Cuatro días después de la reapertura de la bolsa de Moscú tras estar un mes cerrada por la guerra rusa en Ucrania, ayer un primer fondo de inversión claudicó por las pérdidas acumuladas (y esperadas) y anunció su liquidación como única opción para salvaguardar los intereses de sus clientes.

La primera gestora que ha dejado constancia de ello ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha sido Metzler International Investments, para el fondo Metzler Eastern Europe. La notificación a los inversores es clara: "declarar el fin de la suspensión temporal de la emisión, el reembolso y la conversión de acciones del fondo con efecto inmediato". Es decir, el "reembolso obligatorio".

"Los consejeros entienden que la situación creada en la región de Europa del Este ha tenido, y probablemente seguirá teniendo, un efecto adverso significativo en el fondo. Por esta razón, los consejeros han decidido, según su absoluto criterio, reembolsar obligatoriamente todas las acciones participativas del fondo al considerar que esto redundará en beneficio de los accionistas en su conjunto", reza el documento remitido al supervisor español.

El cálculo de la liquidación se llevará a cabo con arreglo a la escritura de constitución, correspondiente al 29 de abril de 2022, esto es, "al menos 30 días después de la fecha de la presente notificación".

En esa fecha, todas las participaciones que permanezcan en circulación y que no sean objeto de una solicitud de reembolso voluntario serán recompradas por la sociedad al valor liquidativo, abonándose en efectivo el producto de la recompra, detalla Metzler.

Pérdidas irrecuperables

En el documento, la firma avanza el difícil panorama que podrían vivir los inversores que permanezcan a bordo hasta el último minuto: "Tenga en cuenta que, debido a la situación actual de los mercados, el gestor de inversiones prevé que le resultará imposible liquidar los activos rusos mantenidos en el fondo en este momento. Los accionistas deben saber que solo los últimos inversores que queden en el fondo (en el momento del cierre) tendrán derecho a recibir el producto de la liquidación, si lo hubiere, que se recupere finalmente de tales activos rusos en el futuro".

El escenario que se le abre a los inversores de este producto es elegir entre lo malo y lo peor. Si eligen lo malo, al menos podrán cortar pérdidas lo más rápido posible y así no incurrir en números rojos más abultados.

Esta decisión podría sentar precedente para el conjunto de los fondos temáticos de Rusia o la Europa emergente afectados por el corralito de la guerra, entre los que había marcas tan conocidas como BlackRock, JPMorgan, HSBC, Raiffeisen… Según una estimación de la agencia Fitch en la segunda semana del conflicto, había atrapados en ese momento unos 5.000 millones de euros de inversores, cifra que se habría quedado corta a medida que más fondos notificaron su bloqueo con el paso de los días.

Metzler termina con el aviso de que "los consejeros, de conformidad con el folleto y la escritura de constitución, tienen la facultad de denegar cualquier solicitud de acciones del fondo de forma total o parcial". En este sentido, "han decidido no admitir nuevas solicitudes de acciones del fondo con efecto desde la fecha de la presente notificación".