Presentación de la Apple Card.

Presentación de la Apple Card.

Observatorio digital

La tarjeta de Apple sigue necesitando un banco y se parece a la de Carrefour

OBSERVATORIO DIGITAL. Su versión física de titanio y sin números es un guiño a su adinerada parroquia, pero Tim Cook no está reinventando las finanzas.

26 marzo, 2019 03:40

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Teniendo en cuenta que el gran anuncio de Apple durante su presentación de este lunes, su servicio de televisión Apple TV Plus, se vio empañado por la ausencia de datos concretos -como el precio-, y que tuvo más estrellas de cine que novedades reales, la verdadera novedad de la presentación de este keynote del coloso de Cupertino fueron los detalles que ofreció sobre su nueva tarjeta de crédito, la Apple Card

Las novedades de las que hablaron son interesantes y sin duda será una buena tarjeta de crédito que complementará a Apple Pay, el sistema que utiliza para abonar compras utilizando sus dispositivos, que ha alcanzado en 2019 los 10.000 millones de transacciones y que tiene en España una penetración del 80%.

Para conseguir que su nueva tarjeta sea aceptada universalmente, utiliza una plataforma consolidada como la de Mastercard. Para hacerla funcionar, han llegado a una alianza con Goldman Sachs.

Aunque Apple insistió en que es “un nuevo tipo de tarjeta de crédito diseñada para ayudar a los clientes a tener una vida financiera más saludable”, lo más importante para los bancos es que tampoco es tan novedosa y se mantiene una relación de confianza entre los distintos actores del ecosistema.

“Para crear una tarjeta de crédito necesitas un banco y nosotros nos hemos aliado con uno que estaba dispuesto a hacer cosas que no había hecho nadie en la industria”, señalaba Jennifer Bailey, vicepresidenta de Apple Pay. Con esto, remarcaba la dependencia que aún existe de las entidades financieras

¿Menos intereses? 

Apple Card está integrada en la aplicación Apple Wallet, no tiene cuotas, enseña a los usuarios en detalle cuántos intereses pagan y les deja muy claro cómo fueron sus pagos -como hacen ya varios bancos y empresas fintech europeas-. 

Además, incluye un servicio de atención por mensajería -no tan distinto al de EVO Banco-, y ofrece un compromiso expreso de mayor privacidad y seguridad. Saldrá en EEUU este verano e introduce un sistema de recompensas, denominado Daily Cash, que devuelve cada día a los clientes un porcentaje de cada compra.

Un 1% por compras con su nueva tarjeta física de titanio -totalmente 'pelada' de datos personales más allá del nombre-, un 2% por las compras con Apple Pay y un 3% por las compras dentro de Apple.

Apple Card permite cosas bastante innovadoras, como enviar el saldo de Daily Cash a tus amigos -como si tuvieses Bizum-, utilizarlo en aplicaciones y otras webs, gastar en tiendas o incluso pagar con esas recompensas la factura mensual de la tarjeta.

Parecidos razonables

En muchos aspectos, la tarjeta de Apple se parece a otros productos de recompensas que pueden ofrecer colosos como Chase Sapphire en EEUU, que coincide con Apple en ofrecer una tarjeta limpia de números en la parte frontal -aunque sí los incluye en la trasera-. 

En España existen muchos parecidos con productos como la Bankintercard Platinum, que devuelve el 7% de las compras en una serie de grandes almacenes y del 1% en el resto; o la de Carrefour, que ofrece un 8% en forma de Chequeahorro en las compras realizadas en sus establecimientos y del 1% en el resto de comercios.

¿La diferencia? Es sustancial, sin duda: la devolución es en el mismo día, no tiene límite diario y puede gastarse del tirón. Puede transformar el mercado, pero especialmente si otros agentes replican su apuesta.

Porque ésa es la clave de Apple Card: como muchas de las cosas que hace Apple últimamente, es menos una novedad que una integración inteligente de cosas que ya existen en el mercado. Pero sin entrometerse en las industrias tradicionales.

Apple Card se parece un poco a muchas cosas pero no hay nada exactamente igual en nuestro mercado. Aparece como un aliado de los bancos, pero puede dañar su negocio de tarjetas a corto plazo. Apple lo vende como un servicio para el iPhone, pero puede hacer que los usuarios se compren uno de sus teléfonos sólo para tener acceso a sus tarjetas y a sus tipos de interés.

Puede ser un cambio radical en una industria que tiende a beneficiarse de los clientes que toman las peores decisiones o un agente más que se aprovecha de ellos pero ofreciendo mucha información y hablando de “salud financiera”. ¿Qué será exactamente? Eso es lo que está por ver.

ACTUALIZACIÓN

La industria de las tarjetas de crédito vive de que los usuarios dejen de pagar a fin de mes y se metan en créditos con intereses del 20%, una cifra que es sorprendentemente similar en EEUU y en España. Los intereses de Apple son más bajos que la media del mercado, pero de forma mínima. Será fácil competir bajando ligeramente los precios. 

En su página web, Apple ha introducido los porcentajes medios de interés de sus tarjetas, que dependen de la calidad crediticia de los clientes -recordemos que en EEUU se mide la capacidad de pagar deudas de los usuarios a lo largo del tiempo-, y oscilan entre el 13,24% y el 24,24%

Esto implica exactamente lo que promete la compañía: tipos de interés más bajos que la media de la industria. La Chase Sapphire Preferred, de la que hemos hablado antes, tiene una horquilla del 18,24 al 25,24%. La Discover It Cash Back, que ofrece las mejores condiciones que he encontrado, está justo un punto por encima de la horquilla de Apple: 14,24% al 25,24%.

Es imposible medir cómo entrará Apple Card en España, teniendo en cuenta que el sistema de crédito es muy diferente. Lo que no cambian son los tipos de interés elevados, que en el tipo de tarjetas que nos ocupan suponen una media que se encuentra en el entorno del 20%, según datos del Banco de España.

(Una versión anterior de esta noticia no incluía los tipos de interés ofrecidos por Apple)