John Tidd, gestor del Hamco Global Value Fund.

John Tidd, gestor del Hamco Global Value Fund.

Fondos de inversión

John Tidd (Hamco), el inversor que pide cautela ante el festín de las materias primas: "Alguno se llevará un disgusto"

El asesor del Hamco Global Value Fund está reinvirtiendo los beneficios de las energéticas en compañías más defensivas y liquidez ante una recesión.

15 mayo, 2022 04:48

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En pleno rally de los fondos value por el festín de las materias primas, uno de sus principales exponentes en España reclama cautela con el sector. "Hay mucho riesgo de recesión, es momento para jugar a la defensiva", cree John Tidd Kimball, asesor del Hamco Global Value Fund.

A diferencia de otros gestores de la filosofía en valor (value investing), que se muestran firmes en las materias primas y están incrementando posiciones en la energía, Tidd apenas tiene materias primas y está desinvirtiendo en energía para reinvertir esos beneficios tanto en compañías más defensivas como en liquidez.

Su fondo sube un 14% en lo que va de año y es hora de contemporizar. "En 25 años de carrera no he visto una situación como esta, muy similar a la de los años 70", tira de memoria al conversar con EL ESPAÑOL-Invertia. Es un cóctel de bajos tipos de interés en los bancos centrales -aunque la Fed y el BoE ya han empezado a corregirlos- con una inflación en niveles promedio del 8%, el PIB de Estados Unidos cayendo un 1,4% en el primer trimestre y el europeo en grave peligro y con el principal puerto del mundo, el de Shanghái, bloqueado por la política Covid cero de China.

"Es como un caballo que se escapó del establo, está galopando sin control y no se le puede parar. Va a ser un año muy complicado", se teme Tidd. Entonces, ¿cuál es la fórmula de Hamco para no tomar demasiados riesgos y cuidar el patrimonio de los inversores? Llevar su dinero hacia sectores como el consumo estable, empresas con buenos dividendos y algún exportador japonés que se beneficia de la caída del yen.

Como anticipa el asesor, "mucha gente se va a llevar un disgusto con el furor de las materias primas", que se han disparado por la guerra rusa en Ucrania, "sobre todo si hay recesión o finalmente disminuye la inflación". Más a largo plazo, Tidd es consciente de que "la energía funcionará como inversión durante la próxima década", si bien "puede haber un fuerte bache en el corto plazo".

Energía sí, materias primas no

Porque no es lo mismo energía que materias primas, aunque muchos inversores las metan en el mismo saco. Hamco no tiene carbón, cobre, ni oro. Su crítica a la inversión en el primer material queda patente: "Volver a usar carbón es solo una solución temporal a los problemas energéticos. Es un veneno para el medio ambiente. Este tipo de materias primas no tienen futuro, son muy especulativas".

La energía, en cambio, sí la juega. El fondo cuenta con un 26% de empresas energéticas (gas, petróleo, transporte y equipamiento), con mucha exposición a Canadá y alguna que otra en Argentina. En estos momentos, las energéticas son el motor de Hamco, sobre todo las de equipamiento para la perforación y producción de crudo y los buques marítimos que transportan el petróleo y el gas. Algunos de los valores que tiene en cartera han más que doblado su precio en lo que llevamos de ejercicio.

Compañías de calidad

Tidd no es pesimista en cuanto a la situación del mercado, más bien es precavido: "A medio plazo, existen muchas oportunidades para conseguir las rentabilidades del futuro". Otra pata de la que está arañando rentas es el inmobiliario sudafricano, que implementa a través de un 7% en REITs cotizados.

Uno de los últimos modelos BMW.

Uno de los últimos modelos BMW. José Luis Cano

En líneas generales, describe el inversor, "buscamos empresas que generen caja, que hagan cosas inteligentes con el dinero y que tengan muy poca deuda". El último aspecto es crucial para Hamco, puesto que "no todos los inversores value hacen esto y, cuando vienen mal dadas, el endeudamiento te come".

Un ejemplo de compañía "modelo" que puede verse en el fondo es BMW. "Sus ventas se han acelerado en China, compraron Mini y han hecho crecer la marca y el grupo paga un dividendo del 7%. Es una marca de lujo, una aspiración que todo el mundo quiere". Según sus cálculos, "BMW vale el doble de lo que cotiza hoy".

Una apuesta segura, como intenta que sea su fondo, que ya gestiona 30 millones de euros de más de 500 partícipes.