Una oficina de NN en Lleida.

Una oficina de NN en Lleida. Europa Press.

Fondos de inversión

Un juzgado de Madrid obliga a Nationale-Nederlanden a devolver 14.000€ a un cliente por un seguro mal vendido

Anula el contrato firmado por un cliente suyo en 2015 sobre el producto Optiplan, calificado como un 'unit linked' de riesgo.

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Varapalo judicial contra Nationale-Nederlanden. El Juzgado de Primera Instancia número 47 de Madrid ha dictaminado en una sentencia que la entidad financiera anule el contrato firmado por un cliente suyo en 2015 sobre el producto Optiplan y, por tanto, le devuelva su dinero más intereses y comisiones por una mala comercialización del mismo, derivada de un error en el consentimiento.

El cliente estaba representado por la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), que fue la demandante en su nombre. Mientras que la demandada era la filial española Nationale-Nederlanden Vida Compañía de Seguros y Reaseguros.

En 2015, el cliente contrató el producto Optiplan, comercializado como un seguro/plan de ahorro-pensiones. En la demanda, el cliente alega que se le presentó como un producto de ahorro "seguro y rescatable en cualquier momento", pero realmente era un producto de inversión complejo tipo unit linked, con riesgo elevado sobre el capital.

El demandante sostuvo que no recibió información clara, ni evaluación de conveniencia o idoneidad conforme a la normativa europea aplicable al instrumento. Y, por consiguiente, reclamó la nulidad por error o dolo en el consentimiento, pidiendo la restitución del capital invertido e intereses.

El citado juzgado reconoce que el Optiplan es un unit linked que, "bajo la apariencia de seguro, es realmente un producto financiero complejo equivalente a un fondo de inversión con riesgos sobre el capital invertido".

Se destaca la obligación de las entidades de proporcionar información clara y suficiente y realizar una evaluación sobre el perfil del cliente antes de la contratación.

Tal y como se desprende de la sentencia, la ausencia de información y tests (conveniencia/idoneidad), y que parte de la documentación relevante no fue firmada ni entregada antes de contratar, lleva a presumir que no existió un consentimiento válido, "por error esencial y excusable". Y cita la jurisprudencia del Tribunal Supremo que exige la aplicación de la normativa bancaria o financiera a estos productos.

Así, el magistrado falla que estima íntegramente la demanda y declara la anulabilidad por error en el consentimiento del contrato Optiplan.

Y ordena la restitución al cliente del capital invertido e intereses legales, cifra que según fuentes de Asufin asciende a 14.160 euros, así como la restitución de las remuneraciones percibidas por Nationale-Nederlanden durante el contrato, con sus respectivos intereses. También impone costas procesales a la demandada.