo más equiparable al ERTE español y en el que Nadia Calviño dice haber encontrado inspiración) hasta finales de 2021.

Con esa ampliación en el tiempo, Angela Merkel deja en una situación de desventaja a las empresas españolas frente a las alemanas, así que la competitividad es un argumento más para que el Gobierno intente proteger al sector.

Eso es compatible con el impulso a las políticas industriales que también necesita este país para que la industria gane peso en el PIB y consiga lo que el ministro Alberto Garzón califica de "empleo de calidad". Industrializar España es una meta loable, pero no nos engañemos, no se alcanza en un año, ni en dos.

¿Será dinero perdido? La experiencia internacional de las grandes cadenas hoteleras permite ser optimistas con el largo plazo. La temporada ha sido nefasta en Europa y también en América y Caribe (muy dependientes del turismo de EEUU). Pero sí se han registrado viajes en China, donde el virus está más controlado. El sudeste asiático también tuvo actividad hasta que los rebrotes de Australia la volvieron a frenar. Esto confirma lo que ya sabemos, que cuando pase la pandemia y se garantice la seguridad, la gente volverá a viajar.

Ahora bien, para entonces muchas empresas turísticas -en especial medianas y pequeñas- habrán sido sometidas a una reestructuración o absorbidas por peces más grandes. 

Pese a que el turismo en España suele identificarse con los grupos de los Hidalgo, Barceló, EscarrerFluxá, Riu... lo cierto es que entre el 80% y 85% del sector está compuesto por pequeñas cadenas -de no más de 10 hoteles- o establecimientos independientes.

Sus empresarios no quieren más líneas avaladas por el ICO porque eso supone asumir más deuda sin un horizonte claro de recuperación. Si esa estrategia no se enmarca en un plan más global solo encamina a la suspensión de pagos.

El Gobierno  tendrá que ser imaginativo si no quiere que la caída del turismo se coma un 15% del PIB. Con los más de 21.000 millones de euros propuestos por la Comisión Europea para sufragar los ERTE (y que el Consejo Europeo podría rebajar en su aprobación final), no hay suficiente para sufragar un plan ambicioso hasta la próxima Semana Santa.

Pero hay más fondos que llegarán a España y, como ya apuntó el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, es posible plantear que uno de cada cuatro euros del plan Next Generation se destine al turismo. 

Puede ser que Calviño tenga ya una receta: que estar sometido a un ERTE esté vinculado a la formación e incluso recualificación de los trabajadores. Es decir que el Gobierno convierta una subvención 'perdida' al empleo en una inversión.

ATENTOS A...

Duro Felguera ya ha presentado su petición de rescate al Gobierno español para tratar de salvar su futuro y el de sus 2.500 trabajadores. La ingeniería asturiana se encomienda así a la SEPI, lo que llevaría aparejado la entrada del presidente de la sociedad pública, Bartolomé Lora ,en su consejo de administración como representante del Estado.

Blas Herrero y Bartolomé Lora.

Blas Herrero y Bartolomé Lora.

La decisión se comunicó el viernes a última hora de la tarde, después de que el consejo de la compañía mostrara su asombro por las declaraciones de Blas Herrero a este periódico afirmando, una vez más, que tiene un plan para comprar la empresa. El dinero del empresario asturiano sería bienvenido en una empresa que necesita liquidez. Pero en Gijón se desconfía de él y se lamenta que se juegue con una cotizada que está en apuros.