Dos residentes en su centro sanitario.

Dos residentes en su centro sanitario. E.P

Observatorio de la sanidad

Las auditorías MIR llegan en noviembre a diez CCAA: quién son los encargados de hacerlas y en qué consisten

Después de 10 años llegan de nuevo las auditorías: se evaluarán nueve especialidades y una unidad docente de Atención Primaria.

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Las claves

Las auditorías MIR comienzan en noviembre en diez comunidades autónomas tras una década, como parte de un proyecto piloto del Ministerio de Sanidad.

El objetivo de las auditorías es garantizar el cumplimiento del programa formativo MIR, evaluando especialidades como Cardiología, Obstetricia y Ginecología, entre otras.

Estas inspecciones buscan asegurar la adecuada formación de los residentes, verificando la relación tutor-residente y las condiciones laborales en los hospitales.

Las auditorías MIR vuelven tras una década. Este nuevo proyecto piloto, impulsado por el Ministerio de Sanidad en colaboración con las autonomías, empezará en noviembre en diferentes hospitales de diez comunidades.

De esta manera, Sanidad aclara que este nuevo proyecto avanza según lo previsto. La primera fase se está completando.

"Se está ejecutando la fase de recogida y evaluación documental para posteriormente pasar a las auditorías en noviembre", aclaran fuentes del Ministerio de Sanidad a este periódico.

Los diez centros que tendrán que fiscalizar los auditores están repartidos entre Comunidad Valenciana, Islas Canarias, País Vasco, Comunidad de Madrid, Cataluña, Galicia, Andalucía, Castilla y León, Islas Baleares y Castilla-La Mancha.

Además, esta nueva edición de auditorías trae novedades. Entre ellas, se evaluarán un total de nueve especialidades y una unidad docente multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria.

Las especialidades fruto de evaluación van desde Cardiología, pasando por Cirugía Vascular, Obstetricia y Ginecología hasta Oftalmología.

Pero, ¿en qué consisten realmente las auditorías? Se tratan de unas inspecciones periódicas que controlan el cumplimiento del programa formativo de las diferentes especialidades MIR.

Es decir, tras esta evaluación se comprueba que el itinerario se está siguiendo, que las rotaciones son las adecuadas, además de que se respeta la ratio de tutores por residentes.

En el Real Decreto (RD) 183/2008 no hay un número exacto, se dice que "cada unidad docente deberá contar con un número suficiente de tutores que garantice una adecuada supervisión y evaluación de los residentes, no debiendo superar el número de residentes asignados a cada tutor la proporción que determine el Ministerio de Sanidad".

Ratio

En la práctica, Sanidad y las autonomías han considerado que debe haber un tutor por cada tres residentes y como máximo, para ser admisible, uno por cada cinco, aclara a este medio Daniel Selva, secretario general de la Asociación MIR.

Los técnicos de la Subdirección General de Programación Profesional del Ministerio de Sanidad son los encargados de realizar dichas inspecciones. Aparte de las ya mencionadas, entre sus funciones también se encuentran: analizar los documentos internos del hospital o que los diferentes servicios, en cuanto a temas de docencia, estén actualizados.

"Se evaluarán los recursos materiales y humanos, que deben ser suficientes para garantizar la formación de los residentes. Y también, los técnicos analizarán el entorno y las condiciones laborales para que se respeten las jornadas o el descanso tras las guardias", señala Selva.

Tras el análisis se emite un informe oficial, donde pueden surgir recomendaciones de mejora para los centros o advertencias, cuando ya se detectan deficiencias muy importantes en el Ministerio.

También, como añade Selva, hay casos más alarmantes, en los que a veces se tiene que retirar la acreditación o disminuir el número de plazas de residentes de un centro o de una determinada especialidad.

El principal objetivo de estas auditorías es tener un control más exhaustivo de la formación sanitaria especializada. De hecho, "los resultados preliminares del piloto servirán de base para perfeccionar la metodología, con la idea de reforzar la excelencia formativa, asegurando la mejor capacitación de los profesionales sanitarios", aclaran fuentes del Ministerio.

Hospitales

Cabe destacar que dicha inspección no se hará en todos los hospitales, sino que se trata de una selección aleatoria de diez centros donde se hará un análisis del trabajo de los MIR.

Y, ¿cómo se va a distribuir esa evaluación? En el caso de Medicina y Enfermería Familiar y Comunitaria, el programa piloto se desarrollará en la unidad docente de Atención Primaria del Hospital Universitario Vinalopó, en Alicante.

A Aparato Digestivo le ha correspondido el Hospital Materno-Infantil de Las Palmas de Gran Canaria y a Cardiología, el Universitario Cruces, en Barakaldo (Vicaya); a Medicina Interna, el Hospital Universitario General de Villalba, en Collado Villalba (Madrid). A Oncología Médica, por su parte, se le ha asignado el Hospital Universitario Sant Joan, en Reus (Tarragona).

Por su parte, las auditorías docentes de Angiología y Cirugía Vascular tendrán lugar en el Hospital Universitario de A Coruña; las de Oftalmología, en el Hospital Universitario Puerta del Mar, en Cádiz.

Las de Neurocirugía se llevarán a cabo en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid; las de Obstetricia y Ginecología, en el de Can Misses (Ibiza); y las de Medicina Física y Rehabilitación, en el Hospital General Universitario de Guadalajara.

Por su parte, el secretario general de la Asociación MIR, precisa a este periódico que pedirán una nueva reunión con Sanidad "para tener un feedback de cómo está siendo todo ese proceso de auditorías porque antes del verano el departamento acordó que se volverían a reunir con ellos".

Y por último, Selva señala el importante papel de dichas inspecciones para poner coto a las prácticas ilegales y se proceda a la revisión de casos.

"En muchos centros no se cumple el ratio tutor/residente y hay un adjunto para muchos residentes. Y finalmente, estos son los que acaban asumiendo un peso importante de la actividad asistencial cuando no debería ser así. El residente debe contribuir con su trabajo, pero tiene un papel formativo", termina Selva.