Trabajadores de Starbucks se manifiestan ante un establecimiento de la cadena en Búfalo, Nueva York.

Trabajadores de Starbucks se manifiestan ante un establecimiento de la cadena en Búfalo, Nueva York. Lindsay DeDario Reuters

Fondos de inversión

El fondo Allianz mete presión en la junta de accionistas de Starbucks para que sus empleados se sindicalicen

La semana pasada un tribunal estadounidense condenó a la compañía por sus intentos de impedir la creación de sindicatos.

7 marzo, 2023 02:31

Más presión para Starbucks en medio de la polémica sobre la incapacidad de sus trabajadores para sindicarse. Allianz Global Investors, una de las principales gestoras de inversión activas del mundo, ha anunciado su intención de apoyar en la Junta General de Accionistas una propuesta que solicita una evaluación independiente de las condiciones laborales de la plantilla de la famosa cadena de cafeterías.

En un comunicado al que ha tenido acceso este periódico, la gestora defiende que “los derechos de los empleados son fundamentales para el éxito a largo plazo de las empresas, especialmente de aquellas como Starbucks, que dependen de forma crítica de su capacidad de atraer a un gran número de empleados con talento para ofrecer productos y servicios de calidad”.

Por ello, antes de la próxima Junta General anual de Accionistas de Starbuck tienen previsto "emitir su voto por delegación en apoyo de la resolución de los accionistas relativa a una evaluación de los compromisos de la empresa en materia de derechos de los trabajadores".

“La resolución insta al Consejo de Administración a encargar y supervisar una evaluación independiente por parte de terceros del cumplimiento por parte de Starbucks de su compromiso declarado con la libertad de asociación y los derechos de negociación colectiva de los trabajadores”, subraya la gestora.

La polémica sobre la capacidad de los trabajadores de la cadena para sindicarse comenzó en 2021, cuando una campaña para crear sindicatos entre los empleados comenzó a cosechar sus primeros éxitos en Búfalo (Nueva York). Gracias a ella, y frente a las presiones de la multinacional, se han organizado al menos 280 sindicatos entre los más de 9.000 establecimientos que la compañía tiene en Estados Unidos.

Condena

Pero la controversia se agravó la semana pasada, cuando un juez de la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos -el órgano que se encarga de mediar en las disputas sindicales en el país- condenó a Starbucks por sus intentos de impedir la creación de sindicatos entre sus trabajadores.

Tal y como informó Efe, el caso combinaba 33 acusaciones de mala praxis en 21 cafeterías de la zona de Búfalo, donde varios empleados que formaron parte de la mencionada iniciativa para sindicarse fueron amonestados o incluso perdieron su puesto de trabajo.

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La compañía mostró "indiferencia ante los derechos fundamentales de los empleados", aseguró el juez en su sentencia, recogida por medios locales.

El mismo documento obliga a la compañía a devolver su puesto de trabajo a siete trabajadores que, según el magistrado, fueron despedidos de manera inapropiada.

Apelación

A AllianzGI le preocupa “el nivel de controversia registrado en torno a estas cuestiones” porque, en su opinión, “puede tener repercusiones duraderas en la percepción de la marca”. Como accionistas a largo plazo, creen necesaria “una evaluación por parte de un tercero”.

En un comunicado recogido por The New York Times, la multinacional con sede en Seattle ha dado a entender que apelará la decisión del tribunal, que también pide que Starbucks pague por la reducción de jornada que sufrieron otros empleados como represalia por su participación en las iniciativas para sindicarse.

Starbucks deberá, además, emitir un mensaje en el que se comprometa a no perseguir los esfuerzos por sindicarse en el futuro. El director ejecutivo de la compañía, Howard Schultz, deberá estar presente durante su lectura o emitir él mismo el mensaje.

El propio Schultz ha mostrado en varias ocasiones su rechazo a la creación de sindicatos y ha defendido la idea de que la sindicalización impide la comunicación directa entre la empresa y el trabajador.