
Javier López-Belmonte.
Javier López-Belmonte (Rovi): "No descartamos nuevas adquisiciones, pero no serán transformacionales"
El vicepresidente y director financiero de la farmacéutica admite que la compañía está muy atenta a la evolución del negocio de Moderna.
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Rovi celebró este miércoles una junta general de accionistas que respaldó el reparto de un dividendo de 0,93 euros por acción, unos 48 millones de euros en total. Una cita en la que el accionariado de la farmacéutica ha refrendado los planes de futuro de la cúpula, en la que se encuentra Javier López-Belmonte, vicepresidente y director financiero del laboratorio.
En conversación con el Observatorio de la Sanidad, recuerda que para la empresa farmacéutica "los años 2024 y 2025 los hemos denominado de transición. Rovi ha sido una de las compañías que más ha podido aprovechar la pandemia, en la que pudimos crecer muchísimo. Lógicamente, en 2024 y en 2025 hemos tenido un cierto descenso".
Avanza que habrá "un nuevo ciclo de crecimiento para la compañía hacia el año 2030. Hemos marcado objetivos muy ambiciosos pero muy cuantificables. Esperamos que Rovi sea capaz de multiplicar por 1,8 los ingresos operativos. Y todavía más importante que eso: los beneficios de la compañía antes de I + D sumarán 2,5 veces los de 2024".
Sin embargo, en este horizonte de crecimiento(y a diferencia de otras farmacéuticas del Ibex como Faes Farma), no se baraja adquirir nuevos activos. O, al menos, no que sean estratégicos.
"La estrategia de Rovi se basa en un crecimiento fundamentalmente orgánico. Eso nos diferencia de otras compañías. Nunca descartamos alguna operación corporativa que pueda ayudar a agilizar el crecimiento, pero no lo fundamentamos en ese tipo de adquisiciones", aclara.
"Estamos atentos a realizar adquisiciones, pero no serán transformacionales. No haremos ninguna operación que represente un endeudamiento elevado o tener que buscar un apalancamiento o una presión capital. No es el objetivo de la compañía", continúa.
"Al final, lo que estamos explicando a los inversores, a los analistas financieros, es que ya contamos con las herramientas adecuadas para poder alcanzar el crecimiento prometido".
López-Belmonte se refiere, particularmente, a su área de fabricación a terceros. "Estamos focalizados en el área de producir productos de alto valor y, en general, biológicos, como la vacuna de la Covid en su momento", explica el directivo.
"Ahí es donde creemos que puede estar el mayor crecimiento y podemos incrementar las ventas a 700 millones de euros, que es multiplicar por dos las cifras del 2024".
Afirma que la compañía cuenta con "contratos ya firmados" que facilitarán este objetivo. Además, insiste en que "la idea es seguir invirtiendo en las áreas estratégicas que tenemos ahora mismo, que están muy definidas, como es el área farma tradicional. Aquí tenemos dos áreas muy importantes: la de esquizofrenia, donde hemos lanzado Okedi, y la de las heparinas de bajo peso molecular, donde somos líderes mundiales desde hace años.
De vuelta al área de terceros, López-Belmonte recuerda que "el año pasado dedicamos alrededor de 60 millones de euros" a ella, "de los cuales, 45 millones fueron para nuevas inversiones". El plan es "seguir invirtiendo esa misma cantidad durante los próximos dos años con planes para hacer nuevas líneas de producción", ante el incremento de "demanda de clientes" y, si es posible, "ampliar el abanico de servicios".
El directivo de Rovi explica que una característica de esta línea de negocio son los "clientes de por vida", que son, por cierto, otras grandes farmacéuticas. "Hay muchas barreras de entrada, pero también y sobre todo de salida. Y creemos que podremos trabajar para la mayor parte de la clientela durante muchos años".
Un ejemplo de la evolución que espera Rovi de este modelo de negocio es el acuerdo que firmó la compañía en 2024 con una compañía "top farmacéutica mundial. Esperamos que para 2026 y para 2027 pueda suponer un impacto de entre 80 y 180 millones de euros de facturación".
"Adicionalmente a ese gran contrato, hemos firmado otros acuerdos menores. Estamos trabajando en poder diversificar y ampliar nuestra cartera de clientes".
Por otro lado, López-Belmonte admite que hay cierta inquietud sobre el futuro de Moderna, que está teniendo problemas para colocar sus productos en el mercado y, además, la Administración Trump le ha arrebatado financiación.
"Sin duda, seguimos muy de cerca a Moderna, como se puede imaginar. Déjeme resaltar su gran labor durante la pandemia, la gran transferencia de conocimiento que hemos tenido con ellos y lo que nos han ayudado a formar el nuevo Rovi, con lo que estamos muy agradecidos", incide López-Belmonte.
"Moderna ha sido una de esas compañías para las que la pandemia ha sido casi como un one-off. Prácticamente ha vuelto a la situación anterior. Creemos, sin embargo, que es una empresa con un enorme potencial a futuro".
"Yo personalmente creo que con las aprobaciones que está logrando Moderna, y las que pueden venir en el futuro, pueden cambiar el rumbo a un signo más positivo en los próximos años", opina.
"Seguimos trabajando con ellos y la estrategia de Rovi es que siga siendo un cliente que trabaje con nosotros durante muchos años. Ojalá. Pero sobre todo que podamos diversificar y tener clientes incluso superiores, como anunciábamos con ese contrato que mencionaba antes y poder depender menos de Moderna en el futuro".
Aranceles
Por otro lado, Javier López-Belmonte no cree que la guerra comercial de Estados Unidos y sus aranceles supongan un obstáculo para que Rovi logre sus objetivos.
"Como compañía farmacéutica no vendemos a Estados Unidos, así que directamente no tenemos ninguna afectación en el tema arancelario. Es verdad que en el negocio de fabricación a terceros exportamos productos a Estados Unidos vía nuestros clientes, y hay un impacto indirecto ahí".
"Pero, a día de hoy, diría que nadie espera que haya un gran impacto en las cadenas de suministro, puesto que todavía ni hay aranceles. Y el gobierno de Donald Trump, aunque nadie sabe bien lo que va a hacer, ha manejado diferentes estrategias".
Como reflexión personal, considera que "Trump está provocando una ruptura de la globalización. A largo plazo, puede que incluso nos beneficie porque nos protege más de competencia que pueda venir de China o de la India, dado que el mundo va a ser cada vez menos global y más fragmentado".