Dionisio Martínez de Velasco, CEO de Dräger en España.

Dionisio Martínez de Velasco, CEO de Dräger en España.

Observatorio de la sanidad

Dionisio Martínez (Dräger): "Hay escasez y retraso en la entrega de las piezas que son necesarias para fabricar"

Los problemas de suministro de materias primas no son ajenos para el sector de la tecnología sanitaria.

5 diciembre, 2021 05:30

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La industria de la tecnología sanitaria no es ajena a los problemas de escasez de materias primas. Faltan piezas que son indispensables para fabricar equipos médicos. Y no solo eso. Cuando se encuentran, su entrega puede retrasarse más de un mes. 

Estos son los problemas logísticos a los que se enfrenta el sector y que ha puesto encima de la mesa Dionisio Martínez, CEO de Dräger en España, en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL-Invertia. 

Unos problemas a los que se suma también el aumento del precio de la energía que, indudablemente, va a incrementar el coste de producción, lo que impactará en el consumidor final: los hospitales. "Y todavía no hemos llegado al pico", ha avisado Martínez.

¿Cómo ha sido la demanda de material sanitario en 2021? ¿Qué previsiones hay para 2022?

En 2020 nos vimos desbordados, como todas las empresas. El Ministerio de Sanidad compró 10.000 respiradores, cuando en 2019 se compraron apenas 150. Gran parte de ellos se pueden utilizar y otra parte han ido a la reserva estratégica. Pero la obsolescencia no solo era en respiradores. Hay áreas críticas con equipamiento que tiene que ser renovado.

Durante 2021 ha habido algún proyecto que se ha retrasado por la pandemia, pero ha habido un parón. Hospitales públicos y privados tenían las expectativas puestas en los fondos europeos o en los presupuestos generales del estado para la renovación de los equipos tecnológicos. Hay una partida, pero es insuficiente.

¿La llegada de la variante ómicron incrementará la demanda de respiradores o mascarillas en Europa y España?

Si en España tenemos 17 sistemas de salud, en Europa no nos ponemos de acuerdo para nada. Es una de nuestras debilidades. Hay países que están más preparados que otros. Hemos visto que antes de que llegase la nueva variante, Alemania era la zona cero. Falta de vacunación, de mascarillas, de responsabilidad social.

Si sigue creciendo la ola de contagios, podemos llegar a repetir las situaciones del pasado.

Con la nueva variante, puede que se lleguen a colapsar de nuevo los hospitales. Ya hay países que han tomado medidas, como Austria que ha decretado confinamientos. Si sigue creciendo la ola de contagios, podemos llegar a repetir las situaciones del pasado.

¿Dräger está preparada para ese posible aumento de la demanda de material sanitario?

Hemos aprendido todas las empresas. Ahora el gran problema al que nos enfrentamos es el logístico, que está afectando a toda la industria. Hay escasez y retraso en la entrega de las piezas que son necesarias para fabricar. Por ejemplo, puede faltar una simple arandela de goma pero que sin ella no puedes fabricar un equipo.

Esto está generando un problema aún mayor que seguirá durante todo el año 2022. ¿La industria de equipamiento médico está preparada para un incremento de la demanda? Si no se solucionan los problemas logísticos, no.

Puede darse una situación complicada.

En España tenemos dotados todos los hospitales de suficiente material. Pero depende de cómo afecte la nueva variante y si la población vacunada es resistente a ómicron.

¿Cómo está afectando a Dräger los problemas logísticos y la subida del precio de la energía?

Nos afecta en toda la materia prima, los costes de energía -porque nosotros producimos en Europa-, los plásticos, la falta de transporte, el acceso a las piezas para fabricar que, además, cuando traemos esas piezas tenemos que pagar mucho más para tenerlas a tiempo. Como toda industria, los costes se ven elevados. Lamentablemente, tendrá un impacto en el precio de los productos.

Y todavía no hemos llegado al pico. Todos los sectores van a transferir parte de los incrementos de los costes al consumidor final que, en nuestro caso, son hospitales. Esto va a afectar a la economía, a un retraso del crecimiento mayor de lo esperado. Esperemos que la inyección de los fondos europeos pueda revertir esta situación.

¿Ha funcionado la reserva estratégica?

En principio, sí. Se hizo para tener acceso a EPIs y respiradores adicionales en el caso de necesitar mayor capacidad. En nuestra área de interacción con los hospitales sabemos que, efectivamente, tienen EPIs suficientes para abastecerse entre dos y seis meses.

Muchos de ellos siguen viniendo de Asia. De alguna manera, el precio que se ha establecido en el mercado europeo es un precio asiático y seguimos teniendo dependencia de China. Si este país nos cierra las puertas, tendremos reserva de material para unos meses, pero nos pueden faltar.

Nos falta captar producción a nivel nacional y europeo.

Sí. Un made in Europe sería relevante para nosotros como país y como continente. El gran problema es que no somos capaces de ponernos de acuerdo en que necesitamos esa fabricación, que nuestras licitaciones tienen que favorecer esa producción europea y que nosotros como consumidores tenemos que ayudar a ello. No podemos fabricar en Europa o España e intentar comprar a precios asiáticos porque estamos hipotecando nuestro futuro.

El gran problema es que no somos capaces de ponernos de acuerdo en que necesitamos esa fabricación a nivel europeo.

Dräger quería traer esa producción a España. ¿Qué ha pasado?

Hemos tenido muchos contactos con autoridades y empresas privadas. Pero el precio de mercado que se ha establecido está muy por debajo del de producción. Por lo tanto, es inviable cualquier negocio en este sentido.

¿Dräger se olvida de este proyecto?

Sí. Si no somos capaces de poder iniciar fabricación local y apoyarla, seguiremos dependiendo de países asiáticos.

¿Se deberían cambiar los modelos de compra y que dejasen de primar los precios?

Si lo que queremos es ser más independientes, sí. España quiere ser un hub de innovación. Pero hay mucha industria tradicional que debemos atraer y que genera muchos puestos de trabajo. Esta industria puede ser la de Dräger u otras empresas que generen una cadena de valor que favorezca a la economía.

¿Qué falta para favorecer esta atracción de empresas?

Faltan más fondos europeos o el uso de estos en aquellos proyectos que vayan en esta dirección. En el PERTE de salud intentan fortalecer la industrialización, pero habrá que ver cómo se puede capitalizar ese objetivo.

¿Qué opina sobre el PERTE 'Salud de Vanguardia'?

En el análisis que he hecho, el proyecto está más dirigido a la industria farmacéutica, medicamentos, desarrollo de I+D+i. Es necesario reindustrializar y potenciar la industria en España, pero hay muchos más campos que no es la medicina.

La tecnología sanitaria no parece tener un papel importante en el PERTE…

Quizás lo están trabajando desde otro ministerio, pero todo lo que es que el paciente tenga su hoja de vida tanto de hospitales públicos como privados, de diferentes comunidades autónomas… Esa integración yo no la veo en el PERTE y es muy necesaria.

Además, la dotación de casi 1.500 millones de euros inicialmente parece corta.

Cuando Fenin hizo el estudio de obsolescencia, calculó que hacían falta 1.500 millones de euros. Hemos comprado respiradores, pero hace falta mucho más. Si están dotándolo a través de otros presupuestos, está bien, pero falta una mayor transparencia de lo que están haciendo.

¿Dräger opta a los fondos para la renovación del parque tecnológico de los hospitales?

Somos una empresa relevante dentro de los hospitales. Pero no vemos la posibilidad de acceder a esos fondos.

Habíamos desarrollado un proyecto en el que habíamos aglutinado a más de 16 entidades entre comunidades autónomas, grupos privados de hospitales, start ups y habíamos valorado unos 90 millones de euros. No podemos articularlo con las líneas que han salido en el PERTE. Tendremos que ver las diferentes convocatorias, pero en principio no podemos desarrollar nada de lo planificado.

La dotación de casi 1.500 millones de euros del PERTE de salud, inicialmente, parece corta.

En lo referente a la renovación del parque tecnológico, desconocemos cómo lo están gestionando las comunidades autónomas. Sabemos que ha salido algo en Cataluña y que alguna región ya ha recibido fondos, pero no sabemos cuánto ni cómo lo están haciendo.

No sabemos si las compras nos van a permitir dar ese paso adicional de conectividad, interoperabilidad y de transformación.

Y cada comunidad hará sus compras en función de lo que necesitan…

Efectivamente. Y tendrán diferentes tipos de equipamiento y volveremos a tener 17 sistemas de salud. Si algo hemos aprendido durante la pandemia es la necesidad de tener un mando único y coordinación entre todos los interlocutores. Está claro que cada comunidad tendrá sus necesidades, pero deberíamos tener un objetivo común que es el que no veo.

¿No se están aplicando los aprendizajes de la crisis sanitaria?

Se nos olvida muy rápidamente. Pasamos página de todo lo que ha sucedido. La salud fue relevante durante 2020 y tiene que ser relevante, teniendo interlocutores fuertes que ayuden a aunar esos esfuerzos para tener objetivos comunes y conjugar a todos los interlocutores de la geografía. Me refiero a empresas privadas, Administraciones públicas… Definir objetivos en el sector farmacéutico sino en muchos más sectores.

¿Dräger ha recuperado su actividad en los hospitales?

Sí, se ha normalizado la posibilidad de visitar los hospitales. También tenemos clientes en la industria, policía, guardia civil… La gente quiere volver a verse. Tenemos la posibilidad de retomar el contacto y la operativa diaria con nuestros clientes.

¿Qué previsiones de facturación tiene Dräger par 2021?

Depende de los problemas logísticos. Si nos impiden recibir la mercancía a tiempo, estaremos en el entorno de lo presupuestado o incluso menor. Pero si ser resuelven, podremos estar por encima. No llegaremos a los niveles de 2020, pero sí por encima de 2019.

Mascarillas donadas por Dräger.

Mascarillas donadas por Dräger.

Recientemente, Dräger ha hecho una donación de mascarillas a La Palma. ¿Hay previstas nuevas acciones en este sentido?

No se nos debe olvidar que nosotros tenemos la obligación de devolver a la sociedad parte de lo que recibimos de ella. Es algo que nuestra empresa lo realiza a nivel mundial. Hemos hecho donaciones en África, Perú, tenemos una Fundación que realiza donaciones… Es nuestra obligación moral hacer este tipo de acciones en aquellos lugares donde se necesiten.

Es una tragedia lo que está pasando en La Palma. Estamos encantados de poner a disposición de la población, los bomberos y de las autoridades para que lo distribuyan. Es ayudar a esas personas que están trabajando. Si pudiéramos hacer más, estaríamos encantados.

¿Qué supone el premio al mejor CEO?

Lo que hicimos el año pasado lo vemos reflejado en 2021. Cuando me notifican que he sido ganador de CEO del año en la categoría de acción social lo primero que pensé es en todo lo que no pudimos hacer. Al mismo tiempo, tengo la satisfacción de todo lo que hemos hecho. Lo recibo en nombre de los 400 empleados porque sin ellos no se podría hacer todo lo que hemos logrado. Fue gracias a compromiso de todos ellos.