El Sultán Ahmed Al Jaber, en una imagen de archivo como presidente de la COP 28.

El Sultán Ahmed Al Jaber, en una imagen de archivo como presidente de la COP 28.

Fondos de inversión

El grupo emiratí Masdar llega a Madrid para comprobar 'in situ' la posición de España ante los aranceles de Trump

Los fondos árabes están desplazando a otros fondos occidentales en las empresas estratégicas españolas.

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La visita a Madrid del Sultán Ahmed Al Jaber, máximo responsable de Masdar, el grupo estatal de renovables de Abu Dabi, ha revuelto el panorama empresarial en España cuando más amenazada está la inversión extranjera por las represalias arancelarias de Trump y la crisis de Gobierno en que esta sumido Pedro Sánchez. 

"Los fondos de inversión árabes se han puesto de moda", aseguraba un presidente del Ibex invitado a la cena que da Al Jaber este martes en Madrid, a sabiendas de que la falta de estabilidad política y el parón de las operaciones de M&A en España no aconsejan hacer ahora grandes apuestas al capital exterior.   

Esta semana se termina la prórroga de Trump a los aranceles, con la amenaza de imponerlos a partir del 1 de agosto en toda la UE. El enfrentamiento directo de EEUU con España en la cumbre de la OTAN por el gasto en defensa juega en contra de sectores tan básicos como el aceite, el vino o los componentes de automoción.

Tanto Funcas como el propio Banco de España han advertido en dos informes recientes el peso que tiene en una economía abierta como la española la llegada de inversión extranjera directa (IED), con un peso en el PIB que es el doble que el de los socios comunitarios.

Y ambas instituciones han coincidido al señalar a la inestabilidad geopolítica y el conflicto arancelario como el gran enemigo que puede romper esa fortaleza. A corto plazo, por la subida de costes y el freno a la rentabilidad que supone; a medio y largo, por el impacto que tendrá en nuestros principales inversores y socios comerciales de la UE.

Energía y Naturgy

El sector energético es uno de los grandes objetivos de la inversión emiratí en España, con empresas como Naturgy en el punto de mira o alianzas pendientes de concretar con Iberdrola y otros grupos medianos, que planean sobre todo el encuentro.

Los fondos emiratíes y sus empresas energéticas siempre han visto en España una puerta de entrada al mercado europeo, sobre todo en el caso del negocio del gas, del que son grandes productores globales, con alianzas en mercados cercanos al español como Reino Unido o Marruecos.

Centro Canalejas Madrid (Hotel Four Seasons).

Centro Canalejas Madrid (Hotel Four Seasons). Estudio Lamela Arquitectos.

Hay quien ve en este encuentro una vuelta más a la intención de la emiratí Taqa de entrar en Naturgy, un proceso que nunca se ha dejado muerto, a pesar de que cuenta con el rechazo de un enemigo natural de Emiratos y socio estratégico del gas en España, como Argelia. Fuentes conocedoras de ese proceso aseguran que la reciente recomposición de capital de Naturgy, con un 10% de autocartera y Criteria de socio mayoritario, facilitaría la operación siempre que el control de la gestión y la toma de decisiones queden en manos españolas.

La operación Naturgy sería un ejemplo claro de lo que algunos analistas advierten en la llegada de capital foráneo: la salida de fondos occidentales, como BlackRock o CVC, huyendo del riesgo de perder sus plusvalías acumuladas por la inestabilidad política y del golpe de Trump, y la llegada del capital árabe para sustituirles.

Desde el lado político, esta u otras operaciones también sirven de alerta, por estar orquestadas desde intermediarios cercanos al PSOE y al Gobierno (Zapatero, Pepe Blanco, etc.), en un momento en que los casos de corrupción desvelados atentan contra su continuidad y capacidad de influencia.

Aun así, desde el mercado se han desatado las alarmas porque los fondos árabes son expertos en pescar en río revuelto, en busca de rentabilidades y tomas de control 'conquistadas' en el tiempo, más que en la primera lanzada.

Capital más allá de Arabia

Aunque la economía española muestra buenos fundamentales y parece andar por sí sola al margen de la política a la hora de atraer a los grandes inversores, la corrupción política que se investiga en el seno del Gobierno y el PSOE, así como la falta de Presupuestos, empiezan a hacer pequeños estrategos en según qué entidades o sectores.

Un banco de inversión extranjero presente en España reconoce en conversación con EL ESPAÑOL-Invertia que "se nos han parado dos operaciones que teníamos muy avanzadas".

Ante este panorama, los fondos de Oriente Medio se están convirtiendo en la salida natural para aquellas empresas españolas que necesitan capital para crecer. Ya son accionistas o tienen alianzas con El Corte Inglés, Telefónica o Iberdrola, a lo que se suma la intentona por Naturgy. E igualmente son inversores ancla en muchos fondos españoles.

A este respecto, Íñigo Fernández de Mesa, vicepresidente de la CEOE, alerta de una derivada de la que quizá el empresariado español no está siendo muy consciente todavía. "Los fondos árabes ya estaban y van a seguir estando muy presentes en España. Pero la situación de inestabilidad política está ahuyentando a otros fondos internacionales como los de las pensiones canadienses".

"España tiene una gran oportunidad de captar a estos fondos, que están deslocalizando su histórica inversión en EEUU por la agresividad y los aranceles de Trump contra Canadá. Pero no se lo estamos poniendo fácil para venir", se teme Fernández de Mesa, consciente de que "otros grandes fondos como los chinos u otros asiáticos también recelan de venir a España".

"Si España tiene un Gobierno que disipe todas estas dudas, podría vivir un segundo boom", confía el vicepresidente de la patronal española.

En el particular de los fondos soberanos que proceden del desierto, el socio español de un capital riesgo internacional cree que éstos "van a seguir interesados en sectores que les lleven tecnología en la que ellos no tienen autosuficiencia, como energías renovables, agricultura, agua o ciberseguridad". Y también en "activos trofeo que les ponga en el mapa (o blanquee), tipo deportes o clubs".

Fuentes jurídicas apuntan a otros sectores interesantes en España para los fondos de Oriente Medio como inmobiliario (hoteles o centros de datos), educación o farmacéutico.

La puja de Oriente Próximo por España cristaliza, por ejemplo, en el debut bursátil de Cirsa este miércoles. "La evidencia es Cirsa. Hace dos años hubiera sido impensable que una empresa de juego española saliese a bolsa con tal sobredemanda del libro, en el sector que es -vetado por muchos fondos con mandatos ESG- y con el ruido político que hay", ponen en contexto estas fuentes legales.