Varios lingotes de oro de veinticuatro quilates en las instalaciones de la Casa de la Moneda de West Point, Nueva York.

Varios lingotes de oro de veinticuatro quilates en las instalaciones de la Casa de la Moneda de West Point, Nueva York. Reuters

Materias primas

El oro puede subir un 12% en los próximos meses tras alcanzar máximos: fondos para subirse a la 'ola dorada'

Grandes entidades prevén que el metal precioso alcanzará los 4.000 dólares. La plata ha alcanzado máximos desde 2011.

Más información: Oro parece, plata sí es: el metal 'blanco' se dispara un 33% en 2025 y lidera las alzas de las principales materias primas

Publicada
Actualizada

Era el 4 de septiembre de 2022. El oro cotizaba ligeramente por encima de los 1.700 dólares por onza troy. Llegamos al 4 de septiembre de 2025. El metal precioso se intercambia en los mercados internacionales a más de 3.550 dólares.

Tras duplicar su precio -la rentabilidad acumulada en estos tres años es del 107%- el oro ha alcanzado máximos históricos. Y algunos de los principales bancos de inversión esperan que llegue a los 4.000 dólares en 2026, es decir, que suba un 12,5% más.

Para sumarse a esta ola dorada, los inversores pueden escoger entre numerosos fondos de grandes gestoras internacionales. Estos vehículos están siendo  los más rentables del año, por encima de las bolsas europeas o chinas.

El metal precioso ha alcanzado niveles nunca antes vistos tras enlazar siete sesiones consecutivas de ascensos. Iguala así su mejor racha desde marzo de 2024.

Este nuevo rally eleva la rentabilidad anual del oro al 35,5%. Además, si ahora mismo terminase el año, este sería el mejor ejercicio para el metal precioso desde 1979.

El oro y la Fed

Son varios los factores que explican la buena evolución de esta materia prima en los mercados financieros y que se extiende a lo largo de los últimos años. En 2024 la rentabilidad acumulada fue del 27,3% y en 2023, del 12,2%.

El último de ellos es la esperada bajada de tipos de la Reserva Federal (Fed).

Tras mantener las tasas de referencia sin cambios desde el pasado diciembre, se presume que el banco central estadounidense bajará las tasas de referencia 25 puntos básicos en el encuentro que sus miembros celebrarán el 16 y el 17 de septiembre.

Las posibilidades que el mercado da a este recorte son del 95,8%, según datos de LSEG. "Esta expectativa, de concretarse, actuaría como catalizador adicional para el oro", señalan desde Jupiter AM.

Una bajada de los tipos de interés de la Fed suele ser favorable para el oro porque reduce el rendimiento de inversiones alternativas, como los bonos.

Además, debilita el dólar, incrementando la demanda del metal precioso como refugio.

"Si la Fed recorta en un contexto de menor crecimiento, eso apoya al oro; si los recortes llegan porque las condiciones se deterioran rápidamente, la historia sugiere que la demanda de refugio puede fortalecerse aún más", explica Daniel Marburger, CEO de StoneX Bullion.

Eso sí, advierte de que "la contrapartida es clara: una sorpresa restrictiva que eleve los rendimientos reales podría provocar una corrección" del oro.

La influencia de la Fed en los precios de esta materia prima no termina aquí. La puesta en duda de la independencia del banco central respecto a la Casa Blanca es otro catalizador positivo para el metal precioso.

El epicentro de esas dudas son las críticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al presidente de la Fed, Jerome Powell, así como el intento de despido de una de las gobernadoras de la institución, Lisa Cook.

A pocos meses de que caduque el mandato del presidente de la Fed -el próximo mayo- el republicano, quien se ha declarado partidario de tipos de interés bajos, ha manifestado su intención de nominar a un sucesor alineado con esa visión.

"Cualquier anuncio al respecto podría alterar significativamente las expectativas de tipos e inflación, que son motores fundamentales para el comportamiento del oro", subrayan en Jupiter AM

"Todo se está combinando para crear la situación ideal para un precio del oro más alto", afirman los analistas de BNP Paribas.

Para los de J. Safra Sarasin Sustainable AM, "las perspectivas generales de inversión en oro siguen siendo sólidas".

Los bancos centrales

En general, los bancos centrales juegan un papel determinante en la evolución del precio del oro.

Sus ansias por acumular este metal en sus reservas, con el objetivo de ganar independencia monetaria y geopolítica, ha propiciado las subidas del metal amarillo. Y esta tendencia parece que se extenderá en el tiempo.

Según una encuesta reciente del Consejo Mundial del Oro, el 43% de las entidades monetarias tiene intención de aumentar sus reservas en los próximos meses.

Teniendo esto en cuenta, y "aunque no se puede descartar una corrección moderada", en Jupiter AM creen que "el soporte estructural [del oro] sigue siendo firme".

Dólar débil e incertidumbre

Otra de las causas que fomentan el rally del oro es el debilitamiento del dólar.

Un dólar débil hace subir el precio del oro porque, al cotizarse el oro en dólares a nivel mundial, una depreciación de la divisa estadounidense hace que esta materia prima se vuelva más barata para inversores internacionales que manejan otras monedas.

A la debilidad de la moneda de Estados Unidos -que cae un 9,6% en 2025- se suma el contexto de mayor incertidumbre macroeconómica y geopolítica, que "seguirá siendo elevada en los próximos meses", tal y como advierten en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

La estacionalidad también juega a favor del oro. Según recogen los expertos de Jupiter AM, el segundo semestre suele ser favorable para el metal.

Desde 1971, las rentabilidades medias en las segundas partes del año han superado las del primer semestre, "lo que refuerza las perspectivas alcistas".

"A esto se suma una baja exposición general de los inversores al oro, lo cual deja margen para una mayor participación, tanto institucional como minorista", añaden.

Las previsiones

Con todas estas premisas, la hipótesis de UBS es que "el oro seguirá alcanzando nuevos máximos en los próximos trimestres".

El objetivo son los 4.000 dólares por onza. La mayoría de grandes entidades como JPMorgan, Bank of America o Goldman Sachs han revisado sus estimaciones en las últimas semanas para situar esa meta.

Para alcanzarla, el oro debe subir un 12,5% desde los niveles en los que cotiza en la actualidad.

Fidelity International va un paso más allá. Sus expertos esperan que el oro llegue a los 4.000 dólares antes de que termine este ejercicio si "la Reserva Federal recorta los tipos de interés, si el dólar cae y si los bancos centrales siguen aumentando sus reservas".

Fondos 'dorados'

El rally del oro se está dejando notar en los fondos de inversión. Los fondos más rentables del año tienen que ver en su mayoría con el metal dorado, en particular, o con el conjunto de los metales preciosos, en general, donde el oro es el principal activo.

Grandes gestoras internacionales con fondos sobre esta temática (Schroders, BlackRock, DWS, Franklin Templeton o Edmond de Rothschild AM) están consiguiendo rendimientos de doble dígito alto para sus clientes que, en algunos casos particulares, incluso se aproximan a las tres cifras en lo que llevamos de año.

Es el caso del Schroder ISF Global Gold, que se dispara un 96%; el BGF World Gold Fund, con cerca de un 80%, o el DWS Invest Gold and Precious Metals Equities, que gana un 74%.

Por ejemplo, el Jupiter Gold & Silver Fund sube un 73,8%; el Franklin Gold & Precious Metals Fund, un 72%, y el EdR Goldsphere, un 67,5%.

Otro fondo beneficiado por el fuerte empuje del oro ante la volatilidad del mercado y la incertidumbre geopolítica creciente es el CPR Invest Global Gold Mines, bajo el paraguas de Amundi, con una ganancia del 65% en el año.

En las carteras de estos fondos se incluyen compañías cotizadas relacionadas con el oro como Newmont, Agnico Eagle Mines, Coeur Mining, Anglogold Ashanti, Barrick Mining, Kinross Gold, Endeavour Mining, Eldorado Gold o Franco-Nevada Corp, entre otras.

Entre todos estos vehículos también se cuela el Konwave Gold Equity Fund, que se anota un 81%. La firma suiza fue la primera gestora de fondos global en lanzar un fondo de minería de oro sostenible.