Lingotes de plata de 1000 gramos.

Lingotes de plata de 1000 gramos. Reuters

Materias primas

Oro parece, plata sí es: el metal 'blanco' se dispara un 33% en 2025 y lidera las alzas de las principales materias primas

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El oro llena titulares de la prensa económica. El activo refugio por antonomasia ha marcado nuevos máximos históricos por encima de los 3.500 dólares. De forma menos mediática, la plata lo hace mejor que el metal amarillo en este 2025.

Aunque la diferencia no es muy grande. Tomando como referencia los precios al contado de ambas materias primas en el mercado de metales de Nueva York, la rentabilidad anual acumulada por el oro es del 29,2%. La de la plata, del 32,8%.

Si ahora mismo terminase el ejercicio, este sería el mejor año de la plata desde 2020. Entonces, debido a la pandemia, se elevó casi un 48%.

El metal blanco cotiza en torno a los 38,2 dólares por onza troy, la unidad de medida internacional de referencia y que equivale a 31,1 gramos.

Este comportamiento hace que la plata sea la gran materia prima que más sube en este ejercicio. Aquellos productos básicos que también avanzan en los mercados internacionales lo hacen en menor proporción. El precio del cobre se ha elevado un 10% y el aluminio, un 2,8%.

Además, el petróleo Brent cede más de un 11% en el mismo plazo; el trigo se deja cerca de un 6%; y el níquel, un 1,3%.

La plata encabeza las ganancias entre las principales materias primas incluso a pesar de que en las últimas semanas su precio se ha reducido ligeramente.

A finales de julio llegó a superar los 39,5 dólares, marcando máximos no vistos desde 2011. En abril de ese año, la plata rozó los 50 dólares por onza en el mercado al contado. Esos son sus máximos históricos.

Está, por tanto, un 34% por debajo de su récord absoluto.

“Dada la alta correlación entre ambos metales en ciclos alcistas, y considerando que la plata suele superar al oro en estos contextos, no sería sorprendente verla romper sus techos anteriores incluso antes de finalizar el año”, señalan en Jupiter AM.

“La dinámica de la plata es particularmente sensible a los flujos de inversión. Se trata de un mercado estrecho y con un déficit estructural que ya se ha extendido por cuatro años consecutivos”, subrayan desde la misma gestora.

Por ello, “una demanda adicional -aunque modesta- puede tener efectos exponenciales sobre los precios”.

Un ejemplo de esto fue lo ocurrido en febrero de 2021, cuando el fondo iShares Silver Trust (SLV) absorbió más de 110 millones de onzas en apenas tres días, equivalente a más del 10% de la producción minera anual.

En J. Safra Sarasin Sustainable AM también hacen referencia a que la capitalización bursátil del mercado de la plata es mucho menor que la del mercado del oro.

Según datos de CompaniesMarketCap, el tamaño del mercado del oro es de 23,4 billones de dólares. El de la plata, de 2,17.

Además, “la plata es generalmente más volátil”, advierten. Como tal, “reacciona más sensiblemente a las restricciones en el mercado físico o cuando hay escasez temporal para cubrir posiciones comerciales”.

En la firma también destacan el retraso de los precios de la plata respecto al oro durante los mercados alcistas de los metales preciosos.

“Esto puede relacionarse con la función ambigua, pero relevante del oro como metal monetario y su papel como activo refugio durante los episodios de aversión al riesgo”, explican.

Los usos del oro y la plata también difieren considerablemente. La mitad de la demanda de oro procede de inversiones (lingotes, monedas y fondos cotizados) y de las compras de los bancos centrales. Por el contrario, sólo una sexta parte de la plata tiene finalidades de inversión.

El oro también desempeña un papel más relevante para la joyería. Sin embargo, su uso industrial es escaso, mientras que la mayor parte de la plata se utiliza en dicho sector. Sus aplicaciones eléctricas y electrónicas, así como la energía fotovoltaica, son los ámbitos más importantes.

Así pues, “el precio de la plata está más vinculado al ciclo económico global, por lo que es más propenso a sufrir correcciones en caso de ralentización de la economía mundial”, destacan en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

Ratio oro/plata

En Jupiter AM hacen también referencia a la ratio oro/plata, indicador que indica cuántas onzas de plata hacen falta para comprar una de oro. Se entiende que cuando la ratio es alta, la plata suele estar barata respecto al oro. Y viceversa. Cuando es baja es el metal amarillo el que cotiza con descuento relativo.

Si el indicador se encuentra por encima de 80 suele considerarse que está elevado. Actualmente, se sitúa en torno a 88. Es decir, hacen falta 88 onzas de plata para comprar una de oro.

La relación ha llegado a estar en 100. El descenso de la misma llega a los expertos de Julius Baer a considerar que el potencial de la plata “parece estar muy agotado”.

En la entidad privada han elevado sus previsiones para el metal blanco a 12 meses, mejorando su precio objetivo en 40 dólares, pero han reducido su perspectiva a neutral.

Sólo el platino lo hace mejor

Además de las materias primas mencionadas, hay otras que lo hacen peor que la plata. Los precios del café han caído un 3,3% en 2025; los del maíz, un 11,3%; los del azúcar, un 8,8%; los del algodón, un 2,6%; y los del cacao, casi un 25,8%.

En un análisis más amplio, sólo una materia prima lo hace mejor que la plata: el platino. Su subida anual supera el 47%.

Su evolución responde al déficit estructural de oferta, el incremento de la demanda industrial y de inversión, a lo que se suman los problemas operativos en Sudáfrica, el principal país productor.