Incentivos fiscales y competencia. Esos son los dos principales reclamos de las patronales Inverco, ATA y AEFI al Gobierno de Pedro Sánchez con motivo de los futuros fondos de pensiones de empleo de promoción pública que el Ejecutivo ha planteado. Dentro de la competencia, un aspecto clave: que las pequeñas gestoras puedan captar mandatos de inversión, y no solo las grandes. Y también aspiran estas asociaciones a una adopción progresiva de estos vehículos.

En el encuentro informativo ‘Planes de pensiones de empleo: a la espera del necesario impulso del segundo pilar’, organizado por Caser Seguros, la directora general de Inverco, Elisa Ricón, ha criticado duramente la propuesta de que únicamente las gestoras con más de 1.000 millones de euros en fondos de pensiones puedan optar a gestionar los nuevos planes de promoción pública.

“Se trata de competir en una economía de libre mercado. Los pequeños deben entrar y no quedarse fuera por volumen. Vale que se pueda limitar por precio, pero que no sea por tamaño”, incide Ricón.

Según datos de estas patronales, en la actualidad apenas un 3% de las pymes tiene contratado un plan de pensiones privado, cifra que se eleva hasta el 10% en el caso de los autónomos.

El plan del Gobierno es que estos colectivos mayoritarios dentro de la economía española se incorporen a la previsión social complementaria a través de su nueva fórmula. La intención ha sido bien acogida por el sector, aunque no tanto en lo que se refiere al modelo de implementación.

Que no se 'cierre' el tercer sistema

Para Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, “está bien que la plataforma que se ha propuesto se digitalice”, si bien ha deseado “que no la haga la Administración Pública”, dudando así de su capacidad para diseñar una plataforma digital de adhesión y contratación de planes de una forma ágil, clara y eficiente.

Además, esperan que la adopción de estos nuevos fondos y planes de pensiones sea “muy progresiva”. “Que avancen al mismo tiempo que evoluciona la digitalización de los autónomos y pymes y se adapten al entorno tan cambiante del empleo”, le gustaría a Ferrero. En todo caso, todavía tienen que ser debatidos con los diferentes actores sociales y tramitado el Anteproyecto de Ley Reguladora de Fondos de Pensiones de Empleo de Promoción Pública y de Planes de Pensiones de Empleo Simplificados.

Una queja común de las tres asociaciones es que, “sin tener desarrollado del todo el segundo pilar de las pensiones (empresas), nos ‘cierren’ el tercero (individual) con menos beneficios fiscales [y se ha llegado a mencionar su posible supresión], a contracorriente de lo que sucede en Europa, donde el segundo pilar está muy desarrollado y ahora nos llega, a través del tercer pilar, los planes de pensiones paneuropeos”.

Protección interna

Asier Uribeechevarría, vocal de WealthTech de AEFI, la Asociación Española de Fintech e Insurtech, ha destacado un aspecto importante. “Es positivo que haya competencia externa, pero también que se deje espacio a los de aquí”. Como se teme, “o generamos esta industria nosotros desde dentro, o vendrán desde fuera y lo harán otros”.

Desde Inverco también se ha echado un jarro de agua fría a las pretensiones que la semana pasada trasladaba Sergio Álvarez Camiña, director general de Seguros y Fondos de Pensiones, sobre la poca influencia que tienen como inversores institucionales los planes de empleo actuales en las empresas o los gobiernos donde invierten dado su bajo volumen. “Aunque el sistema se multiplique por cinco, la capacidad de influencia seguirá siendo limitada. Cada vez se invierte más en global y menos en España. La bolsa española ni siquiera llega al 1% de la capitalización mundial del conjunto de los parqués. Sería raro que un fondo de empleo español pudiera decir algo en Apple”, ponía de ejemplo Ricón.