La robotización podría aumentar el número de ocupados en más de 2 millones en 15 años

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Los inversores españoles comienzan a dejarse querer por los roboadvisors

  • El crecimiento de clientes en los próximos años podría ser de más del 220%
  • Los 'mllennials' son los más proclives a confiar su inversión a los algoritmos
8 abril, 2019 06:00

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Con su coste detallado, la entrada en vigor de MiFID II ha puesto de relevancia las implicaciones del asesoramiento financiero entre los particulares. Tanto que el doble de los españoles que ahora tienen contratados servicios de asesoría independiente para sus carteras prevé recurrir a ellos a medio plazo. Un vuelco en el que los roboadvisors son protagonistas indiscutibles, pues se prevé que su uso se multiplique por más de tres en los próximos años en el mercado nacional.

Actualmente, solo un 4% de los inversores españoles recurre a un roboadvisor para la distribución de su cartera. Sin embargo, datos de la gestora Axa IM apuntan que la cifra se disparará hasta el 13% en breve. Una tasa aún testimonial, pero que a la par supone un crecimiento exponencial que se empieza a reflejar ya en algunas pioneras del sector como Indexa Capital o Finizens, que en el último año han duplicado clientes y patrimonio bajo gestión.

Desde la industria se explica este crecimiento por tres pilares fundamentales. El primero de ellos, la proliferación de herramientas de asesoramiento automatizado que son promovidas incluso por las entidades financieras tradicionales, como son los casos de My Investor, de Andbank, o Popcoin, de Bankinter. Segundo, por la creciente preocupación por contar con expertos en la conformación de carteras en estos tiempos de volatilidad e incertidumbre. Por último, y relacionada con la anterior, la búsqueda de bajos costes por parte de los patrimonios más modestos.

Este punto es el que explica también que sean los grandes inversores los que más se distancien de esta creciente fiebre por los roboadvisors. Solo un 9% de los patrimonios más abultados preferirían confiar su dinero a un robot que trabaja con algoritmos en lugar de a un profesional de carne y hueso. Aunque incluso entre los ‘millennials’ la preferencia por un gestor humano se mantiene, la necesidad de invertir con criterios más allá de los propios sin asumir costes demasiado elevados lleva a un 16% de este grupo de población a preferir contar con un robot, según datos barajados por la rama española de la gestora del grupo francés.

Este interés al alza por recibir asesoramiento de calidad se entiende también por el repunte de la confianza del inversor. Así lo refleja el índice Sentix, que en su lectura para el mes de marzo mejoraba en 1,5 puntos su registro anterior y batía por 0,9 la previsión de consenso de los analistas. Este termómetro que habla de que, a pesar de las incertidumbres reinantes en el mercado, hay un convencimiento de fondo sobre que lo mejor está por venir y, por tanto, es momento de incrementar apuestas, aunque con criterios muy selectivos. Aquí es donde irrumpe el criterio de los profesionales, bien sea a través de los que fijan para que los robots puedan clasificar clientes por su perfil.

No obstante, y de momento, todavía un 31% de los inversores españoles toma sus decisiones de forma autónoma sin consulta de ningún tipo más allá de amigos (16%), familiares (18%), organismos oficiales (9%), prensa (6%) y redes sociales (5%).

En esta búsqueda de asesoría, la red tradicional bancaria se perfila como la gran perdedora. Frente al 64% que ahora reconoce acudir a su banco de confianza, solo un 53% tiene intención de seguir haciéndolo en un futuro. Las entidades de banca privada y las aseguradoras arañarán parte de esta clientela al pasar del 20% y del 9% actual al 24% y 13% que, respectivamente, estima la encuesta de Axa IM.

LA BATALLA DE LA DIGITALIZACIÓN

El recurso hacia profesionales o firmas independientes podría pasar del 12% al 23%, lo que supone casi duplicar el porcentaje de partida. Una independencia entendida en un sentido amplio. Y es que, según la IX Encuesta del Observatorio Inverco publicada este miércoles, un 68% de la industria de distribución de fondos en España se terminará declarando formalmente como no independiente para poder seguir recibiendo retrocesiones y otras comisiones de intermediación. Solo un 7% de la industria se declarará independiente conforme a los requisitos que establece la misma MiFID II, que buscaba potenciar este tipo de asesoramiento en Europa más allá de los gigantes financieros.

El gancho de la digitalización de la industria es clave para el crecimiento de los roboadvisors, pues un 18% de las gestoras españolas ya perciben más de la mitad de sus suscripciones a través de canales digitales. La cuota se amplía al 29% si se consideran las que tienen en el escaparate online al menos un 25% de las suscripciones que registran.

En este sentido, el estudio de Axa IM recoge también que los principales motivos por los que un ahorrador podría dar el salto a la inversión son actualmente un curso online gratuito (19%), simuladores de rendimiento de carteras (19%) y sistemas fáciles e intuitivos para seguir la evolución de las inversiones propias (27%). Con este panorama, no es de extrañar el creciente esfuerzo que las entidades tradicionales están poniendo en el lanzamiento de nuevos productos y marcas con identidades 100% digitales o que el Santander haya anunciado una inversión de 20.000 millones en digitalización para los próximos cuatro años.