Un metanero cruza el estrecho de Ormuz.

Un metanero cruza el estrecho de Ormuz. Reuters

Mercados

La amenaza de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz lleva al petróleo a subidas de más del 4% en el 'mercado gris'

Mientras tanto, la bolsa de Israel toca máximos tras conocer el ataque de Estados Unidos sobre Irán. 

Más información: Trump hace esperar a Israel y se da "dos semanas" para llegar a un acuerdo con Irán que evite la entrada de EEUU en la guerra

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El "escenario catastrófico" se ha activado en los mercados. Estados Unidos ha bombardeado enclaves nucleares de Irán y entra de lleno en el conflicto en Oriente Medio.

Los ayatolás, por ahora, no responden pero el Parlamento ya ha dado luz verde a 'cerrar' el estrecho de Ormuz en el momento en que se estime que "sea necesario".

Se trata de la peor noticia que esperaban los inversores, pues por él pasa el 20% del crudo mundial.

Es decir, su corte supondría un mazazo para la economía global pues obligaría a buscar rutas alternativas encareciendo -aún más- su precio. 

Aunque el mercado de crudo está cerrado por ser fin de semana, en el mercado 'gris' de algunas plataformas de trading se observan ya subidas superiores al 4% para el barril de Texas (referencia en Estados Unidos).

Los analistas, en este momento, ven aún lejana la posibilidad de un cierre de Ormuz. Ahora bien, desde Lombard Odier calculan que, si finalmente Irán decide cerrar el estrecho, los precios del petróleo podrían alcanzar, aunque de manera temporal, los 100 dólares.

En Rothschild AM advierten de que si finalmente el estrecho es bloqueado, se produciría "una subida incontrolada de los precios del crudo" que provocaría "una fuerte corrección de los activos de riesgo ante el riesgo de una recesión económica mundial".

Tras los ataques iniciales entre Israel e Irán que comenzaron el pasado 5 de junio los mercados comenzaron ya a notar el impacto de un conflicto en la zona.

Tras el primer ataque, los precios del petróleo se dispararon. El petróleo llegó a subir más de un 12%. Las bolsas mundiales se desplomaron y los activos refugio tradicionales, como el oro y el dólar estadounidense, se revalorizaron.

Pero la sangre, por ahora, no ha llegado al río en los principales índices bursátiles. Ni en Europa ni en Estados Unidos.

La caída que acumula el Dax alemán desde el 13 de junio es del 1,8%; la del Cac 40 francés, del 2,3%; la del FTSE 100 británico, del 1,2% y la del FTSE Mib italiano, del 1,8%. El Ibex 35, el selectivo español, ha retrocedido un 1,8%.

En la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones ha perdido un 1,7%, y el S&P 500, un 1,2%. El menos perjudicado es el tecnológico Nasdaq, que ha cedido un 0,9%.

El petróleo Brent, la variante de referencia en Europa, ha pasado de los 70,5 dólares por barril a los 76,8. El West Texas Intermediate estadounidense ha variado de los 67,5 a los 73,7.

Por tanto, el precio de ambas calidades se ha incrementado cerca de un 11%.

Además, por la ruta de Ormuz pasa aproximadamente una quinta parte del comercio mundial de gas natural licuado (GNL). Por su importancia para la circulación de materias primas energéticas, Irán utiliza su cierre como arma en los conflictos en los que se ve involucrado.

El gas natural TTF se ha disparado un 13,3%, hasta rozar los 41 euros por megavatio hora desde que comenzó la escalada en Oriente Medio. 

Por ahora los mercados siguen contenidos, a la espera de lo que ocurra a medida que vayan abriendo sus cotizaciones. 

Este domingo sí ha cotizado la bolsa de Israel. Allí, la operación de Estados Unidos sobre Irán ha sentado francamente bien. 

El principal índice, el Tel Aviv 125 (TA125) cerró con un alza del 1,8%, extendiendo las ganancias a casi el 8% de la semana pasada, mientras que el TA-35 (TA35), avanzó un 1,5%.

Las consecuencias de la escalada de los precios del petróleo serían un menor crecimiento global y una mayor inflación en un momento en el que el mundo ya tiene que hacer frente a los aranceles impuestos por Trump.

"Un aumento sostenido del 20%-30% en los precios del petróleo suele reducir el crecimiento global en un 0,5%-1,0%, y elevar la inflación general de los consumidores globales en una magnitud similar", anticipan en Lombard Odier.