Sede de la multinacional Grifols en el parque tecnológico de Zamudio (Bizkaia).

Sede de la multinacional Grifols en el parque tecnológico de Zamudio (Bizkaia). Luis Tejido EFE

Fondos de inversión

Fondos internacionales ven probable que la familia Grífols pierda el control del grupo

El valor de la compañía en bolsa se ha desplomado un 41% desde el pasado martes. Millennium tiene una posición corta abierta del 0,53% de su capital.

19 enero, 2024 02:00
Laura Piedehierro Elena Lozano

Josep Antoni Grífols Roig fundó en 1940 Laboratorios Grifols, junto a sus dos hijos, Josep Antoni y Víctor Grífols Lucas. Ahora, 84 años después y debido a la crisis en la que se ve inmersa, diversos fondos de inversión internacionales ven muchas posibilidades de que la familia fundadora pierda el control de la compañía.

Según explican fuentes del mercado a EL ESPAÑOL-Invertia, el argumento que esgrimen estos fondos es que, de momento, Grifols no ha conseguido tranquilizar al mercado. El valor de la compañía en bolsa se ha desplomado un 41% desde que el pasado martes Gotham City Research publicó un informe en el que le acusaba de falsear sus cuentas para reducir artificialmente su apalancamiento.

Las mismas fuentes señalan que los fondos consideran que los ejercicios de transparencia llevados a cabo por Grifols no han sido suficientes para calmar el ánimo de los inversores. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con la multinacional catalana por varios medios, pero no ha recibido respuesta alguna a sus preguntas.

Principales accionistas

La familia fundadora mantiene el control de la empresa de hemoderivados. El paquete accionarial más representativo es el de Deria, sociedad de la rama familiar Grífols Roura. Posee el 9,19% del laboratorio, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El segundo accionista más importante de Grifols es Scranton Enterprises, sociedad que está en el ojo del huracán y que tiene un 8,67% de la farmacéutica. Esta es la empresa que la compañía habría utilizado, según el informe de Gotham City, para manipular la deuda que refleja en sus cuentas.

Tanto el laboratorio como sus directivos negaron que Scranton sea un family office de los Grífols, ya que, entre sus 22 inversores, sólo hay tres miembros de la familia que poseen menos del 20% del capital.

Además, Ponder Trade, de los Grífols Gras, cuenta con el 7,089% de las acciones de Grifols, mientras que Ralledor Holding -la sociedad de Nuria Roura Carreras, viuda de Víctor Grífols i Lucas- tiene un 6,15%.

Consejo de administración

Tres puestos del consejo de administración están ocupados por miembros de la familia fundadora, tal y como consta en la web de la compañía. Se trata de Raimon Grífols (vicepresidente y director general corporativo, hermano del expresidente), Víctor Grífols Deu (director de operaciones, hijo del expresidente) y Albert Grífols Coma-Cros (consejero ejecutivo).

Los dos primeros fueron consejeros delegados con carácter solidario desde el 1 de enero de 2017, cuando sucedieron Víctor Grífols Roura, y hasta el 3 de mayo de 2023, cuando cedieron sus poderes como CEO a Thomas Glanzmann.

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Por su parte, Víctor Grífols Roura dejó su silla en el consejo de administración de la empresa familiar el pasado 19 de diciembre. Ya había dejado de ser CEO en 2017 y presidente en 2022, con el fin de permitir una renovación ordenada del coloso farmacéutico que es Grifols.

El primer accionista financiero de Grifols -no perteneciente a los Grífols- es Capital Group, al contar con un 5,1%. La gestora, quinto mayor accionista de la empresa catalana, saltó a la palestra la semana pasada, cuando comunicó a la CNMV, unos derechos para reclamar acciones prestadas equivalentes al 0,469% del total de los títulos del laboratorio.

Bajistas

Aunque el fondo no indicó a quién ha prestado esas acciones ni con qué finalidad, el mercado ha especulado con la posibilidad de que sea a un inversor bajista. Para abrir una posición corta, se deben tomar prestadas acciones de un tercero para venderlas en los mercados y luego recomprarlas y devolvérselas a su dueño original. El beneficio se obtiene cuando la cotización de un valor, en este caso Grifols, cae.

De hecho, la actuación de los bajistas en Grifols es otra cuestión que también preocupa a los fondos con intereses en la compañía. En la actualidad sólo un hedge fund, Millennium International Management, tiene una posición corta abierta contra la farmacéutica. Es del 0,53% de su capital.

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Hasta hace unos días General Industrial Partners -firma relacionada con Gotham City Research- y AKO Capital también apostaban contra la compañía de hemoderivados. Poco después de la publicación del mencionado informe cerraron su posición.

Conviene recordar que la CNMV sólo hace pública las posiciones cortas cuando estas igualan o superan el mínimo legal del 0,5%, a pesar de que las empresas tienen la obligación de notificar al supervisor las apuestas bajistas cuyo porcentaje alcance o supere el 0,2%.

Endeudamiento real

Además de las apuestas bajistas, los fondos empiezan a temer que haya bancos que puedan cerrarle vías de financiación a Grifols ante las dudas que pueda haber, señalan las fuentes.

Las dudas sobre el endeudamiento real de Grifols llevaron hace unos días al Banco Central Europeo (BCE) y al Banco de España a pedir a las entidades que detallaran su exposición a la farmacéutica, un requerimiento que se produjo a través de una videollamada, como ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia.

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Según fuentes conocedoras, esta solicitud de los supervisores se produjo a partir del "ruido" generado por la publicación del informe de Gotham, que ha generado "preocupación" en el sector, pero no una alarma. No en vano, la vigilancia de estos temas forma parte del trabajo de supervisión tanto del BCE como del Banco de España.

Entre los bancos a los que han contactado los supervisores se encuentran tanto entidades españolas como del resto de la zona euro que tienen financiación concedida a la compañía catalana, según ha adelantado Reuters.

Con todo, los mencionados fondos de inversión comienzan plantear que la única salida que tiene Grifols para solventar esta crisis es que la familia fundadora ceda el control del grupo, dejando paso a nuevos gestores.

Incluso, explican las mismas fuentes, llegado el momento, los Grífols podrían vender su participación en la farmacéutica para que nuevos accionistas pongan orden en la compañía de hemoderivados.