En el primer trimestre, los fondos internacionales han sufrido reembolsos netos de 2.560 millones, según Inverco, cifra que se eleva hasta los 3.000 millones con la muestra completa, lo que incluye aquellas entidades que no le reportan datos a la patronal de las gestoras en nuestro país.

Esta cantidad contrasta con los 2.640 millones que, pese a la incertidumbre geopolítica y la volatilidad del mercado, captaron los fondos españoles en el mismo periodo. Desde hace varios años, la tónica general había sido que ambos grupos de fondos crecían de la mano, incluso con los fondos internacionales creciendo ligeramente por encima de los españoles desde hace bastantes trimestres. Pero rara vez se producía un desacoplamiento como el de ahora, con unos recibiendo los flujos que pierden los otros.

Cuando los mercados han sido alcistas, las gestoras españolas han considerado a las gestoras internacionales como sus socios y no como sus competidores. Les dieron entrada en sus fondos de fondos perfilados -normalmente, multiactivos-, en los temáticos de renta variable y en las carteras de banca privada. Pero cuando el mercado se ha dado la vuelta y ha entrado en una espiral bajista, los bancos y aseguradoras locales han vuelto a mirar a los fondos extranjeros como rivales.

Así se desprende de las estadísticas de la consultora VDOS y también lo atestiguan diversas fuentes del sector. Los inversores españoles, conservadores por definición, han optado por reducir riesgo en cartera y eso ha llevado a sus entidades a llevar posiciones a sus propios fondos monetarios y de renta fija euro, dos categorías que son las que más controlan las gestoras españolas y donde los internacionales apenas pueden meter mano.

Tirón de los fondos 'hucha'

Prueba de ello es que los fondos ultraconservadores o ‘hucha’, como se les conoce a los monetarios, tuvieron entradas netas de 2.880 millones de euros hasta marzo, con un incremento patrimonial del 13,5%, la única categoría de activos que creció en el primer trimestre conforme a los datos de VDOS.

Aunque un agujero de 3.000 millones en los fondos internacionales distribuidos en España no es demasiado en términos relativos, sí que ha puesto muy nerviosos a los responsables regionales de las marcas extranjeras por si la racha bajista se prolonga como algunos economistas prevén.

Las expectativas de que sea un año perdido en términos de negocio, sin lugar para la remontada, cobran fuerza y los ejecutivos internacionales esperan que el conflicto bélico se resuelva, que la inflación se contenga y que las alzas del precio del dinero no sean demasiado agresivas.

Con todo, no todas las firmas extranjeras se han resentido. Mientras que Morgan Stanley, Schroders, Groupama, Columbia Threadneedle o Fidelity han registrado salidas netas de entre los 1.145 y los 505 millones, otras como JPMorgan o DWS han logrado capear el temporal con entradas de más de 1.100 millones en ambos casos, según Inverco.