El fundador y consejero delegado de Bit2Me, Leif Ferreira, adelanta a EL ESPAÑOL-Invertia las claves de un exigente plan de expansión que cuenta fundamentalmente con dos palancas. La primera, que “las criptomonedas comienzan a ser mainstream”. La segunda, la clamorosa acogida cosechada por la fintech en su oferta inicial de tokens (ICO) propios mediante la cual ha captado 15 millones de euros.

“Todavía sigo sorprendido”, admite Ferreira al evaluar la reacción del mercado ante el lanzamiento de B2M, que así se llama el token propio de la plataforma. Y es que, como explica, “la comunidad ha crecido muchísimo porque hemos pasado de los 11.000 inversores iniciales a contar con más de 40.000 tokenholders en la actualidad”. “Gracias a ellos tenemos el dinero para desarrollar todas nuestras iniciativas y es lo que vamos a hacer todos los próximos meses”.

De Portugal a Brasil

El objetivo de Bit2Me con los fondos de los que ahora dispone es llegar a junio “a la altura del competidor más grande del ecosistema cripto, que es Binance”, asegura su fundador en conversación con este portal. Un objetivo que pasa, además de por el desarrollo de nuevos productos y soluciones, también por la llegada de la firma española a nuevos mercados.

Desde su reciente desembarco en Portugal, “que se está convirtiendo en un Silicoin Valley por unas políticas de atracción e innovación que ya quisiera yo en España” -comenta Ferreira-, la fintech se propone dar el salto a Brasil. La experiencia conseguida en el país vecino y el potencial de una economía que “por sí sola es cuatro veces España o una Europa” ha animado a empezar por aquí su desembarco en las Américas.

Campaña promocional de Bit2Me en Lisboa, la capital de Portugal.

El calendario con el que trabajan Ferreira y su equipo prevé la llegada al país latinoamericano en torno a febrero. “Aunque el real no es una moneda con volatilidad extrema, allí entienden muy bien las criptomonedas como una herramienta de vida y la tecnología está penetrando muchísimo a través de los smartphones”, argumenta sus planes el CEO de la fintech.

No obstante, antes de este salto, la firma española estrenará en enero una de las utilidades que “más venía demandado la comunidad”: su propio programa de recompensas. “Bit2Me Earn permitirá generar nuevas criptomonedas con tus propias criptos, es decir, dar intereses”, resume al comentar su lanzamiento más inminente.

No solo recompensas

El sistema, que llega siete meses después del estreno de su propio Bizum, “cuenta con 100 millones de tokens B2M a repartir a lo largo del próximo año, que se distribuirán proporcionalmente” en función de cuántas criptomonedas se aporten y el tiempo de permanencia. “El objetivo es incentivar que mantengan el token en cartera, que no lo vendan, para que así podamos seguir desarrollando todo el ecosistema que queremos crear a su alrededor”.

Sin coste alguno para los clientes de la plataforma ni plazos mínimos de permanencia, se persigue extender el éxito conseguido en la ICO de hace unos meses. El fundador de la fintech anticipa que, en el caso de que los inversores acudan con bitcoins, “la recompensa podrá ser de hasta un 7%”, mientras que en su token propio “dependerá de la demanda que se alcance”.

Y la expansión no termina ahí. A lo largo del primer semestre, también quieren haber lanzado su propia tarjeta de pagos junto a Mastercard -que lleva la delantera con mucho a Visa en cuanto a herramientas sobre criptomonedas-, su launchpad para el lanzamiento de tokens de terceros, un circuito propio de préstamos y un procesador propio de pagos para comercios digitales. Y sin perder de vista oportunidades en nuevos ámbitos como los cada vez más populares NFT.

“Cuando llegue el verano, nos preguntaremos cómo hemos tenido el valor de lanzar todo esto”, comenta Ferreira sin disimular su entusiasmo. Y él mismo se responde. Si ha habido un hecho diferencial para las criptomonedas en 2021 es que “empresas muy potentes del sector financiero ya las han asumido como algo propio”.

Crecimiento acelerado

Un drástico cambio que, en su opinión, se ha producido “incluso en España” y que se ha visto impulsado por la irrupción de la pandemia. “En 2018 ya decíamos que -lamentablemente- íbamos a necesitar algo malo para que se acelerase. Todos pensábamos en una crisis financiera, pero nadie esperaba lo que al final ha ocurrido, aunque el efecto ha sido el mismo”, explica el fundador de la fintech.

Los números que manejan en la plataforma son elocuentes en este sentido. Bit2Me se dispone a cerrar el año con “cerca de medio millón de cuentas abiertas”. Unos usuarios que cada vez son más activos como demuestra el hecho de que 2021 acaba con “algo más de 1.000 millones de euros en volumen transaccionado que ha pasado por nuestra plataforma, que es casi diez veces más de lo que movimos en 2020”.

Detrás de estas cifras, un perfil cada vez más heterogéneo. “Cuando empezamos, estaba muy marcado el ser hombre de entre 35 y 55 años vinculado con el mundo de la tecnología y las finanzas, pero ahora nos encontramos que las criptomonedas se están convirtiendo en un activo transversal”, analiza Ferreira echando la vista atrás hasta el año 2015 en el que la firma echó a andar.

Si bien el fundador de la fintech enmarca esta expansión en “el más puro estilo de crecimiento de una start-up”, lo cierto es que siguen sin faltar obstáculos en el camino. Desde la estricta regulación de publicidad que se definió a raíz de una de sus campañas masivas, hasta la imposibilidad de encontrar por el momento un banco nacional donde abrir una cuenta corporativa.

Más manos al volante

Mientras tanto, el plan de expansión también exige de más manos para asegurar su éxito. Los planes de la firma pasan por “duplicar plantilla a lo largo de 2022, tanto por incorporaciones en España como en los países donde vamos a estar físicamente”. Si antes de la ICO el equipo contaba con 80 personas, en dos meses se han incorporado otros 50 trabajadores y con una tasa de rotación que apenas se queda en el 3%.

Una expansión acelerada que, de momento, ha alcanzado a clientes de más de 110 nacionalidades aunque sus responsables defienden que todavía “tiene un potencial muy importante de crecimiento en España”. Ferreira no sabe si “de forma natural o por mano divina de Shatoshi Nakamoto”, pero sí defiende que la firma domiciliada en Elche “está pudiendo ir a la par de lo que está requiriendo el mercado y la comunidad”.