
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en la toma de posesión de Paul Atkins como presidente de la SEC. Contacto / EP
La semana arrancó con caídas en los principales índices de EEUU (S&P 500, Nasdaq y Dow Jones) y una aceleración en la devaluación del dólar, con el índice DXY perdiendo el nivel de 99. Lo más preocupante: los rendimientos del Tesoro subieron, justo cuando el gobierno necesita refinanciar billones en deuda este año.
El pesimismo obedece a dos factores. Primero, el aumento de tensiones con China: Pekín rechazó los intentos de aislamiento por parte de EEUU y advirtió a otros países sobre las posibles consecuencias. Segundo, Trump volvió a presionar públicamente a Jerome Powell para que baje los tipos de interés cuanto antes.
Ahondando en la lógica del mercado, preocupa que el conflicto con China frene el crecimiento económico. De hecho, el FMI ya recortó su previsión para EEUU a 1,8% en 2025 y 1,7% en 2026, una rebaja de 0,9 y 0,4 puntos, respectivamente, y para el mundo al 2,8% en 2025 y 3,0% en 2026, desde el 3,3 % anterior.
En cuanto a la Reserva Federal, si cede a la presión política, no solo se abre la puerta a un repunte inflacionario, sino que también se erosionaría la confianza en las instituciones financieras de EEUU. Además, una fuga del dólar podría venir acompañada de una menor demanda por deuda estadounidense.
La “buena” noticia es que ambos problemas podrían disiparse con la misma facilidad con la que surgieron… con un simple tuit. Y eso fue justo lo que pasó: Trump declaró que “145 % es demasiado, la tasa no será tan alta” y añadió que los aranceles “se reducirán sustancialmente”, aunque no llegarán a cero.
Una fuga del dólar podría venir acompañada de una menor demanda por deuda estadounidense
Luego afirmó que no tenía intención de despedir a Jerome Powell, pese a haber insinuado lo contrario apenas un día antes. Sea como sea, los mercados reaccionaron con optimismo (aunque sin garantías de que Trump no cambie de opinión de neuvo), lo que impulsó a los activos de riesgo, incluyendo Bitcoin.
¿Se resolvió todo?
La retórica de “todo va a estar bien, seguro llegaremos a un acuerdo” suena tranquilizadora. Pero lo cierto es que las negociaciones con China aún no han comenzado. Y este nuevo giro discursivo parece más un intento de calmar a los mercados ante el alza de los rendimientos del Tesoro que una solución real.
Mientras tanto, China no pierde el tiempo y alienta a sus empresas estatales a usar el yuan en pagos internacionales, buscando ampliar su alcance global en medio de la tensión comercial. No destronará al dólar de inmediato, pero podría empezar a restarle cuota de mercado.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.