Jovenes entrando al metro de Madrid, a 22 de octubre de 2025, en Madrid (España).

Jovenes entrando al metro de Madrid, a 22 de octubre de 2025, en Madrid (España). Ricardo Rubio Europa Press

Observatorio de la movilidad

Indra, Kentkart, Hitachi y otras siete empresas más pujarán por el nuevo sistema de pago del transporte público de Madrid

El 1 de diciembre se cerró el plazo para recibir ofertas. El contrato está valorado en más de 40 millones de euros y pondrá fin a la actual tarjeta física a partir de 2027.

Más información: La empresa turca Kentkart prepara su llegada a España para implantar nuevas formas de pago en trenes y buses

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Las claves

Hasta diez empresas internacionales, entre ellas Indra, Hitachi y Kentkart, han presentado ofertas para gestionar el nuevo sistema de pago del transporte público de Madrid.

El contrato para implantar el sistema Account-Based Ticketing (ABT) supera los 40 millones de euros y tendrá una duración de diez años.

El sistema ABT eliminará la tarjeta física y vinculará los trayectos a un perfil digital, cobrando al usuario al final del día la tarifa más barata posible según sus viajes.

La implantación está prevista para 2027 y situará a Madrid a la vanguardia tecnológica en transporte público, como ocurre ya en ciudades como Londres o Singapur.

En 2027 Madrid implantará un nuevo sistema de pago del transporte público, denominado Account-Based Ticketing (ABT, en sus siglas en inglés). Para ello, en septiembre lanzó un concurso público que ha despertado un gran interés entre empresas internacionales como Indra, Hitachi o Kentkart.

En concreto, hasta diez compañías o uniones temporales de empresas (UTE) han presentado sus ofertas para pujar por este contrato de más de 40 millones y una duración de diez años.

De hecho, la fecha límite se ha tenido que ampliar en varias ocasiones. Finalmente, el 1 de diciembre se cerró el plazo para presentar sus propuestas.

Así, la lista definitiva está formada por empresas en solitario: la turca Kentkart a través de su filial en Italia, Grupo Mecánica del Vuelo Sistemas, INIT Innovative y las filiales de Hitachi Rail en España y Francia.

A las que se suman otras en alianzas: Revenga Ingenieros y Aurionpro Transit (en UTE), Ubitransports y Alestis; Inetum España y BPC; Cubic y EYSA; Indra Sistemas y Kontron Public Transport Arce; y Masabi Limited y Accenture.

Se trata de empresas con origen español, alemán, italiano, francés o estadounidense. Es decir, compañías de primer nivel mundial con mucha experiencia en sistemas de ticketing inteligente, movilidad, telecomunicaciones o defensa.

Algo que encaja con el objetivo que se fijó el Consorcio de Transportes de Madrid cuando lanzó el concurso público.

Jovenes entrando al metro de Madrid, a 22 de octubre de 2025, en Madrid.

Jovenes entrando al metro de Madrid, a 22 de octubre de 2025, en Madrid. Ricardo Rubio Europa Press

¿Cuál es el siguiente paso? “Deberían dejar a los aspirantes en seis como mucho en un primer corte”, señalan fuentes cercanas a este periódico.

No obstante, los plazos no están definidos. Lo que sí es cierto es que la intención de la región presidida por Isabel Díaz Ayuso es que el sistema arranque en 2027.

Nuevo sistema

El nuevo sistema ABT es un modelo revolucionario que pondrá fin a la actual tarjeta física con la que los viajeros se mueven por la Comunidad de Madrid.

Este sistema vincula los trayectos del pasajero a un perfil digital. Esto facilita que no se cobre en el momento que el ciudadano atraviesa el torno, sino al final del día.

Lo que hace es calcular la tarifa más barata posible según los viajes realizados y la frecuencia. De esta forma, ofrece mayor comodidad y flexibilidad.

La ventaja para los viajeros es que ya no tendrán que recargar sus tarjetas ni comprar títulos sencillos.

Asimismo, permitirá a los madrileños acceder a datos de su trayecto, recibir notificaciones y gestionar los medios de pago asociados a la cuenta.

Según la Comunidad de Madrid, la transición hacia este sistema situará al transporte público a la vanguardia tecnológica, al nivel de ciudades como Londres o Singapur, donde ya funciona.