Así se desprende de un informe elaborado por el Observatorio Inverco con relación al patrimonio y cuentas de partícipes en los fondos de inversión por comunidades autónomas y provincias en 2020. Este documento cobra especial sentido porque da cuenta de lo que las familias han estado haciendo con su dinero en los primeros diez meses de pandemia.

Y la conclusión a la que llega el informe es que los depósitos siguen sin tener rival. Aunque el BCE sigue manteniendo su política monetaria entre el 0% (tipo oficial) y el -0,5% (facilidad de depósito), decisión cuyo primer efecto es que las entidades bancarias apenas remuneren unas décimas por los depósitos, estos productos conservadores de ahorro han atraído a más clientes ante la alta incertidumbre que provocó la Covid-19.

El año 2019 se cerró con cerca de 1,2 billones de euros en depósitos, cuentas y efectivo, y con 276.548 millones de euros en fondos de inversión, lo que redundó en una ratio fondos/depósitos del 23,6%.

Pues bien, 12 meses después, y con el coronavirus haciendo mella desde marzo, la foto era la siguiente: casi 1,3 billones de euros en depósitos (en sentido amplio), 276.636 millones de euros en fondos y, por tanto, una ratio fondos/depósitos 1,9 puntos porcentuales menor, del 21,7%.

La clásica hucha del cerdito hecha trizas. Efe

El desglose de las familias españolas con más aversión al riesgo es que poseían en depósitos a plazo en torno a 141.000 millones de euros, frente a casi 1,1 billón que mantenían en cuentas a la vista y de ahorro.

De nada le está sirviendo a los fondos superar sus máximos, porque los depósitos también van por la misma dirección a pesar de su limitación en la remuneración por los tipos de interés negativos vigentes en la zona euro desde hace varios años. El año pasado, la cuota de estos últimos en el ahorro familiar español se incrementó nada más y nada menos que en 4,1 puntos porcentuales, más de cinco veces de lo que lo hicieron los fondos de inversión.

Siete comunidades muy inversoras

Dicho de otra forma, con el confinamiento y las limitaciones a la movilidad, los españoles han ahorrado más que nunca, pero gran parte de ese ahorro se ha guardado en un producto que no renta nada y cuya previsión es que siga sin rentar en los próximos años.

Por regiones, sólo siete comunidades autónomas tienen una ratio fondos/depósitos mayor que la media nacional. Se trata de Aragón (39,7%), La Rioja (37,7%), Navarra (36,8%) y País Vasco (35,6%). También Castilla y León (27,7%), Cataluña (26,4%) y Cantabria (21,7%).

En el caso de Madrid, es la primera comunidad que queda por debajo de la media española, con una ratio del 19,5%.

Pero las gestoras pueden darse por satisfechas tras un año tan difícil, dado que la industria se recuperó muy rápidamente tras el zarpazo de los tres primeros meses y el que invirtió en fondos, lo hizo con mayor vocación de bolsa en detrimento de la renta fija. El ahorro del partícipe español en fondos de renta variable se incrementó hasta el 16% en 2020, pese al escenario de máxima volatilidad en los mercados por la crisis de la Covid-19.

Una cuarta parte del PIB

Madrid, Cataluña y País Vasco acumulan el 53,8% del ahorro total invertido en fondos, a pesar de que únicamente representan el 35,1% de la población. Otra buena noticia es que el volumen de activos de los fondos de inversión supone ya casi una cuarta parte del PIB nacional (24,7%).

El goteo de clientes que contratan fondos es incesante. Es más, en los últimos cinco años, el patrimonio invertido en fondos en España ha registrado un incremento del 25,7%, según el Observatorio Inverco.