Los libros de texto digitales ocasionan un impedimento para los alumnos con problemas para acceder a Internet.

Los libros de texto digitales ocasionan un impedimento para los alumnos con problemas para acceder a Internet. JCCM Europa Press

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La facturación de libros digitales se estanca pero las editoriales aumentan su oferta

Apuestan por modelos híbridos entre papel y digital para asegurar la continuidad educativa de todos los alumnos.

3 octubre, 2020 01:48

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Los estudiantes han retomado las clases es una de las vueltas al cole más atípicas. Se ha apostado por el formato presencial, aunque varios colegios ya se han visto obligados a cerrar tras la aparición de nuevos brotes. En este contexto, las editoriales mantienen su apuesta por los libros de texto digitales y aumentan su oferta, aunque el nivel de facturación parece "no haber despegado todavía".

El uso de libros de texto digitales es una tendencia que se vio acentuada durante el periodo de confinamiento, pues todos los centros educativos se vieron obligados a adaptar sus contenidos a la enseñanza online

Durante este periodo, las editoriales incrementaron el número de títulos que ofrecían a través de pantallas. También digitalizaron versiones impresas y aprovecharon para adaptar nuevas ediciones al formato electrónico. 

La facturación de los digitales no crece

Con todo, desde la Asociación Nacional de Editores de Libros y material de Enseñanza (ANELE) valoran que "año tras año queda patente que la oferta editorial de libros de texto digitales se incrementa de manera exponencial, mientras que las ventas o se estancan o crecen muy ligeramente y representa una mínima parte de la facturación del sector". 

A pesar de tratarse de un formato de libros proporcionalmente más barato que el impreso, la venta de libros de texto digitales registró un volumen de facturación de 26 millones de euros en 2019. 

Se trata de una cifra baja si se compara con el nivel de facturación total de los libros de texto no universitarios impresos, que el pasado año supuso 729.880 millones de euros, según los datos registrados por ANELE.

Las ediciones impresas generan la mayor parte de los beneficios.

Las ediciones impresas generan la mayor parte de los beneficios.

De esta manera, aunque desde las editoriales de libros de texto se perciben grandes esfuerzos por incrementar la oferta, este aumento no se traduce en resultados. Fuentes de ANELE se muestran esperanzadas con el inicio del nuevo curso académico, en el que uso del libro de texto digital podría llegar a crecer hasta un 50%.

Estas expectativas se deben en cierta medida a las percepciones recibidas durante las semanas de la pandemia, cuando más de 3,7 millones de alumnos y profesores solicitaron licencias de acceso a las plataformas online de las editoriales para dar continuidad a la labor docente.

Brecha digital

A esto se debe añadir un factor que se recoge en el informe elaborado por ANELE bajo el título "El libro educativo en España" para el curso 2020-2021: la brecha digital que afecta a un tercio de la población escolar

Una fisura entre alumnos que el Ministerio de Educación considera triple: "de acceso a las tecnologías, de calidad del uso de las mismas y de capacitación para usarlas adecuadamente”. Una brecha digital que se percibe también en otros ámbitos tecnológicos más allá del educativo

El estudio determina que esta dificultad es el reflejo de una brecha social, que solo puede ser reducida a través de los libros de texto en papel. Esto se debe a la dificultad que tienen algunos alumnos para acceder a Internet

Formatos complementarios

"Los libros de texto en papel ya llevan incorporado contenidos digitales cuando entran a formar parte del proyecto educativo", explican desde ANELE. Por ello, la asociación apuesta por fomentar un sistema híbrido con libros de texto digitales pero compatibles con otros impresos. 

"El libro de texto de ahora ya no es como el tradicional, ahora los contenidos pueden ser diferentes y se pueden comparar en formato físico para unas asignaturas y digital para otras", señalan desde ANELE. 

Valoran que aunque el libro de texto impreso se sigue teniendo y se mantiene, pues no son completamente excluyentes por los digitales. Además existe la posibilidad de acceder a contenidos adicionales digitales para dar continuidad al proceso de enseñanza.